El ¡®caso Odebrecht¡¯ golpea la recta final de Santos en Colombia
Las sospechas sobre el esc¨¢ndalo complican el ¨²ltimo a?o de legislatura del presidente
Juan Manuel Santos tendr¨¢ un objetivo central en lo que le queda de mandato. El presidente de Colombia busca proteger su herencia, coronada por el acuerdo de paz con las FARC y el fin de la guerra, ante la incertidumbre de las elecciones de 2018. Pero a esa zozobra se ha sumado de nuevo, esta semana, la sombra del caso Odebrecht, que puede complicar su ¨²ltima etapa como jefe del Gobierno y perjudicar ese legado mientras su popularidad experimenta un constante desgaste.
Ese esc¨¢ndalo de corrupci¨®n ya salpic¨® su campa?a de 2014 despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa vinculara el pasado mes de febrero parte de un soborno recibido por un exsenador, un mill¨®n de d¨®lares, con las cuentas de esa carrera presidencial. La nueva confesi¨®n del entonces gerente de la candidatura, Roberto Prieto, extiende ahora las relaciones con la constructora brasile?a a los comicios de 2010. Este asesor reconoci¨® que la compa?¨ªa les financi¨® con 400.000 d¨®lares que se destinaron a pagar dos millones de carteles electorales y asegur¨® que esas aportaciones eran irregulares.
Desde que se conocieran estos datos, el pasado martes, Santos ha tratado de mover ficha para defender su trabajo y el de su Ejecutivo. Tard¨® solo unos minutos en difundir una declaraci¨®n en la que asegura que no estaba al tanto de los pagos de Odebrecht. ¡°Me acabo de enterar¡±, afirm¨®. En ning¨²n momento neg¨® los hechos, lo que convierte su mensaje en una admisi¨®n indirecta de que pudo suceder. Despu¨¦s, pidi¨® al Consejo Nacional Electoral (CNE), a trav¨¦s del ministro del Interior, que estudie la posibilidad de levantar la prescripci¨®n sobre las cuentas de la campa?a de 2010. Este organismo nombr¨® un ponente para poner en marcha esa operaci¨®n.
El gesto, que busca transmitir transparencia a la ciudadan¨ªa, no ha evitado que las sospechas enturbien las aguas de la confrontaci¨®n pol¨ªtica. El esc¨¢ndalo ha golpeado a la pol¨ªtica colombiana en un momento en el que, con la salida del vicepresidente Germ¨¢n Vargas Lleras que se formalizar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, todos los posibles candidatos se preparan para tomar posiciones en una precampa?a que, de hecho, ya ha comenzado. La investigaci¨®n del caso Odebrecht alcanza tambi¨¦n a la oposici¨®n. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, existen pruebas que demostrar¨ªan que la constructora intervino en la financiaci¨®n de las campa?as de los dos principales aspirantes en las presidenciales de 2014. El principal contrincante de Santos, ?scar Iv¨¢n Zuluaga, de Centro Democr¨¢tico (el partido fundado por el exmandatario ?lvaro Uribe), declar¨® el jueves ante el CNE de forma voluntaria, neg¨® las acusaciones y calific¨® su campa?a de ¡°honorable¡±.
Un informe de la Misi¨®n de Observaci¨®n Electoral (MOE), una plataforma independiente, destaca que seg¨²n datos oficiales los cinco candidatos ¡°gastaron 66.000 millones de pesos en la campa?a de primera vuelta y casi 19.000 mil millones en la de Segunda Vuelta en 2014¡±. En su conjunto, los gastos ascendieron a 85.000 millones de pesos, unos 27 millones de euros. De las cuentas de la primera votaci¨®n, el 45% fue cubierto por anticipos del Estado, pero ni Santos ni Zuluaga recurrieron a la financiaci¨®n estatal en la segunda. Esta circunstancia, denuncia la MOE, ¡°deja ver la magnitud de recursos que no est¨¢n bajo el control estricto de las autoridades y que podr¨ªa ser bastante mayor, teniendo en cuenta que persisten las dudas sobre el inter¨¦s de las campa?as pol¨ªticas por reportar p¨²blicamente el 100% del origen de su financiaci¨®n ante las autoridades¡±.
En este contexto, Colombia afronta las presidenciales de 2018 con nuevas dudas que se a?aden a las tensiones pol¨ªticas generadas por la negociaci¨®n de los acuerdos de paz. Pero el principal blanco de las cr¨ªticas, por la responsabilidad que ocupa, es precisamente el actual presidente. Su imagen, seg¨²n la ¨²ltima medici¨®n de la firma Gallup difundida a principios de marzo, est¨¢ afectada y m¨¢s del 70% de los ciudadanos desaprueba su gesti¨®n, un 10% m¨¢s que hace dos meses.
Santos se dirigi¨® a los colombianos tras ganar las elecciones de 2010 con una declaraci¨®n de intenciones que de alguna manera resulta v¨¢lida para los comicios presidenciales de 2018. ¡°Demos la vuelta a la p¨¢gina de los odios, de las divisiones¡±, exhort¨®. ¡°A Colombia le lleg¨® la hora y esa hora es la hora de la unidad¡±. Aunque estas palabras no hayan perdido su vigencia por la polarizaci¨®n de la sociedad, en los ¨²ltimos siete a?os las circunstancias han cambiado de forma sustancial. En medio quedan un acuerdo entre el Estado y las FARC, el fin del conflicto armado con la principal guerrilla del pa¨ªs y tambi¨¦n un premio Nobel de la Paz. El presidente har¨¢ lo posible para defender su legado.
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