Polonia encabeza el rechazo a la Europa con varias velocidades

La Europa que avanza por partes, con una locomotora m¨¢s r¨¢pida y una cola m¨¢s rezagada, amenaza con convertirse en la nueva se?a de identidad de la UE postbrexit. Temerosos de que este concepto sirva para castigar a Estados que desaf¨ªan a la mayor¨ªa, los socios del Este se oponen con fuerza a las velocidades m¨²ltiples. ¡°No lo aceptaremos jam¨¢s. La diferencia de velocidades abrir¨ªa la puerta a construir clubes de ¨¦lites y a dividir la Uni¨®n Europea¡±, ha alertado rotunda la primera ministra polaca, Beata Szydlo, al t¨¦rmino del encuentro de la UE a 27 Estados (sin Reino Unido) celebrado este viernes en Bruselas. La gobernante polaca interpreta el debate como un intento de los miembros pata negra de la UE de ¡°imponer soluciones¡± a los ¨²ltimos en sumarse al proyecto.

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Con m¨¢s o menos matices, esta visi¨®n es compartida por todo el bloque del Este, frente a la opci¨®n m¨¢s pragm¨¢tica del oeste de Europa para seguir adelante. ¡°El esp¨ªritu de esta UE a varias velocidades es abierto e inclusivo; cada miembro de la familia puede participar en los proyectos, pero no todos necesitan hacerlo¡±, contrapuso la canciller alemana, Angela Merkel, en una comparecencia posterior a la reuni¨®n de jefes de Estado y de Gobierno.

Los l¨ªderes de las instituciones en Bruselas tratan de evitar ese eje Este/Oeste. Especialmente tras la tensa tarde vivida el jueves en Bruselas a cuenta de la reelecci¨®n del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, que Polonia rechaz¨® en solitario. ¡°Veo con sorpresa que esto parece una nueva l¨ªnea divisoria, un nuevo tel¨®n de acero entre el Este y el Oeste. El punto de partida debe ser avanzar juntos como uni¨®n. Despu¨¦s, si algunos quieren hacer m¨¢s, pueden hacerlo¡±, expuso el presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, tratando de quitar hierro a la disyuntiva. Tanto ¨¦l como Donald Tusk insisten en que la uni¨®n a varias velocidades ya existe (en proyectos como el euro o Schengen) y, por tanto, el futuro no tiene por qu¨¦ ser diferente. "Si quieres ir r¨¢pido, ve solo; si quieres ir m¨¢s lejos, vamos juntos", ilustr¨® Tusk, m¨¢s sensible, como polaco, a las cuitas de los nuevos miembros de la UE.

Se trata, en el fondo, de un debate distorsionado. Las distintas velocidades -con diferentes c¨ªrculos de integraci¨®n europea- ya existen. Pero consagrar esta idea como bandera de la nueva UE de 27 miembros emerge como una suerte de amenaza contra quienes rechacen ciertos principios del club comunitario (por ejemplo, la acogida de refugiados si sobreviene una crisis como la de 2015). Todo este debate debe quedar cristalizado en la llamada declaraci¨®n de Roma que aprobar¨¢n los l¨ªderes comunitarios (sin Reino Unido) el pr¨®ximo 25 de marzo en la capital italiana. Ser¨¢ el momento de celebrar el 60? aniversario del Tratado de Roma, piedra angular de la UE, pero tambi¨¦n de definir el futuro del proyecto comunitario tras la salida del socio brit¨¢nico.

Resta?ar heridas

En ese contexto, los l¨ªderes son conscientes de que el alejamiento de los miembros del Este en algunas materias resulta peligroso. Para intentar resta?ar las heridas, tres de los pa¨ªses fundadores de la UE (los integrados en Benelux: Holanda, B¨¦lgica y Luxemburgo) han convocado una especie de minicumbre con el bloque del Este. Se celebrar¨¢ en La Haya antes de verano, seg¨²n explican fuentes diplom¨¢ticas.

Los clubes de Estados dentro de una UE cada vez m¨¢s diversa han ganado peso en los ¨²ltimos a?os. Y aunque el eje francoalem¨¢n sigue marcando el tono en asuntos clave, el proyecto comunitario se ha atomizado en diferentes grupos. El de Visegrado, que aglutina a Polonia, Hungr¨ªa, Rep¨²blica Checa y Eslovaquia, ha adquirido un gran protagonismo, en buena medida como voz cr¨ªtica a las pol¨ªticas de reparto de refugiados entre los socios comunitarios.

¡°Como Benelux, queremos trabajar duro para desempe?ar un papel positivo en el debate sobre el futuro de la UE¡±, ha argumentado el primer ministro holand¨¦s, Mark Rutte, que ha comparecido junto a sus hom¨®logos belga, Charles Michel, y luxemburgu¨¦s, Xavier Bettel, para explicar la iniciativa de la minicumbre. Este mismo n¨²cleo duro de pa¨ªses peque?os pero fundadores ha invitado a los b¨¢lticos (Estonia, Letonia y Lituania) para final de a?o.