Los fantasmas obligan al presidente de Brasil a dejar la residencia presidencial
Michel Temer ha salido en la prensa de todo el mundo con una broma sobre los "fantasmas" que no le dejaban dormir en la residencia oficial. Su pa¨ªs no se lo ha tomado tan bien
![Tom C. Avenda?o](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fbbd94b05-b3c3-4ca5-989a-940a346deade.png?auth=df1698b869ab039573a5f0cba6bade125a4eb08ebd4466a8ca4a0deba11e32ca&width=100&height=100&smart=true)
![El presidente brasile?o Michel Temer](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ISLOAB4S4HOWDYRE56FDUQ6BZ4.jpg?auth=257ff91b127bb08e7da29f2bced4c9cc11839fcbadd753412a85a57534927e50&width=414)
El presidente brasile?o, Michel Temer, cambi¨® de residencia a finales de febrero: dej¨® el fastuoso palacio de la Alvorada, donde han vivido todos sus antecesores desde hace casi 70 a?os, y se volvi¨® al palacio del Jaburu, hogar de los vicepresidentes y por tanto el suyo entre 2011 y 2016. Si la decisi¨®n resulta inusual, m¨¢s alucinante ha sido la explicaci¨®n que ha dado el dirigente: ¡°Sent¨ªa algo extra?o ah¨ª. Desde la primera noche, no pude dormir. La energ¨ªa no era buena. [Su mujer] Marcela sinti¨® lo mismo. Solo le gustaba a Michelzinho [su hijo, de 10 a?os], que iba corriendo de un lado para otro. Llegamos a pensar, ?habr¨¢ fantasmas aqu¨ª?¡±.
Esa declaraci¨®n se public¨®, dentro de una entrevista a la revista Veja, hace poco menos de una semana y desde entonces se ha convertido en la historia brasile?a m¨¢s popular en lo que va de a?o. Ha aparecido en cientos de medios internacionales, generalmente con un t¨ªtulo del estilo El presidente de Brasil se muda de la residencia oficial por miedo a los fantasmas. Ese en concreto fue el que us¨® del diario argentino Clar¨ªn pero tambi¨¦n se parece al de la revista estadounidense Time o, ya en Espa?a, al ABC. De los cientos medios que han reproducido la historia, el m¨¢s osado es Breitbart News, la web ultraderechista favorita de los allegados a Trump: El presidente de Brasil asegura que ¡°los fantasmas¡± le obligaron a ¨¦l y a su familia a mudarse, titula. Es la ¨²nica versi¨®n en la que los fantasmas no solo est¨¢n ah¨ª sino que son adem¨¢s personajes activos en la historia: obligan al presidente a hacer algo.
Brasil ha reaccionado de forma contraria. Lo de los fantasmas aqu¨ª ha sido algo secundario y el que el mundo entero se haya obsesionado con ello, una sorpresa para algunos vergonzosa. En el pa¨ªs es bien sabido que Temer, poeta en sus ratos libres -ha publicado libros y los versos que le dedica a su mujer, 43 a?os m¨¢s joven que ¨¦l-, tiene una sensibilidad un poco particular y no siempre hay que tomarle al pie de la letra. Tambi¨¦n es bien sabido que el presidente, de 76 a?os, no es especialmente h¨¢bil hablando en p¨²blico: en el D¨ªa Internacional de la Mujer coment¨® que las mujeres tienen una gran participaci¨®n en la econom¨ªa nacional porque ¡°nadie es m¨¢s capaz de indicar los desajustes de los precios en el supermercado¡±. Y tambi¨¦n se sabe que en aquella entrevista lo jugoso no eran los fantasmas, sino que Temer respond¨ªa a preguntas sobre c¨®mo su gobierno, formado en septiembre, ha estado perdiendo ministros a la raz¨®n de uno al mes; de la terrible crisis econ¨®mica que ahoga al pa¨ªs y del caso Petrobras, que est¨¢ llevando al banquillo a la ¨¦lite pol¨ªtica del pa¨ªs. Se sabe, en fin, que lo de los fantasmas era imposible y, adem¨¢s, irrelevante.
El caso es que la historia funcion¨® fuera mejor que dentro, un bonito ejemplo del hueco que hay a veces entre la imagen que proyecta una naci¨®n y la que luego tiene de s¨ª misma. En el caso de Brasil, esas dos im¨¢genes se llevan como el perro y el gato, como se ha escrito ya en cientos de ocasiones: en el pa¨ªs muchos se molestan por sentirse una f¨¢brica de an¨¦cdotas delirantes para el mundo, cuando podr¨ªan aportar mucho m¨¢s. Para muchos en el exterior, resulta frustrante que la ¨²nica forma de entender las complejidades de Brasil sea conociendo al detalle cada una de sus laber¨ªnticas tramas judiciales y pol¨ªticas. Y as¨ª se van colando historias como los fantasmas de Temer, estampas llamativas, f¨¢ciles de vender, no necesariamente representativas pero que al final acaban siendo lo que visible el extranjero de ese pa¨ªs que est¨¢ ah¨ª al lado, tan lejos.
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