Los subsidios a las familias, la medida estrella del partido de Kaczynski
Pese a la deriva autoritaria y el toque de atenci¨®n de la UE, el ultraconservador PiS mantiene sus apoyos gracias a la ayuda de 115 euros al mes por hijo
Por primera vez en cinco a?os, los Zaborowska llegan a fin de mes. Despu¨¦s de una ¨¦poca p¨¦sima, esta familia con siete hijos no se siente ahogada cuando pasan la letra de la hipoteca. Han aparcado la idea de malvender el coche y, aunque su casa de Gizycko (noreste de Polonia) a¨²n necesita reformas, han podido cambiar las ventanas para que no se escape el calor cuando el fr¨ªo aprieta. ¡°Ya no se me cae el mundo cuando uno de los ni?os llega con una zapatilla rota o cuando toca visitar al dentista, al que llev¨¢bamos tres a?os sin ir¡±, cuenta Ewa Zaborowska, de 38 a?os, que dej¨® su empleo como maestra cuando naci¨® el segundo de sus hijos. Hoy, el mayor tiene 15 y el peque?o, tres. Los Zaborowska son uno de los 2,5 millones de hogares polacos beneficiarios del programa 500+, una ayuda mensual de 500 zloty (115 euros) por cada hijo a partir del segundo para todas las familias, sin importar sus ingresos; la medida estrella del Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia (PiS).
Fue ese proyecto, confiesa Zaborowska, lo que hizo que tanto ella como su esposo, Andrzej, empleado en una f¨¢brica de muebles, votaran por el partido de Jaroslaw Kaczynski en lugar de a Plataforma C¨ªvica (PO, afiliado al Partido Popular Europeo) como sol¨ªan. Tambi¨¦n, sostiene Malgorzata Druciarek, experta del think tank Instituto de Asuntos P¨²blicos, es una de las claves de que el PiS mantenga el mismo apoyo que cuando gan¨® las elecciones (en diciembre de 2015, con un 37% de los votos), pese a su deriva autoritaria, y las maniobras dudosamente legales para acumular poder controlando los medios p¨²blicos y la justicia. Iniciativas que le han costado el toque de atenci¨®n de la UE. ¡°Entiendo las cr¨ªticas, pero a m¨ª todo eso me pilla lejos, yo me tengo que preocupar por poner comida en la mesa¡±, dice la antigua maestra encogi¨¦ndose de hombros. Su familia recibe casi 700 euros al mes, casi un sueldo en un pa¨ªs de 38,5 millones de habitantes donde el salario medio anual es de 11.600 euros, seg¨²n Eurostat.
El Gobierno euroesc¨¦ptico y nacionalista de Beata Szydlo ¡ªdirigido en la sombra por Kaczynski¡ª ha dise?ado ese subsidio por hijo como una receta para aumentar la natalidad en uno de los socios de la UE donde es m¨¢s baja (1,32 hijos por mujer, igual que en Espa?a); tambi¨¦n como f¨®rmula para reducir la pobreza.
Porque mientras que quiz¨¢ en una gran urbe como Varsovia es s¨®lo un peque?o apoyo, en las ciudades peque?as o los pueblos, donde la situaci¨®n econ¨®mica es peor, el programa supone una enorme diferencia. Adem¨¢s, es en esta Polonia rural, que tambi¨¦n es la m¨¢s conservadora, donde las familias tienen m¨¢s hijos y donde se halla el principal granero de votos del partido de Kaczynski, que ve el 500+ como parte de su ¡°contrarrevoluci¨®n cultural¡± para apoyar los valores tradicionales polacos, aquellos que imperaban ¡ªcomo no se cansa de repetir¡ª en la ¨¦poca de su madre.
Pero al margen de esa doctrina, lo cierto es que la medida goza de un gran apoyo social. Sea cual sea la ideolog¨ªa. ¡°Esta ayuda ha devuelto la dignidad a muchas familias, sobre todo las m¨¢s numerosas, que llev¨¢bamos muchos a?os sin pol¨ªticas efectivas de apoyo¡±, remarca la vivaracha Dagmara Wojdak, de 37 a?os. No es el caso, sin embargo, de esta licenciada en M¨²sica, que vive en una luminosa casa del extrarradio de Varsovia con su marido, que trabaja en un banco y tiene un buen sueldo, y sus cuatro hijos. ¡°La manutenci¨®n y los cuidados de cada ni?o, en general, cuestan unos mil zloty al mes, as¨ª que es como si el Gobierno se hiciese cargo de la mitad. Y eso no s¨®lo es un apoyo, tambi¨¦n es muy simb¨®lico¡±, mantiene Wojdak mientras da de comer a Mikolaj, el m¨¢s peque?o y el m¨¢s inquieto de los cr¨ªos.
Con la ayuda, familias como los Wojdak pagan clases de idiomas y otras extraescolares, equipos de inform¨¢tica o hacen alg¨²n viaje. ¡°Desde el punto de vista psicol¨®gico es un gran apoyo, por ejemplo si mi esposo perdiera el trabajo¡±, se?ala Wojdak, que se apresura para recoger a los tres mayores, de 4, 7 y 11 a?os, de la escuela, un centro privado de valores cat¨®licos y educaci¨®n diferenciada (solo para chicos), situado en lo alto de un espacio verde ¨Choy muy, muy blanco-- en el que los chavales se tiran una y otra vez con sus trineos.
¡°Este plan da valor a la familia y hace que las m¨¢s numerosas sean cada vez menos invisibles. Y con este subsidio, el Gobierno reconoce su trabajo y contribuci¨®n social y, en cierta manera, participa en el esfuerzo de la crianza de los hijos¡±, recalca Joanna Krupska, presidenta de la asociaci¨®n de familias numerosas Trzy Plus. ¡°Adem¨¢s, ha revolucionado la pol¨ªtica social, porque se benefician todas las familias, no hay que demostrar falta de medios, ni acreditar pobreza¡±, abunda Krupska, que a?ade que aquellos hogares con un solo hijo tambi¨¦n tienen subsidios, aunque estas si deban probar que tienen pocos recursos. El nuevo plan del Ejecutivo, que en abril cumplir¨¢ un a?o, se suma a otra iniciativa del Gobierno anterior, que increment¨® la prestaci¨®n por maternidad.
La medida estrella del PiS, que ha llegado a 3,8 millones de ni?os y ha costado unos 3.500 millones de euros en sus primeros nueve meses, se financia a trav¨¦s de impuestos a empresas y supermercados, la mayor¨ªa de titularidad extranjera. Tambi¨¦n se nutri¨® con los 2.100 millones de euros obtenidos por la venta de licencias de telecomunicaciones; un extra que este a?o no llegar¨¢ y que lleva a muchos expertos a plantearse la sostenibilidad de la medida: el principal desaf¨ªo del subsidio. El otro es c¨®mo afectar¨¢ al empleo femenino. Porque existe el riesgo de que muchas mujeres ¨Centre las que los contratos a tiempo parcial son m¨¢s frecuentes y cuyos puestos est¨¢n peor remunerados¡ª abandonen su empleo porque no les compensa econ¨®micamente a corto plazo seguir trabajando. Algo que no obstante tendr¨¢ efecto, entre otras cosas, en su pensi¨®n.
Todav¨ªa es pronto, sin embargo, para analizar el impacto de 500+, se?ala Jacek Kucharczyk, presidente del Instituto de Asuntos P¨²blicos, que pone el acento en que el populista PiS, que pretend¨ªa llamar la atenci¨®n de las clases trabajadoras, ha sacado sus mayores r¨¦ditos gracias a una agenda social que incluye no s¨®lo esta ayuda a las familias ¨Cdinero contante y sonante que ya suena en los bolsillos¡ª sino tambi¨¦n a otras como la bajada de la edad de jubilaci¨®n (60 para las mujeres, 65 para los hombres) o el aumento de las pensiones.
El PiS dedic¨® gran parte de su campa?a, y ahora su mandato, a remarcar que durante los a?os de bonanza Plataforma C¨ªvica --el partido del ahora presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk-- s¨®lo benefici¨® a las clases medias m¨¢s liberales y urbanas del pa¨ªs. Michal Kaminski, parlamentario de ese partido y antes del PiS, reconoce que el 500+ y esas otras medidas sociales de este Gobierno populista le est¨¢n haciendo mantener su apoyo. Aunque sostiene que no crean el caldo de cultivo para nuevos votantes. "Los polacos han aceptado este dinero pero el partido de Kaczynski sigue en minor¨ªa ideol¨®gica", dice.
Mientras, el Ejecutivo de Szydlo insiste en que las ayudas familiares son perfectamente sostenibles. Las ve como una inversi¨®n. De hecho, su ministra de Familia, El?bieta Rafalska, ya ve sus frutos. Hace un par de semanas asegur¨® que el peque?o aumento de la natalidad registrado en 2016 (16.000 beb¨¦s m¨¢s) se deb¨ªa a los parabienes del 500+, y pronostic¨® que los nacimientos seguir¨ªan aumentando.
Piotr Wozniak, de 42 a?os, no tiene pensado tener m¨¢s hijos. Con subsidio o sin ¨¦l. Este arquitecto afincado en Varsovia tiene tres ni?as y apoya totalmente el programa para las familias. Y todo ello pese a que no comparte la ideolog¨ªa del partido de Kaczynski, que entre otras cosas ha intentado endurecer a¨²n m¨¢s la ley del aborto, ha restringido algunos anticonceptivos y ha dejado de financiar la reproducci¨®n asistida en la sanidad p¨²blica. "Es un partido reaccionario, pero una cosa no quita la otra. Esto, si se consigue financiarlo bien, es de lo poco que han hecho bien. Ahora hace falta que se acompa?e de otros planes para ayudar, por ejemplo, a los j¨®venes¡±, se?ala. Y a?ade: ¡°Ya no creo que ning¨²n partido se atreva ya a quitar el programa. Se montar¨ªa una revoluci¨®n¡±.
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