Masiva manifestaci¨®n de apoyo a una gran huelga de maestros en Argentina

Desde hace decenios, la pol¨ªtica argentina se hace en la calle. Casi todo se acaba resolviendo con una marea humana en Plaza de Mayo. Mauricio Macri rompi¨® esa tendencia y gan¨® las elecciones en 2015 casi con disimulo, sin grandes movilizaciones. Pero ahora lleva 15 meses en el poder y vuelve a sufrir la presi¨®n de la calle. Decenas de miles de personas -400.000 seg¨²n los organizadores- marcharon frente a su despacho en Buenos Aires para apoyar a los maestros de la educaci¨®n p¨²blica, que llevan casi tres semanas de huelga por sus bajos salarios. Una manifestaci¨®n espectacular, hist¨®rica, que pone a prueba la resistencia de Macri.

La educaci¨®n p¨²blica argentina fue un ejemplo en todo el mundo. Desde 1880, se convirti¨® en un asunto de Estado. Los argentinos lograron acabar con el analfabetismo antes que muchos pa¨ªses europeos como Espa?a. Pero desde los 70, con la dictadura y las sucesivas crisis econ¨®micas, el deterioro ha sido enorme. Y ahora nadie niega que la educaci¨®n p¨²blica est¨¢ muy mal, a pesar de las enormes inversiones de los ¨²ltimos a?os.

Ahora la clase media en buena parte lleva a sus hijos a la privada, antes casi testimonial. Y los ricos ya no van a la p¨²blica como anta?o porque era mejor. Macri, miembro de una de las familias m¨¢s ricas del pa¨ªs, es el primer presidente que no estudi¨® en la escuela p¨²blica, como sus antecesores, sino en el elitista colegio Cardenal Newman. Es algo com¨²n a muchos de sus ministros.

Todos, Gobierno y oposici¨®n, admiten que la educaci¨®n p¨²blica no est¨¢ bien. Y todos aseguran que quieren defenderla. Pero los maestros dicen que para empezar a arreglarla les tienen que pagar sueldos dignos. Y est¨¢n en huelga porque piden un aumento del 35% este a?o (la inflaci¨®n fue del 40% el a?o pasado y este superar¨¢ probablemente el 20%) y el Gobierno les ofrece un 18%.

Hoy recibieron un respaldo enorme, imposible de obviar pol¨ªticamente, en una marcha venida de todas las provincias que parece el germen de una oposici¨®n que se est¨¢ rearmando para ganarle las pr¨®ximas elecciones de octubre a Macri. ?l, a su vez, quiere mantener el pulso para mostrar que a¨²n controla el pa¨ªs.

Como contrataque a esta movilizaci¨®n, el Gobierno ha hecho p¨²blico un informe que muestra la enorme distancia entre la educaci¨®n p¨²blica y privada, que acrecienta la desigualdad del que fue un d¨ªa el pa¨ªs m¨¢s igualitario de Am¨¦rica. Casi la mitad de los adolescentes de la educaci¨®n p¨²blica no entienden un texto b¨¢sico. En la privada son dos de cada diez. Una frase desafortunada de Macri al explicar estos datos hizo furor en los carteles de la marcha. El presidente habl¨® de la desigualdad entre ¡°los que pueden ir a escuela privada y aquel que tiene que caer en la escuela p¨²blica¡±. ¡°Ca¨ª en la escuela p¨²blica, pienso, leo, y s¨¦ m¨¢s que el presidente¡±. ¡°Ca¨¦te en la escuela p¨²blica y te ense?o a leer¡±, se ve¨ªa en algunas pancartas. Macri tiene ya en los maestros su gran prueba de fuerza real.

El Ejecutivo pide a los profesores que hagan autocr¨ªtica y admitan que si la ense?anza est¨¢ tan mal en parte es por su culpa y por esta tradici¨®n de convocar tantas huelgas que hacen que los padres se vayan a la privada. Y les dice que no hay dinero para pagar m¨¢s del 18%. Les ofrece que si la inflaci¨®n supera esa cifra, les compensar¨¢. Pero los profesores est¨¢n dispuestos a continuar una huelga muy larga.

El Gobierno ve detr¨¢s de este paro a Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, la expresidenta, una especie de l¨ªder de la oposici¨®n en la sombra. ¡°Est¨¢n disfrazando es una discusi¨®n pol¨ªtica, no se animan a discutir el desastre que nos dejaron en la provincia de buenos Aires", asegur¨® Marcos Pe?a, mano derecha de Macri, durante una sesi¨®n en el Congreso. Sus diputados aplaudieron con entusiasmo mientras los opositores le abucheaban.

Los organizadores aseguran que se reunieron 400.000 personas. Las avenidas que llevan a la Plaza de Mayo estaban llenas de manifestantes con todo tipo de pancartas, muchas de ellas de distintos movimientos de izquierda, y miles de batas blancas, el uniforme t¨ªpico de los maestros en Argentina. ¡°No somos esclavos¡±, se le¨ªa en la bata de uno de los maestros, que llevaba colgada una soga al cuello. ¡°Tambi¨¦n somos padres, en nuestras familias, adem¨¢s de ense?ar valores, a¨²n se come¡±, dec¨ªa otra.

¡°?Se dan cuenta que no es Baradel solo, que son cientos de miles de docentes. ?Que quieren, agravar el conflicto?¡±, asegur¨® Roberto Baradel, l¨ªder de los maestros en Buenos Aires, donde la huelga es m¨¢s fuerte. El Gobierno le acusaba a ¨¦l de no querer negociar porque es un aliado pol¨ªtico de Fern¨¢ndez de Kirchner. ¡°Este es el momento, nos tienen que convocar. El Gobierno tiene que reflexionar, ver esta plaza y cumplir con la ley. Lo primero que queremos hablar es de educaci¨®n p¨²blica de calidad. Esto no es una guerra, es un reclamo salarial. Le pido a la gobernadora que vea esta movilizaci¨®n, a la columna de la provincia de Buenos Aires, fueron m¨¢s de 150.000 los que vinieron hoy ac¨¢. Somos cientos de miles de docentes y millones de pap¨¢s que estamos esperando una soluci¨®n¡±. Esta enorme marcha parece servir de previa a una huelga general que ya se est¨¢ convocando para el 6 de abril, la primera que va a sufrir Macri.