El Ej¨¦rcito se despliega en las calles de R¨ªo para garantizar la seguridad
Familiares de polic¨ªas bloquean desde hace d¨ªas la salida de los agentes de sus cuarteles para exigir que les paguen sus salarios
El Gobierno brasile?o ha decidido desplegar soldados del Ej¨¦rcito en las calles de R¨ªo de Janeiro para garantizar la seguridad ciudadana a las v¨ªsperas del Carnaval, que comienza el d¨ªa 25. La intervenci¨®n militar se produce a petici¨®n del gobernador del Estado, que se encuentra en situaci¨®n de quiebra y no puede pagar puntualmente a sus empleados p¨²blicos, incluidos los polic¨ªas. La respuesta a la solicitud del gobernador, Luiz Fernando Pez?o, que afirma que hab¨ªa pedido la ayuda del Ej¨¦rcito hace ya 20 d¨ªas, llega justo cuatro d¨ªas despu¨¦s de que decenas de mujeres y parientes de polic¨ªas militares decidieran ocupar cerca de 30 batallones para impedir que sus maridos presten servicio. El movimiento de protesta, que exige mejores condiciones para los agentes y el pago atrasado de sus n¨®minas, es la medida adoptada por los familiares a fin de provocar una huelga encubierta de la polic¨ªa, que, por ley, tiene prohibida cualquier tipo de manifestaci¨®n o paralizaci¨®n.
Los detalles del contingente ser¨¢n anunciados este martes por el ministro de Defensa, Raul Jungmann, que hace dos d¨ªas manifest¨® que la situaci¨®n en R¨ªo de Janeiro, a pesar de los bloqueos, estaba ¡°bajo control¡±. Ser¨¢ a partir de ese momento que los militares comenzar¨¢n a patrullar las calles por lo menos hasta el Carnaval, la fiesta m¨¢s internacional de R¨ªo, plazo que puede ser ampliado despu¨¦s. ¡°Se trata de una medida preventiva ya que tendremos un aumento de demanda durante el Carnaval y hubo disminuci¨®n de la capacidad operacional. Es conocido que la Polic¨ªa Militar ya trabaja con d¨¦ficit operacional, entonces cualquier disminuci¨®n tiene impacto¡±, explic¨® una fuente conocedora de la operaci¨®n. El gobernador de R¨ªo y la c¨²pula de seguridad est¨¢n doblemente preocupados.
Por un lado, los bloqueos de los batallones por el movimiento de mujeres han dificultado el servicio de la polic¨ªa, cuyo comando lleva cuatro d¨ªas ideando estrategias para sortear a las manifestantes, desde sacar a los agentes en helic¨®ptero a hacerles saltar muros o caminar kil¨®metros para cambiar el turno en plena calle y en gasolineras en lugar de en los cuarteles. A pesar de que la versi¨®n oficial mantiene desde el comienzo de los bloqueos que entre el 95% y el 97% de los agentes est¨¢n cumpliendo su servicio, el partido de f¨²tbol del pasado domingo entre dos de los grandes equipos de la ciudad, el Botafogo y el Flamengo, revel¨® un despliegue de seguridad mermado. Con menos polic¨ªas alrededor del estadio, una pelea entre las torcidas acab¨® con un tumulto y un tiroteo en el que muri¨® un aficionado del Botafogo, de 28 a?os.
El gobernador lleva cuatro meses intentando aprobar un plan de austeridad para sacar a R¨ªo de la quiebra econ¨®mica, lo que ha provocado violentas protestas en las calles casi cada semana protagonizadas sobre todo por agentes de las fuerzas de seguridad y servidores p¨²blicos. Sin polic¨ªa suficiente, nuevas protestas pueden desatarse sin control.
Los manifestantes, entre los que se encuentran polic¨ªas, bomberos, agentes penitenciarios y hasta profesores, han intentado varias veces invadir la Asamblea Legislativa de R¨ªo, donde se van a votar medidas de ajuste presupuestario para hacer frente a la falta de liquidez del Estado. El Gobierno ya ha tenido que recurrir desde el a?o pasado a la Fuerza Nacional, una especie de tropa de ¨¦lite que depende del Gobierno Federal, para reforzar la seguridad. Una nueva manifestaci¨®n convocada este martes se presenta como una prueba de fuego, una vez que el Batall¨®n de Choque, tropa de ¨¦lite de la polic¨ªa militar responsable de contener los disturbios durante las protestas, est¨¢ bloqueado desde la madrugada del viernes. Este domingo, cerca de una centena de agentes vestidos de ch¨¢ndal que no pudieron entrar en el cuartel acabaron haciendo su tradicional homenaje a la bandera en plena calle y sin toque de corneta.
Los polic¨ªas, as¨ª como el resto de funcionarios p¨²blicos, no han cobrado a¨²n el sueldo de enero, ni la paga de Navidad. La Polic¨ªa Militar de R¨ªo, una de las peores pagadas de Brasil con un sueldo base de cerca de 2.900 reales (930 d¨®lares), tampoco ha cobrado los extras que le corresponden por su trabajo durante los Juegos Ol¨ªmpicos, en agosto, ni las bonificaciones por cumplimiento de objetivos.
La situaci¨®n de R¨ªo preocupa a las autoridades federales tambi¨¦n porque es el primer caso de contagio despu¨¦s de que en el Estado vecino de Esp¨ªrito Santo se consolidase un movimiento de mujeres muy similar. Durante nueve d¨ªas, esposas, hermanas, madres y primas de polic¨ªas militares bloquearon con ¨¦xito los batallones de sus familiares polic¨ªas. La falta de patrullas sembr¨® el caos en las calles de Esp¨ªrito Santo, con un saldo de m¨¢s de 140 muertos, as¨ª como numerosos asaltos y saqueos que mantuvieron a la poblaci¨®n reh¨¦n en sus casas. El Ej¨¦rcito tambi¨¦n fue llamado en este caso, aunque se mostr¨® incapaz de detener la sangr¨ªa. La situaci¨®n en Esp¨ªrito Santo est¨¢ volviendo poco a poco a la normalidad, pero las mujeres, que exigen tambi¨¦n mejores condiciones para sus maridos y un aumento de sus salarios, no han enterrado a¨²n el hacha de guerra. En R¨ªo, acaba de comenzar.
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