Tony Blair lanza una ¡°misi¨®n¡± contra el ¡®Brexit¡¯
El ex primer ministro brit¨¢nico pide a la poblaci¨®n que "se levante" frente a la salida del pa¨ªs de la UE
Tony Blair ha regresado a la palestra p¨²blica para anunciar una cruzada contra el Brexit, contra la noci¨®n de que la salida del Reino Unido de Europa es inevitable y contra la rendici¨®n de su propio Partido Laborista aunque el Gobierno conservador pretenda acometerla ¡°a cualquier precio¡±. Duro en el fondo e incendiario en la forma, el ex primer ministro brit¨¢nico hizo este viernes un llamamiento a levantarse en defensa de los que creen y reivindicando ¡°el derecho a cambiar de opini¨®n¡± cuando los ¡°desinformados¡± ciudadanos conozcan las verdaderas condiciones del desanclaje de la UE. Convencer al pa¨ªs es la ¡°misi¨®n¡± que se ha trazado uno de los pol¨ªticos m¨¢s controvertidos de la historia reciente brit¨¢nica.
La primera intervenci¨®n de Blair desde el refer¨¦ndum del 23 de junio ¡ªauspiciada por Open Britain en la sede londinense de la agencia Bloomberg¡ª?ha colisionado con el discurso imperante de que cualquier cuestionamiento del Brexit significa un ataque a ¡°la voluntad de los brit¨¢nicos¡± expresada en las urnas. Esa es la baza que juega la primera ministra, Theresa May, y que ha ganado calado con el apoyo de un importante sector de la prensa. ¡°Ya s¨¦ que en estos momentos no hay un gran deseo de reflexi¨®n, pero los votantes apoyaron abandonar la Uni¨®n Europea sin conocer el verdadero coste y deber¨ªan tener la oportunidad de cambiar de opini¨®n¡±, rebati¨® el ex dirigente laborista alegando que un debate a fondo no s¨®lo no es antidemocratico sino necesario para ¡°apartar al pa¨ªs del borde del precipicio¡±.
Blair no acepta que el resultado del plebiscito (51,9% a favor del Brexit, frente al 48,1% en contra) resulte inapelable para el grueso de sus correligionarios laboristas, que hace una semana y con la excepci¨®n de un grupo de disidentes contribuyeron en el Parlamento a la v¨ªa libre para la inminente activaci¨®n del art¨ªculo 50?del tratado de la UE. El Labour de Jeremy Corbyn ¡ª¨¦l mismo un europe¨ªsta tibio¡ª?afronta una tremenda disfunci¨®n: dos tercios de sus diputados son favorables a permanecer en la UE, pero tambi¨¦n dos tercios de las circunscripciones laboristas se pronunciaron en contra en el refer¨¦ndum del pasado verano. Al actual liderazgo le aterroriza ser acusado de intentar revertir la voluntad popular.
¡°El Partido Laborista ha facilitado el Brexit, odio decirlo pero es cierto¡±, manifest¨® ayer el antiguo jefe de filas, en su defensa de un movimiento que traspase las l¨ªneas partidistas para explicar todas las verdades de la salida de la UE. Que busque aliados incluso en el bando de los conservadores con dudas, como ya hizo Blair duante la campa?a del plebiscito, reclutando al tambi¨¦n ex primer ministro John Major para alertar sobre las consecuencias que puede tener el Brexit en la integridad territorial del Reino Unido. Ayer volvi¨® a repetirlo, al constatar que la cuesti¨®n de la independencia de Escocia (territorio que vot¨® mayoritariamente a favor de la UE) ¡°vuelve a estar sobre la mesa¡±.
El principal blanco de quien fuera inquilino del n¨²mero 10 de Downing Street entre 1997 y 2007 ser¨¢ la estrategia abrazada por May (¡°incluso la etiqueta de Brexit duro precisa enmienda: se trata de un Brexit a cualquier precio¡±), y la denuncia de que ¡°la primera ministra y su Gobierno ni son los due?os de la situaci¨®n ni conducen el taxi, son otros quienes lo hacen¡±. Esta aseveraci¨®n coincide con el diagn¨®stico de aquellos analistas que consideran a May una pol¨ªtica sin grandes convicciones que ha acabado reh¨¦n del sector duro de los tories eurosc¨¦pticos y de las consignas del ultranacionalista UKIP.
La grieta entre los partidarios de un Brexit duro y los pragm¨¢ticos, que en palabras de su antecesor ahora se oculta bajo ese ¡°manto de patriotismo¡± del que abusa May, amenaza con ahondarse a medida que las negociaciones con Bruselas vayan confirmando con nitidez la incompatibilidad entre la imposici¨®n de f¨¦rreos controles fronterizos y al tiempo la libertad de comerciar sin trabas. En esa contradicci¨®n quiere incidir la campa?a que sella el regreso a primera l¨ªnea de Tony Blair, tildado de ¡°arrogante¡± y de ¡°completamente ajeno a la realidad, al igual que sus amigos de la ¨¦lite¡±, por el furibundo brexiter Iain Duncan Smith.
Esa caracterizaci¨®n carga contra el flanco m¨¢s d¨¦bil de Blair, la percepci¨®n que muchos brit¨¢nicos tienen hoy del personaje como demasiado afecto a los contactos millonarios de altos vuelos, y a quien las bases laboristas nunca perdonar¨¢n su amistad con George Bush y las consecuentes mentiras de la guerra de Irak de 2003. Frente a esa imagen, el gran protagonista de la jornada de este viernes contrapuso otro plano, el del pol¨ªtico que en su tiempo fue capaz de seducir a los brit¨¢nicos y ahora quiere intentarlo de nuevo, apelando al ¡°inter¨¦s nacional¡± para cantar las bondades de la relaci¨®n con Europa. En su mejor versi¨®n, este viernes se ha mostrado humilde aunque determinado: ¡°No s¨¦ si tendr¨¦ ¨¦xito, pero lo que s¨ª s¨¦ es que sufriremos el rencor de las futuras generaciones si al menos no lo intentamos¡±.
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