Bolivia aumenta la extensi¨®n legal de cultivos de coca
Una controvertida norma permite los cultivos de hasta 22.000 hect¨¢reas
Bolivia acaba de aprobar una controvertida Ley de la coca, que aproxima la extensi¨®n de los cultivos autorizados a la cantidad de cultivos existentes, y distribuye las autorizaciones de producci¨®n entre dos poderosos grupos de campesinos, uno de los cuales sigue siendo dirigido por el presidente Evo Morales. La ley ha sido pol¨¦mica porque aument¨® la extensi¨®n legal de los cultivos de coca de las 12.000 hect¨¢reas permitidas hasta ahora, a 22.000.?
Esta cantidad es menor a la que existe hoy, que es de 25.000 hect¨¢reas, pero bastante mayor a la que un estudio con participaci¨®n internacional determin¨® como necesaria para el consumo legal de coca. La importancia del tope m¨¢ximo consignado en la norma reside en que gu¨ªa los trabajos estatales de erradicaci¨®n de la llamada coca excedentaria.
En Bolivia y otros pa¨ªses de Sudam¨¦rica la coca se mastica (acullicu) para obtener su savia, que constituye un estimulante suave, como el caf¨¦. Esta pr¨¢ctica, que se remonta al nacimiento de la agricultura en los Andes, est¨¢ protegida por el Estado, pero la determinaci¨®n de la extensi¨®n de cultivos necesaria para conservarla es un asunto sobre el que ha habido disputa desde hace d¨¦cadas.
Los gobiernos neoliberales tuvieron la pol¨ªtica, en los a?os noventa, de eliminar los cultivos de coca de la regi¨®n del Chapare, en el centro de Bolivia, que se consideran menos aptos para el acullicu. El esfuerzo por erradicar la coca de esta regi¨®n fue resistido por los campesinos, ya que la planta provee una fuente de ingresos mayor y m¨¢s segura que otros cultivos. Fue en la violenta lucha por la ¡°defensa de la coca¡± que Morales dio sus primeros pasos pol¨ªticos. Hasta ahora el presidente no ha renunciado a su condici¨®n de ¡°dirigente hist¨®rico¡± de los cocaleros del Chapare. La oposici¨®n dice que, por tal raz¨®n, en esta materia no puede pensar en el bien com¨²n, sino solamente en los intereses de su sector.
Lucha contra el narco
Consciente del error cometido por la clase pol¨ªtica al buscar la erradicaci¨®n total (o coca cero), en 2004 el presidente Carlos Mesa aprob¨® una disposici¨®n solo semilegal que autoriz¨® a cada familia cocalera del Chapare a tener una parcela de coca. Esto sum¨® alrededor de 3.000 hect¨¢reas a las 12.000 autorizadas en los Yungas de La Paz, que es la regi¨®n tradicional de producci¨®n. Todo esto en los papeles, porque en la realidad hab¨ªa como unas 10.000 hect¨¢reas dem¨¢s. Finalmente, el Gobierno de Morales prepar¨® un proyecto de ley para que el Chapare tuviera su propia cuota de coca autorizada. La oferta produjo la protesta de los cocaleros de los Yungas, que hasta entonces hab¨ªan sido los poseedores del monopolio de la coca legal. Estos cocaleros no son dirigidos por Evo Morales.
Luego de una semana de fuertes enfrentamientos con la polic¨ªa en La Paz, el sindicato de los Yungas y el presidente llegaron a un acuerdo. El primero apoyar¨ªa la nueva ley y, a cambio, recibir¨ªa m¨¢s hect¨¢reas legales para s¨ª. El acuerdo exigi¨® que Morales mejorara tambi¨¦n su oferta a los cocaleros del Chapare, los cuales se llevan muy mal con sus competidores del norte del pa¨ªs. Para que las cuentas cuadren, la tarta de las hect¨¢reas legales tuvo que incrementarse, de las 20.000 que el Gobierno pensaba aprobar inicialmente, a 22.000, que se dividieron as¨ª: 14.300 para los Yungas y 7.700 para el Chapare.
M¨²ltiples expresiones de indignaci¨®n por la aprobaci¨®n de esta ley se han publicado durante los ¨²ltimos d¨ªas en la prensa y las redes sociales bolivianas. Seg¨²n se dice en ellas, la ley aumentar¨¢ el volumen del narcotr¨¢fico. El gobierno ha explicado que su norma solo regularizar¨¢ lo que ya se da en la pr¨¢ctica.
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