Mercosur y Alianza del Pac¨ªfico inician la integraci¨®n contra el proteccionismo de Donald Trump

Ya no hay vuelta atr¨¢s. Ese ha sido el mensaje que han dado los cancilleres de los pa¨ªses de Mercosur y Alianza del Pac¨ªfico, en la se?al de largada de un proceso de integraci¨®n de bloques que avanza lento pero sin posibilidades de arrepentimiento. El primer encuentro fue en la Canciller¨ªa argentina en Buenos Aires, ciudad que aloj¨® el Foro Econ¨®mico Mundial sobre Am¨¦rica Latina. El acercamiento de las principales econom¨ªas del Atl¨¢ntico y del Pac¨ªfico sudamericano, a la que se suma M¨¦xico, es un movimiento defensivo ante un mundo que se ha tornado m¨¢s complicado para el comercio de los pa¨ªses emergentes. El proteccionismo de Estados Unidos ha convencido a sus econom¨ªas de la necesidad de potenciar el comercio intrarregional. Mientras M¨¦xico mira hacia el sur, las econom¨ªas del Mercosur han decidido mirar hacia el oeste, donde encontraban hasta ahora posiciones irreconciliables con las pol¨ªticas de izquierda que caracterizaron a su gobiernos hasta hace poco m¨¢s de un a?o.

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¡°Esto es un hito importante en la integraci¨®n latinoamericana, porque nos hemos comprometido a avanzar en un momento en que reina la incertidumbre a nivel internacional y se observan tensiones nacionalistas e incluso xen¨®fobas. Por eso apostamos al multilateralismo y al comercio sustentado en reglas¡° dijo en rueda de prensa Heraldo Mu?oz, ministro de Exteriores de Chile, pa¨ªs que ocupa la presidencia pro tempore de la Alianza del Pac¨ªfico, bloque que tambi¨¦n integran Per¨², Colombia y M¨¦xico. En nombre del Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, habl¨® la canciller Susana Malcorra. Los cancilleres se esforzaron por transmitir que la reuni¨®n fue ¡°intensa¡± y ¡°fruct¨ªfera¡±, con resultados concretos como nunca antes. ¡°Hemos firmado una hoja de ruta de seis puntos bien definidos, que hablan de la complementaci¨®n y el acercamiento entre los dos bloques. El objetivo claro es reforzar el compromiso con el libre comercio y el multilateralismo¡±, dijo Malcorra.

Un eventual acuerdo unir¨¢ a dos bloques que siempre se vieron con recelos. El primero porque consider¨® al Mercosur demasiado politizado y poco eficiente en lo econ¨®mico. El segundo porque ve¨ªa a la Alianza como demasiado alineada los Estados Unidos y excesivamente volcada al comercio. El agua y el aceite. El giro hacia la derecha en Argentina y Brasil fue la piedra de toque de una posible alianza. Los presidentes Mauricio Macri y Michel Temer decidieron enseguida abrir el Mercosur al mundo. Y Donald Trump obr¨® el milagro definitivo. M¨¦xico, y en menor medida Chile, vieron de un d¨ªa para el otro peligrar su comercio con Estados Unidos y decidieron avanzar hacia la posibilidad de alinearse con un Mercosur ahora m¨¢s amigable. Hay consenso en que hay mucho para avanzar, si se compara el porcentaje que alcanza el comercio intrazona en otras regiones del mundo: 69% en la Uni¨®n Europea, 55% en Asia y 18 en Am¨¦rica Latina.

¡°Muy pocas veces en la historia se alinean los escenarios como se est¨¢n alineando hoy¡±, dijo el secretario de Econom¨ªa de M¨¦xico, lldefonso Guajardo Villarreal, durante una presentaci¨®n en el Foro. ¡°Tienes dos grandes pa¨ªses latinoamericanos como Brasil y Argentina que no necesariamente estaban acompa?ando el modelo de apertura de la regi¨®n. Y que ahora estemos en la misma sinton¨ªa tiene que ser capitalizado. Tenemos que reaccionar, no nos podemos quedar inm¨®viles en cuanto a la incertidumbre que llega desde Washington¡±, agreg¨®. En Chile coinciden con esta lectura del nuevo escenario americano. ¡°Es una oportunidad para avanzar hacia una integraci¨®n, en este escenario es casi un imperativo y eso lo hemos tomado en la Alianza del Pac¨ªfico como algo muy concreto¡±, dijo Mu?oz en la mesa que comparti¨® con Guajardo Villareal.

Autom¨®viles sobre la mesa

El encuentro de ayer en Buenos Aires fue el primer paso en un camino largo que reci¨¦n comienza, sobre todo porque el desaf¨ªo es resolver la relaci¨®n de econom¨ªas muchas veces complementarias. El caso de Argentina y M¨¦xico tiene un cap¨ªtulo particular en la producci¨®n de autos. Consultado sobre la posibilidad de que el mercado mexicano se abra a las exportaciones de cereales argentinos, Guajardo Villarreal, dijo, con sorna, que ese tema estar¨ªa resuelto cuando Argentina pusiese ¡°autom¨®viles sobre la mesa¡±. En todo caso, los bloques no hablan de fusi¨®n ni nada parecido. ¡°Nunca estuvo la posibilidad de fusionarnos porque tenemos esquemas distintos y una historia distinta. El objetivo es avanzar en una hoja de ruta concreta que permita abrir mercados y eliminar barreras arancelarias y no arancelarias¡±, dijo Mu?oz.

Quienes m¨¢s tienes para ganar en un eventual acuerdo son Argentina y Brasil. Las dos principales econom¨ªas sudamericanas est¨¢n en crisis y necesitan con urgencia reactivar su comercio con el exterior. La muletilla en Argentina es que Chile, por ejemplo, tiene acuerdos comerciales con el 90% del PIB mundial, y el Mercosur con s¨®lo el 10%. ¡°La oportunidad no est¨¢ en el mercado intramercosur, est¨¢ en abrirse, como Chile¡±, dijo el ministro de la Producci¨®n de Argentina, Francisco Cabrera. ¡°Lo importante es que Argentina y Brasil se abran y lideren el proceso de apertura¡±, coincidi¨®, sentado a su lado en una mesa de debate del Foro su par brasile?o, Marcos Pereira.

El ministro de Econom¨ªa argentino, Nicol¨¢s Dujovne, tambi¨¦n dej¨® en claro la necesidad de su pa¨ªs por abrirse al mundo. ¡°Cada vez que uno se re¨²ne con empresas argentinas que exportan la queja generalizada es ¡®no puedo competir con los chilenos, con los peruanos que entran a tal y tal mercado con un arancel cero cuando nosotros pagamos 10% o 15%. Esto forma parte del proceso de integraci¨®n de Argentina al mundo, en la cual vamos en un proceso lento pero constante. Pero no hay que esperar resultado inmediatos de estas negociaciones que estamos iniciando¡±, dijo. Las discusiones han sido hasta ahora pol¨ªticas, a la espera de las cuestiones comerciales m¨¢s escabrosas. Esa ser¨¢ la batalla de fondo.