El primer ministro de Malasia difunde un ¡®selfie¡¯ con el rey de Arabia Saud¨ª
El gesto env¨ªa un mensaje sobre las buenas relaciones bilaterales entre ambas naciones
No se libra nadie. Hasta el rey de Arabia Saud¨ª ha sucumbido a la moda de los selfies. Claro que si uno se encuentra de visita oficial y es el propio anfitri¨®n quien dispara el m¨®vil, debe de resultar dif¨ªcil negarse. En este caso, el autor es el primer ministro de Malasia, el controvertido Mohamed Najib Tun Razak, quien ya practic¨® el autorretrato con el anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Dados sus protagonistas, la foto es m¨¢s que un gesto simp¨¢tico: env¨ªa un mensaje f¨¢cil de entender por todo el mundo.
Para el rey Salm¨¢n, de 81 a?os, el selfie es un gui?o a la joven poblaci¨®n de su pa¨ªs, dos tercios de cuyos habitantes tienen menos de 30
¡°Mi selfie con el rey Salm¨¢n, custodio de las dos mezquitas sagradas. Una amistad muy ¨ªntima¡±, ha escrito el visiblemente contento Najib.
No es para menos. Durante la visita real se ha anunciado que Aramco, la compa?¨ªa nacional de petr¨®leo saud¨ª, va a invertir 7.000 millones de d¨®lares (unos 6.600 millones de euros) en una refiner¨ªa en Malasia. No pesa menos el simbolismo de que el monarca haya elegido Kuala Lumpur para la primera escala de su gira de un mes por Asia. Adem¨¢s, el primer ministro espera que su pa¨ªs pueda capitalizar el plan de transformaci¨®n nacional que el reino ha anunciado en el marco de su Vision 2030 para diversificar la econom¨ªa.
¡°La inversi¨®n saud¨ª en Malasia crear¨¢ miles de empleos y estamos orgullosos de que empresas malasias hayan sido elegidas para realizar proyectos en algunos de los lugares m¨¢s prestigiosos de Arabia Saud¨ª¡±, ha declarado Najib.
Pero m¨¢s all¨¢ de las buenas relaciones, los gestos de los pol¨ªticos nunca son gratuitos. Es dif¨ªcil saber si, como sucede con sus discursos, tambi¨¦n hay asesores detr¨¢s de estos oportunos selfies. Aunque el primer ministro malasio ha demostrado afici¨®n al autorretrato, no cabe duda de que la difusi¨®n de su imagen junto a un sonriente Salm¨¢n cierra simb¨®licamente un a?o de tensi¨®n entre ambos pa¨ªses.
Una investigaci¨®n period¨ªstica revel¨® a mediados de 2015 que el fondo soberano de Malasia, que dirige el propio Najib, hab¨ªa transferido el equivalente a 660 millones de euros a su cuenta personal. El asunto tuvo repercusiones sobre la cotizaci¨®n del ringgit, la moneda local y hubo peticiones para que dimitiera. La comisi¨®n anticorrupci¨®n concluy¨® que el dinero era un regalo de la familia real saud¨ª y que el primer ministro lo hab¨ªa devuelto, aunque ni las autoridades saud¨ªes ten¨ªan informaci¨®n al respecto ni se lleg¨® a aclarar el motivo de la transferencia, lo que motiv¨® cierta tirantez entre ambos gobiernos. EE UU sigue investigando los bienes de Najib y su esposa en su territorio.
Para el rey Salm¨¢n, de 81 a?os, el?selfie es un gui?o a la joven poblaci¨®n de su pa¨ªs, dos tercios de cuyos habitantes tienen menos de 30. Conectar con los saud¨ªes es especialmente importante en un momento en que los bajos precios del petr¨®leo est¨¢n obligando a la familia real a recortar subsidios y prebendas con los que hasta ahora se hab¨ªan garantizado la fidelidad de sus s¨²bditos.
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