EE UU intensifica sus bombardeos contra Al Qaeda en Yemen
Los observadores cuestionan la utilidad de los ataques mientras no se ponga fin a la guerra
Estados Unidos ha intensificado desde principios de mes sus bombardeos contra Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga (AQPA), en Yemen. Seg¨²n datos del Pent¨¢gono, ha realizado 40 ataques a¨¦reos, la mayor¨ªa con drones, frente a la treintena de todo el a?o pasado. El objetivo declarado es frenar los avances que AQPA ha hecho a costa de la guerra yemen¨ª. Sin embargo, su apoyo simult¨¢neo a la coalici¨®n liderada por Arabia Saud¨ª para frenar a los rebeldes Huthi contribuye a prolongar ese enfrentamiento.
¡°El incremento en los ataques se debe a que hemos recibido permiso para ir a por AQPA¡±, respond¨ªa esta semana a EL PA?S el comandante Josh T. Jacques, jefe del departamento de prensa del Mando Central del Ej¨¦rcito de EE UU?(CENTCOM), admitiendo el aumento, pero sin entrar en detalles sobre el n¨²mero de operaciones.
De acuerdo con la informaci¨®n del Pent¨¢gono, han sido por lo menos 40 bombardeos solo en los cinco primeros d¨ªas de marzo. April Alley, analista del International Crisis Group (ICG), especializada en la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, asegura que esa cifra, durante una semana, ¡°no tiene precedentes¡±. En todo 2016, EE. UU. llev¨® a cabo entre 32 y 38 ataques de este tipo en Yemen, seg¨²n distintos recuentos. En total, desde que empezaron a usarse los drones en 2002 hasta el pasado enero rondaban los 150. Los bombardeos de este mes son los primeros tras la controvertida operaci¨®n del ¨²ltimo domingo de enero en la que murieron al menos una decena de mujeres y ni?os, adem¨¢s de un soldado estadounidense.
¡°Al Qaeda se ha estado aprovechando de la actual crisis en Yemen¡±, justifica el comandante Jacques, quien evita pronunciarse sobre si la guerra est¨¢ ayudando al grupo. ¡°No s¨¦ si ¡®ayudar¡¯ es la palabra adecuada, pero se han aprovechado del vac¨ªo [de poder]. En las ¨¢reas en las que no hay operaciones militares, se las han arreglado para reagruparse y prosperar¡±, resume.
Yemen se encuentra desgarrado desde que a principios de 2015 los rebeldes Huthi aliados con tropas leales al expresidente Ali Abdal¨¢ Saleh echaron del poder al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi. Arabia Saud¨ª, que ve la mano de Ir¨¢n tras los Huthi, decidi¨® intervenir militarmente en marzo de ese a?o, con la ayuda de varios pa¨ªses ¨¢rabes, en especial Emiratos ?rabes Unidos, y el apoyo de EE. UU. y el Reino Unido.
¡°En este momento, les facilitamos repostaje a¨¦reo a medida que lo necesitan, as¨ª que actuamos como una gasolinera en el aire; tambi¨¦n tenemos algunos colegas sobre el terreno asesorando en t¨¢cticas y procedimientos¡±, explica el comandante Jacques sobre esa asistencia.
Hay indicaciones de que Al Qaeda ha reforzado su presencia desde que se inici¨® la campa?a saud¨ª. Un informe del ICG publicado el mes pasado aseguraba que ¡°la rama yemen¨ª de Al Qaeda est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca¡±. Algunos observadores incluso opinan que cuanto m¨¢s se prolonga la guerra, m¨¢s se facilita el avance de ese grupo.
Sin embargo, el portavoz militar no ve contradicci¨®n entre combatir a Al Qaeda y ayudar a la coalici¨®n ¨¢rabe. ¡°Estamos trabajando en coordinaci¨®n con el Gobierno de Yemen porque compartimos el mismo objetivo: impedir la libertad de movimientos a AQPA¡±, se?ala.
?Y los resultados? ¡°No los tengo a¨²n¡±, se disculpa Jacques. Desde el Pent¨¢gono se han avanzado los nombres de dos presuntos miembros del grupo, Mohammed Tahar, conocido como Yasir al Silmi, que estuvo preso en Guant¨¢namo durante siete a?os hasta 2009, y Usayd al Adani, al parecer experto en explosivos. Adem¨¢s, seg¨²n fuentes yemen¨ªes, una veintena de combatientes tambi¨¦n habr¨ªan perecido en los ataques, pero tambi¨¦n dos ni?os de 10 y 12 a?os que cuidaban un reba?o de cabras en una de las zonas atacadas.
¡°Aunque EE UU est¨¢ sin duda logrando matar a algunos l¨ªderes / miembros de AQPA, se mantiene el problema de base. AQPA, y su manifestaci¨®n local, Ansar al Sharia, se ha expandido considerablemente en medio de la fragmentaci¨®n del estado, alianzas cambiantes, creciente sectarismo y una floreciente econom¨ªa de guerra, factores todos vinculados a la regionalizada guerra civil de Yemen", se?ala Alley. ¡°Mientras estas condiciones contin¨²en, la organizaci¨®n tendr¨¢ oportunidades para reagruparse y crecer tras sufrir p¨¦rdidas¡±, concluye.
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