El optimismo del Gobierno choca con la inquietud de los griegos ante el rescate
La posibilidad de medidas adicionales a partir de 2018 se suma al duro impacto de las reformas y la elevada presi¨®n fiscal
El escenario de medidas adicionales que a partir de 2018 deber¨¢ adoptar Grecia si no cumple los objetivos previstos (3,5% del PIB de super¨¢vit primario) ha ca¨ªdo como una losa sobre una poblaci¨®n extenuada por siete a?os de crisis y un alud de reformas. Porque, aunque el Gobierno est¨¦ haciendo los deberes del tercer rescate (hasta lograr el 2,5% de super¨¢vit primario en 2016, muy por encima de la meta del 0,5%), en la calle hay se?ales que enfr¨ªan el optimismo, como si las cuentas del pa¨ªs discurrieran por dos carriles paralelos, ajenos: la macroeconom¨ªa y el ¨¢baco.
Los datos tampoco invitan a relajarse.?En el ¨²ltimo trimestre de 2016 el PIB registr¨® una leve contracci¨®n; el pasado enero se produjo la mayor p¨¦rdida de empleo privado en dicho mes desde 2001 (casi 30.000 puestos de trabajo);?la retracci¨®n del consumo (por estos datos y el temor a un accidente en el rescate) ha provocado una p¨¦rdida de recaudaci¨®n por IVA de 55 millones y, este martes, entrar¨¢ en vigor una nueva medida de ajuste: vence el primer pago del Efka, la contribuci¨®n ¨²nica a la Seguridad Social para todos los sectores (en realidad, una vieja exigencia de los socios arrastrada desde el primer rescate, en 2010: unificar los fondos sectoriales para evitar agujeros negros de dinero y corruptelas).
Pese al regalo de una primavera anticipada, y la expansi¨®n festiva y del consumo en los ¨²ltimos d¨ªas de carnaval, se percibe una inquietud real, de miedo al ma?ana. De poco sirve el optimismo del primer ministro, Alexis Tsipras, el viernes en el Parlamento, al valorar el acuerdo de m¨ªnimos logrado el lunes en el Eurogrupo. ¡°Es un acuerdo honroso. Por primera vez en siete a?os dejamos atr¨¢s la senda de la austeridad¡±, dijo. Sin necesidad de lupa para leer la letra peque?a, muchos saben que las medidas adicionales ¡ªque el mismo Gobierno tildaba de inconstitucionales hasta que se vio obligado a aceptarlas para desbloquear la revisi¨®n del rescate¡ª implican la en¨¦sima reforma fiscal (reducci¨®n de la base m¨ªnima imponible de 8.600 euros a 6.000); un nuevo recorte, de entre el 7% y el 30%, a 1,4 millones de pensiones, y la liberalizaci¨®n de los despidos colectivos, seg¨²n los medios locales. El Gobierno insiste en que tendr¨¢n ¡°un impacto fiscal cero¡±, pero casi todos en la calle traducen al rev¨¦s lo que quiera que esto signifique.
¡°?El fin de la austeridad? Eso no se lo cree nadie, los Gobiernos nos tratan como a clientes, siempre quieren hacernos pensar que tenemos la raz¨®n. No nos hablan como a ciudadanos con cabeza. Solo nos endulzan la p¨ªldora para que traguemos¡±, cuenta Yanis Avlanitis, peque?o empresario; "pero no hay ma?ana, nadie que nos muestre un camino para salir de la crisis¡±. Su hija mayor, de 28 a?os, periodista con dos posgrados, encadena dos trabajos ¡°para juntar un sueldo de miseria, con el que ni siquiera puede independizarse¡±. Y ¨¦l mismo, con tres tiendas en Atenas y El Pireo, dice quedarse en tablas, econ¨®micamente hablando. ¡°Solo cubro gastos. No gano nada, pero tampoco debo¡±, dice, en alusi¨®n a la abultada deuda privada del pa¨ªs (240.000 millones de euros en 2016, el 133% del PIB; la mitad, impagos de pymes). El volumen es de tal calibre que el Gobierno lanz¨® esta semana una campa?a especial, con la apertura de 120 oficinas hasta junio, para asesorar en su gesti¨®n.
Deuda privada
Panayotis Argiropulos, aut¨®nomo a punto de la jubilaci¨®n si le salen las cuentas, se arrepiente de haber cedido a los cantos de sirena de los bancos, que con machacona insistencia le ofrec¨ªan hace solo una d¨¦cada dinero a espuertas. ¡°Para vacaciones, para un coche nuevo, para reformas o porque s¨ª, porque sonaba el tel¨¦fono y te lo met¨ªan por los ojos sin necesidad de salir de casa¡±, explica en el bar que regenta en la peque?a localidad agr¨ªcola de Vathy, 100 kil¨®metros al norte de Atenas; un negocio que, con el nuevo impuesto unificado, entrar¨¢ en n¨²meros rojos. ¡°La historia de mi vida podr¨ªa resumirse as¨ª: empec¨¦ de cero, y acabar¨¦ con cero. Nada que dejarle a los hijos, que sobreviven con sueldos de miseria. Una casa hipotecada y una vida de esfuerzo primero en el campo, luego en la f¨¢brica (porque los partidos hace d¨¦cadas compraban nuestro voto con un puesto de trabajo) y, tras la quiebra de la factor¨ªa, ahora con un negocio cada d¨ªa m¨¢s ruinoso¡±. Los posibles cambios normativos en la edad de jubilaci¨®n tambi¨¦n le afectan, y duda que pueda retirarse en breve.
La progresiva presi¨®n fiscal, una exigencia de los acreedores para remediar la ingente evasi¨®n fiscal ¡ªseg¨²n la OCDE, la econom¨ªa informal oscila entre el 20% y el 25% del PIB¡ª, puede tener, seg¨²n algunas fuentes, el efecto contrario. As¨ª lo cree Dimitris Tsam¨®pulos, presidente de la Asociaci¨®n de Asesores Fiscales del ?tica. ¡°Si la gente tiene que elegir entre alimentar a sus hijos o pagar impuestos, obviamente har¨¢ lo primero. Solo el a?o pasado cesaron en su actividad 120.000 aut¨®nomos, lo cual deber¨ªa notarse en las cifras del paro. Pero no se nota, lo que significa que muchos siguen trabajando en negro¡±, explica Tsam¨®pulos, que ha recurrido a los tribunales la legalidad del nuevo impuesto unificado. ¡°Estamos a la espera del fallo de la justicia, pero creemos que no se ajusta a derecho. Y adem¨¢s es mucho peor que todos los impuestos anteriores¡±.
Con el ¨²nico bal¨®n de ox¨ªgeno del turismo, y escasos brotes verdes como el de la industria biotecnol¨®gica, el tejido econ¨®mico griego exhibe jirones por todas partes tras siete a?os de crisis (la misma que ha obligado al 40% de las familias a recortar su gasto en alimentaci¨®n). La geograf¨ªa urbana de Atenas es un libro abierto que explica la fragilidad de su principal sector, un comercio de dimensiones raqu¨ªticas: el centro se estructura a¨²n por gremios, cordeleros en esta calle, joyeros en aquella otra; pa?eros, sastrer¨ªas, fontaneros¡ Una reliquia de un sistema arrumbado por el tsunami incesante de la globalizaci¨®n y la competencia de las manufacturas chinas. Unas calles, unos gremios, donde reverberan, hoy m¨¢s que nunca, los agoreros: si no se cierra la revisi¨®n del rescate, todo, empezando por esos viejos negocios, se derrumbar¨¢ como un castillo de naipes.
"Acuerdo urgente" para desbloquear el rescate
El gobernador del Banco Central griego, Yanis Sturnaras, pidi¨® este viernes ¡°un acuerdo urgente¡± para cerrar la segunda revisi¨®n del rescate, bloqueada desde diciembre y vital para el desbloqueo del siguiente tramo de ayuda (algo m¨¢s de 6.100 millones). Grecia deber¨¢ afrontar en julio pagos por unos 7.000 millones. Sturnaras cifr¨® en el 2,5% el objetivo de crecimiento para este a?o, tras el 0,3% logrado en 2016, siempre y cuando no descarrile el programa. Tambi¨¦n vincul¨® al proceso el acceso de Grecia al programa de compra de deuda del Banco Central Europeo (QE, en sus siglas inglesas).
Sturnaras tambi¨¦n advirti¨® del riesgo de inestabilidad pol¨ªtica que podr¨ªa derivarse de un bloqueo del rescate griego, en un a?o con importantes citas electorales en varios pa¨ªses de la UE.
No fue tan optimista como el gobernador Sturnaras el premio Nobel de Econom¨ªa Chris Pissaridis. En una entrevista concedida este s¨¢bado al canal de televisi¨®n Ska?, el economista chipriota no descart¨® la necesidad de un cuarto rescate, una posibilidad que avientan desde hace semanas algunos medios alemanes. Preguntado por las declaraciones del Gobierno acerca del fin de la austeridad, el Nobel se?al¨®: ¡°Ojal¨¢ pudiera ser tan optimista, pero me temo que eso no es as¨ª¡±.
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