Terrorismo, Sankara y el mejor cine africano

¡°Hay que buscar bien la bomba¡±. Recostado al lado del detector de metales, el militar bromea con su compa?era, la encargada de abrir las bolsas y registrar al p¨²blico que acude a ver las pel¨ªculas. ¡°Pero est¨¢ bien escondida, no la vais a encontrar¡±, se responde de vuelta en la misma sinton¨ªa. Y as¨ª, con un velo de buen humor, se cubren las medidas de seguridad reforzadas pero relajadas que se han desplegado para hacer frente a la amenaza terrorista que planea en Burkina Faso estos d¨ªas en que el gran festival del cine africano Fespaco?ha reunido miles de personas de todo el mundo.

Sin contaminar las charlas cin¨¦filas ni los encuentros entre cineastas, el eco del extremismo ha cubierto esta edici¨®n, la primera despu¨¦s del sangriento atentado terrorista del pasado a?o, ejecutado por Al Qaeda del Magreb Isl¨¢mico (AQMI) en pleno centro de la capital, Uagadug¨². En la radio, las noticias combinan los ataques en el norte del pa¨ªs ¡ªha habido tres durante los d¨ªas de festival¡ª?con el anuncio de los galardones m¨¢s prestigiosos del cine africano. Y con una nueva gran provocaci¨®n: el mi¨¦rcoles 1 de marzo, el mismo d¨ªa en que la esperada Premier de F¨¦licit¨¦ acumula a una turba de impacientes en el cine Burkina, tres de los l¨ªderes terroristas m¨¢s temidos del Sahel anuncian una alianza para extender su poder y reforzarse. La fusi¨®n sella, bajo el mando del maliense Iyag Ag Ghali, una nueva y s¨®lida organizaci¨®n con ambiciones regionales.

En la concurrida sede del festival, en los cines y en la calle, soldados armados, furgonetas, y operativos de seguridad patrullan velando para que no se agriete la tranquilidad en Uagadug¨² mientras en la gran pantalla, que hace de espejo y ventana, se filtra, sutil, esa nueva realidad. ¡°Los temas de las pel¨ªculas evolucionan evocando las problem¨¢ticas de la regi¨®n. Y tenemos a los terroristas a nuestras puertas¡±, dice Nessi Joanny Taor¨¦, veterano realizador burkin¨¦s que ha sido miembro del comit¨¦ organizador de Fespaco durante m¨¢s de 40 a?os. ¡°Hemos visto, con un gui¨®n muy h¨¢bil, la pel¨ªcula W¨´lu, que construye una historia a partir del tr¨¢fico de drogas que alimenta a los terroristas del norte¡±, apunta Traor¨¦. El director de W¨´lu, DaoudaCoulibaly, habla de tr¨¢fico y crisis, no de yihadismo. Pero apunta que el lucroso negocio de la droga ha conducido a la ¡°desorganizaci¨®n de las estructuras locales¡±, generando una crisis en Mal¨ª y en el Sahel que ha abierto el espacio a organizaciones violentas.

Hasta hace dos a?os Burkina Faso hab¨ªa quedado apartada de la violencia fundamentalista, pero las infiltraciones desde sus fronteras con Mal¨ª y N¨ªger, han ido aumentando y el brutal ataque de hace un a?o en Uagadug¨², en el que murieron 33 personas, rompi¨® el blindaje. El asalto arranc¨® en el restaurante Capuccino y se cerr¨® en el Hotel Splendid, ambos en la misma esquina donde, cada noche, se cierran las veladas del festival. Desde las mesas al aire libre del Taxi-brousse, los cin¨¦filos desaf¨ªan la amenaza.

¡°Bienvenidos al pa¨ªs del pueblo insurgente¡±

El fuerte contexto pol¨ªtico de Fespaco no lo ha marcado, sin embargo, el sello de los extremistas. Sino una revoluci¨®n: la de octubre de 2014; y un nombre: el de Thomas Sankara. ¡°Bienvenidos al pa¨ªs del pueblo insurgente, del 30 y 31 de octubre¡±. El Ministro de Cultura, Tahirou Barry, recib¨ªa as¨ª a los asistentes en el discurso inaugural de Fespaco, citando, adem¨¢s, al l¨ªder burkin¨¦s m¨¢s universal, Thomas Sankara.

Durante las casi tres d¨¦cadas que dur¨® el r¨¦gimen de Blaise Compaor¨¦, era impensable que un miembro del Gobierno mencionara en p¨²blico al asesinado Sankara. Excompa?eros de armas y examigos, Compaor¨¦ fue, presuntamente, el que orden¨® su liquidaci¨®n y ocup¨® su puesto en la presidencia del pa¨ªs. Pero Burkina Faso abri¨® una nueva p¨¢gina de manera fulminante hace tres a?os barriendo a Blaise Compaor¨¦ en una revoluci¨®n popular que dur¨® menos de 48 horas.

Desde entonces, los aires han cambiado. No solo se han exhumado los restos del capit¨¢n Sankara, desbloqueando al fin, despu¨¦s de 27 a?os, la investigaci¨®n sobre su asesinato. Sino que ahora es p¨²blicamente reconocido como el h¨¦roe que siempre ha sido en el imaginario de muchos burkineses y africanos. Y el gran acontecimiento del cine africano, con sede en la capital burkinesa desde 1969, ha creado un Premio Thomas Sankara.

El reconocido director de cine et¨ªope Haile Guerima rechaz¨® en 2009 recoger en persona el m¨¢ximo galard¨®n, el Corcel de Oro, porque Compaor¨¦ estaba a¨²n gobernando. Hab¨ªa prometido no pisar Burkina Faso mientras el asesino de Sankara siguiera en el poder.

La justicia alrededor de uno de los casos m¨¢s c¨¦lebres de todo ?frica avanza con lentitud, y la pol¨ªtica regional sigue escoltando al exilado Compaor¨¦. Pero en la nueva Burkina se puede, al menos, desenterrar sin sordina el s¨ªmbolo de Sankara.