Nueva York acuerda un plan para el cierre de Rikers Island
Los presos de la c¨¢rcel del terror se recolocaran en nuevos centros penitenciarios m¨¢s peque?os por la ciudad de los rascacielos
La ciudad de Nueva York llega a un acuerdo para acabar, de una vez para siempre, con la pesadilla de Rikers Island. El alcalde Bill de Blasio anunci¨® este viernes un plan para cerrar el infame centro penitenciario en el plazo de una d¨¦cada. La c¨¢rcel del terror, que est¨¢ situada en una isla junto al aeropuerto de La Guardia, es el ejemplo m¨¢s evidente de la crisis que vive el sistema penal en todos los Estados Unidos.
¡°Nueva York siempre fue mejor que Rikers Island¡±, proclam¨® el dem¨®crata al anunciar el acuerdo con el resto de las fuerzas pol¨ªticas del ayuntamiento para dar este paso. La reducci¨®n de la criminalidad en la mayor metr¨®polis del pa¨ªs permite dar ahora este paso, dijo el alcalde. La idea es que los presos se transfieran hacia peque?as nuevas prisiones en la ciudad. Pero antes debe reducir la poblaci¨®n carcelaria a la mitad.
La ciudad de Nueva York ten¨ªa, en cierta medida, una obligaci¨®n moral con el cierre de Rikers Island, por su largo historial pr¨¢cticas siniestras. Los casos de violencia, abusos y corrupci¨®n llevaron a las autoridades judiciales a actuar para que se impusiera el orden. El camino para cerrar la c¨¢rcel ser¨¢, en todo caso, largo y complejo, porque hay muchas partes del plan anunciado por de Blasio que deben concretarse todav¨ªa.
El gobierno local y todos los actores del sistema judicial penal deben contribuir a los esfuerzos para reducir la poblaci¨®n reclusa y mejorar los programas de reinserci¨®n. En paralelo, se deben destinar fondos p¨²blicos para preparar los centros penitenciaros que acoger¨¢n a los cientos de criminales que cumplen condena en Rikers Island. El objetivo del alcalde es reducir la poblaci¨®n carcelaria a 5.000 personas en una d¨¦cada.
La prisi¨®n empez¨® a funcionar en 1932. El complejo se utiliza para arrestados pendientes de ir a juicio. En los ¨²ltimos tres a?os se logr¨® reducir el n¨²mero de internos en una cuarta parte, hasta cerca de los 10.000 reclusos. Pese ello, el a?o pasado se registraron 12.000 incidentes violentos. En 2015 se contabilizaron m¨¢s de 9.400 asaltos , el m¨¢s alto en cinco a?os.
La poblaci¨®n carcelaria total en el sistema de priciones de la ciudad de Nueva York se elevan a 9.500 presos. El alcalde explic¨® que el primer objetivo es llegar a rebajarla a 7.000 presos en un plazo de cinco a?os. La reducci¨®n ir¨¢ en paralelo a la de Rikers. Si no se cumple, entonces admite que ser¨¢ mucho m¨¢s complicado lograr traspasar a todos los presos en el plazo de 10 a?os fijado.
Situaci¨®n insostenible
La ciudad de Nueva York empez¨® a estudiar varias alternativas para Rikers en el verano de 2015,?con el suicidio del recluso Kalief Browder como detonante. El joven, que falleci¨® con 22 a?os, pas¨® tres a?os en la c¨¢rcel mientras esperaba juicio. Estuvo la mayor parte del tiempo en una celda aislada. La decisi¨®n de cerrar el complejo es, por tanto, una muestra de la propia evoluci¨®n que vive la propia ciudad de los rascacielos.
Bill de Blasio se hab¨ªa evitado hasta ahora pronunciarse abiertamente sobre el cierre de la c¨¢rcel, con el argumento de que el coste financiero iba a ser enorme. Pero la situaci¨®n en la isla se hizo insostenible, porque las condiciones del controvertido complejo se degradan a gran velocidad. Se calcula que el proceso de renovar las c¨¢rceles ya existentes fuera de la isla costar¨¢ unos 6.500 millones de d¨®lares.
El plan puede verse entorpecida por el rechazo de las comunidades en las que se abrir¨¢n las nuevas prisiones. Se desconoce las localizaciones alternativas. Es un detalle, como el coste, que debe finalizarse. La ciudad estableci¨® una comisi¨®n independiente para investigar los casos de brutalidad y corrupci¨®n, que debe entregrar sus recomendaciones este mismo domingo. De Blasio dice que el anuncio es una coincidencia.
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