Hollande amenaza a la dirigente polaca con retirar fondos europeos

El malestar que gener¨® en Bruselas el vodevil polaco a cuenta de la reelecci¨®n de Donald Tusk inflam¨® los ¨¢nimos de los l¨ªderes el pasado jueves. Francia acab¨® amenazando a Polonia, principal receptora de fondos europeos, con guardar la chequera. Para argumentar que no pod¨ªa votar a favor de Tusk ni de las conclusiones adoptadas por el resto de Estados miembros, la primera ministra, Beata Szydlo, espet¨® a sus colegas: ¡°Nosotros tenemos reglas¡±. Sin dudarlo un segundo, el presidente franc¨¦s, Fran?ois Hollande, contraatac¨®: ¡°Y nosotros tenemos los fondos estructurales¡±.

Nadie m¨¢s quiso hacer sangre, pero el reproche franc¨¦s evidencia un malestar m¨¢s de fondo. Muchos Estados miembros (entre ellos Alemania, Austria e Italia) ya han aireado la amenaza de reducir los fondos europeos a los pa¨ªses que se niegan a acoger refugiados (casi todo el bloque del Este) o que incurren en violaciones de las reglas comunitarias (en particular, Polonia y Hungr¨ªa). El presidente franc¨¦s exhibi¨® el arma m¨¢s potente que tienen los Estados contribuyentes netos (los que aportan al presupuesto comunitario m¨¢s dinero del que reciben) para arredrar a Polonia.

Una alta fuente europea asegura que se trat¨® de una reacci¨®n ¡°visceral¡± en el contexto del resquemor que hab¨ªa en la sala hacia Szydlo por su bloqueo a la cumbre. Y niega que exista la voluntad de ¡°castigar¡± a Polonia o a alg¨²n otro socio cr¨ªtico con las posturas mayoritarias. El mismo alto cargo destaca que la atm¨®sfera se despej¨® mucho en el encuentro del viernes, reservado ya a los Veintisiete (sin la primera ministra brit¨¢nica, Theresa May), y que la dirigente polaca particip¨® de forma constructiva.

No al castigo

El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, quiso disipar el intento de convertir los fondos europeos en una herramienta punitiva. ¡°De ninguna manera esto est¨¢ ligado al presupuesto europeo¡±, zanj¨® en conferencia de prensa.

Pese a todas las cautelas, el debate del presupuesto regresar¨¢. Es cierto que no existe herramienta legal para vincular pol¨ªticas como la acogida de refugiados a la recepci¨®n de fondos estructurales y de cohesi¨®n. Pero tambi¨¦n es cierto que la salida de Reino Unido de la UE representa una ocasi¨®n ineludible para repensar las cifras. Y aunque todas las negociaciones presupuestarias son complejas, en esta habr¨¢ una dificultad a?adida. La retirada brit¨¢nica crear¨¢ en las cuentas comunitarias una brecha cifrada como m¨ªnimo en 7.000 millones de euros anuales. Tapar ese agujero implicar¨¢ aumentar las aportaciones de algunos, pero tambi¨¦n rebajar las cantidades que reciben los m¨¢s beneficiados por ese reparto.

Algunos pa¨ªses (entre ellos Dinamarca) ya han expresado en p¨²blico su rechazo a pagar m¨¢s, especialmente pensando en que varios miembros receptores desaf¨ªan claramente a Bruselas en asuntos fundamentales.