Las FARC retornan a la vida civil en precario
El ¨²ltimo guerrillero entra en las zonas donde dejar¨¢n las armas para incorporarse a la vida civil tras casi un mes de obst¨¢culos
La ¨²ltima marcha de las FARC, como se ha llamado al traslado de la guerrilla a las zonas veredales repartidas por todo el pa¨ªs en las que entregar¨¢n las armas y transitar¨¢n a la vida civil, ten¨ªa que haber terminado a principios de febrero. Pero como en cada cap¨ªtulo de este proceso de paz en Colombia, las fechas no se han cumplido. El ¨²ltimo insurgente entr¨® en el ¨¢rea de Monta?ita, en el Caquet¨¢, al sur del pa¨ªs, este s¨¢bado. El camino hacia las 26 ¨¢reas en las que vivir¨¢n hasta el pr¨®ximo 1 de junio (previsiblemente) ha sido largo. A¨²n quedan obst¨¢culos.
La salida del ¨²ltimo guerrillero fariano de la selva profunda ofrece un poco m¨¢s de esperanza a los colombianos, pero no la definitiva. En las zonas deb¨ªan encontrarse con espacios comunes construidos por el Gobierno para cocinar, asearse, recibir asistencia sanitaria y formaci¨®n. Tambi¨¦n ten¨ªan que haber hallado los materiales para fabricar sus dormitorios. Pero como sucedi¨® en el camino, la realidad ha superado las expectativas de todos. Las FARC han llegado a explanadas vac¨ªas o en pleno proceso de creaci¨®n. El propio jefe de la misi¨®n de la ONU en Colombia, Jean Arnault, en una carta dirigida a su equipo, explica esta precaria situaci¨®n: "La mayor¨ªa de los campamentos de las FARC-EP ni est¨¢n listos, ni han sido delimitados con precisi¨®n", se lee.
"De acuerdo a nuestra informaci¨®n, el proceso de construcci¨®n de los campamentos, incluyendo los sitios monitoreados por la Misi¨®n donde estar¨¢ gradualmente almacenado el armamento, no estar¨ªa concluido antes de fines de marzo", dice Arnault en el documento que se ha filtrado a la prensa y ha sido difundido por la agencia EFE. Por lo que el funcionario de la ONU plantea: "?Estar¨ªan de acuerdo las partes con recalendarizar el inicio de la recepci¨®n escalonada por la misi¨®n del armamento hasta esa fecha? ?O estar¨ªan dispuestas a considerar otras opciones de entrega gradual?". El representante de la misi¨®n solicita una reuni¨®n para aclarar este tipo de cuestiones.
Los m¨¢s de 6.000 guerrilleros, que han decidido dejar las armas y acabar con una guerra de medio siglo, han descubierto que los estragos de la violencia tambi¨¦n han creado cicatrices en el terreno. El conflicto colombiano se libr¨® contra las infraestructuras y, por tanto, contra las v¨ªas de comunicaci¨®n. Cada traslado ha supuesto un reto log¨ªstico que no estaba previsto en el calendario que durante cuatro a?os de proceso se pact¨® en La Habana. Para recorrer unos 500 kil¨®metros en una regi¨®n como el Putumayo, en la frontera con Ecuador, se necesitaron casi tres d¨ªas de traslado por tierra y r¨ªo.
El mecanismo de monitoreo y verificaci¨®n compuesto por la ONU, las FARC y el Gobierno de Colombia ha puesto a prueba todo su ingenio para que veh¨ªculos, lanchas y, en ocasiones, hasta animales, superaran las vicisitudes de un territorio carente de medios. El s¨¢bado se completaron 36 operaciones para las que se necesitaron aproximadamente 600 camionetas cuatro por cuatro, 260 camperos, 180 camiones, 60 volquetes, 150 buses, 120 chivas (los autobuses de madera que se usan en el interior del pa¨ªs), 100 lanchas, 35 mulas de carga, 10 tractores, 20 ambulancias y unas 25.000 raciones de comida para los guerrilleros. Un saldo m¨¢s propio de la Colombia profunda en la que ha vivido la insurgencia, que del siglo XXI.
Cuando los caminos se controlaron, lleg¨® el problema de las fincas. En Colombia, el registro catastral est¨¢ obsoleto. Muchas de las tierras de este pa¨ªs tienen due?os oficiosos. Por tanto, cuando el Gobierno tuvo que acercarse a los vecinos de las regiones para alquilarles sus terrenos y as¨ª construir las zonas veredales, encontraron un nuevo impedimento. A veces faltaban papeles. Otras, los propietarios se negaban a ceder su terreno a aquellos que los hab¨ªan desplazado o asesinado. O, como contaban los responsables de gestionar estas ¨¢reas, el campesino reclamaba el doble o el triple del precio.
El tercer actor que ha aplazado la entrada de las FARC a las zonas de transici¨®n ha sido el crimen organizado. Bandas de narcotraficantes, herederos de los paramilitares y otras guerrillas como el ELN se disputan los vac¨ªos que van quedando en las regiones del pa¨ªs. En zonas tradicionalmente afectadas por la guerra como el Catatumbo, en la frontera este con Venezuela, el nuevo conflicto que empieza a emerger en Colombia no solo ha terminado por retrasar la entrada de la insurgencia, sino que ha provocado el desplazamiento de m¨¢s de 50 familias que han tenido que emigrar hacia el pa¨ªs vecino por el hostigamiento, seg¨²n ha informado la ONU.
Hasta el momento, todos los actores se aferraban al primero de junio como fecha l¨ªmite, casi sagrada por estar negro sobre blanco sobre el acuerdo de paz. Es decir, el calendario original que debe terminar en el d¨ªa D180, teniendo en cuenta que el denominado d¨ªa D fue el pasado 1 de diciembre. Ese d¨ªa ya no tendr¨¢n armas, la palabra ser¨¢ el nuevo reto en la construcci¨®n de la paz de Colombia.
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