Sudam¨¦rica y la DEA unen en Buenos Aires esfuerzos contra el narcotr¨¢fico
El gobierno de Macri recompone la relaci¨®n de Argentina con la agencia antidroga estadounidense, deteriorada tras a?os de kirchnerismo
Sudam¨¦rica recompone poco a poco su relaci¨®n con la DEA, la agencia de lucha contra el narcotr¨¢fico de los Estados Unidos. Tras a?os de gobiernos de izquierda reacios a la participaci¨®n de Washington en operaciones dentro de sus fronteras, el giro regional hacia la derecha se ha traducido en acercamientos concretos. Al frente de este proceso se ha colocado Argentina. Una muestra de ello ha sido la celebraci¨®n en Buenos Aires de un encuentro entre el Grupo Sudamericano de Trabajo de la agencia con enviados de distintos pa¨ªses, entre ellos Brasil, Colombia, Ecuador, Paraguay y hasta Venezuela. El escenario elegido ha sido todo un dato pol¨ªtico: las relaciones con la DEA se hab¨ªan reducido al m¨ªnimo durante el kirchnerismo y bast¨® un a?o a Mauricio Macri en el poder para relanzarlas.
El encuentro de la DEA con los referentes regionales en la lucha antidroga se realiz¨® en un hotel del centro de Buenos Aires, con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como anfitriona. Participaron jefes policiales de los pa¨ªses invitados y miembros de la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, representada por su agregado de negocios, Thomas Cooney. Se trata de impulsar grupos de trabajo para conformar una red regional de lucha contra el tr¨¢fico de drogas, en momentos en que ese tema se ha colocado al tope de la agenda de seguridad.
La diplomacia de la pelota
La decisi¨®n argentina de endurecer las condiciones de acogida de inmigrantes, con cambios legales que prev¨¦n la expulsi¨®n de aquellos que hayan cometido delitos, provoc¨® una crisis con Bolivia, de donde han llegado 1,2 millones de personas.
Las aguas parecieron calmarse tras la visita de una misi¨®n oficial enviada por el presidente Evo Morales. Los delegados recibieron el compromiso argentino de que no habr¨¢ una persecuci¨®n de eventuales indocumentados.
La paz se sell¨® finalmente con una llamada de Morales a su par argentino, Mauricio Macri, en la que se acord¨® sin fecha una visita oficial del presidente boliviano a Buenos Aires. La agenda incluir¨¢ un partido de f¨²tbol que enfrentar¨¢ a Morales y miembros de la comunidad boliviana con Macri y jugadores locales.
A?os de relaciones tirantes con el kirchnerismo redujeron la presencia de la DEA en Argentina a dos oficinas en Salta y Mendoza y pusieron fin al entrenamiento de efectivos argentinos en Estados Unidos. Con la llegada de Macri en diciembre de 2015, Washington manifest¨® su intenci¨®n de avanzar en una agenda bilateral que tambi¨¦n incluyese la cooperaci¨®n antidrogas. Los contactos se iniciaron de inmediato. En febrero del a?o pasado, la ministra Bullrich viaj¨® a Washington y se reuni¨® con el titular de la DEA, Chuk Rosenberg. El directivo dijo entonces que la agencia estaba ¡°muy contenta de que Estados Unidos y Argentina fueran capaces de reconstruir la relaci¨®n¡±, reducida por ese entonces casi a cero. ¡°Construyendo una asociaci¨®n estrat¨¦gica no s¨®lo beneficiaremos a ambas naciones, sino al mundo en su conjunto. Su pa¨ªs puede aprender de nosotros, y nuestro pa¨ªs puede aprender de ustedes", dijo Rosenberg. La presencia del Grupo Sudamericano de Trabajo en Buenos Aires ha sido un gesto hacia Argentina en ese acercamiento.
Bullrich est¨¢ al frente de la nueva estrategia antidrogas de Argentina, un aspecto fundamental en ese proyecto m¨¢s amplio de ¡°reinserci¨®n en el mundo¡± ideado por Macri. A la ministra le gusta comparar sus datos con los del gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, al que acusa de haber flexibilizado los controles. Seg¨²n datos que difundi¨® en octubre del a?o pasado, entre 2014 y 2015 se decomisaron en la Triple Frontera, un punto caliente del tr¨¢fico ilegal que une Paraguay, Brasil y Argentina, unos 6.500 kilos de marihuana. En los primeros 10 meses de 2016, dijo la ministra, esa cifra creci¨® hasta los 33.000 kilos.
El Gobierno argentino sum¨® a una mayor presi¨®n policial el endurecimiento de los controles fronterizos y cambios en la pol¨ªtica migratoria muy pol¨¦micos. Bullrich dijo que la Casa Rosada estaba preocupada por la ¡°concentraci¨®n de extranjeros que cometen delitos de narcotr¨¢fico¡± y mencion¨® en especial a personas llegadas desde Paraguay, Per¨² y Bolivia.
El comentario le vali¨® el repudio de algunos socios regionales, como Bolivia. La intenci¨®n de endurecer las condiciones migratorias en un pa¨ªs famoso por su tradici¨®n de acogida, entre otros puntos facilitando la expulsi¨®n de extranjeros acusados de delitos, merecieron un cruce de opiniones con el gobierno de Evo Morales. El presidente boliviano decidi¨® enviar una comisi¨®n parlamentaria para determinar los alcances de los cambios legales. A la par de la reforma migratoria el gobierno argentino prev¨¦ coordinar su pol¨ªtica de frontera con Brasil, otro actor clave en el entramado antinarco en el Cono Sur. Bullrich tambi¨¦n anunci¨® la colocaci¨®n de tres nuevos radares en la frontera norte, principal punto de ingreso de la droga por v¨ªa a¨¦rea.
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