El empuje del izquierdista M¨¦lenchon agita la elecci¨®n francesa
¡°Esta campa?a huele mal¡±, dice el presidente de la Rep¨²blica, el socialista Fran?ois Hollande
En la campa?a m¨¢s vol¨¢til en tiempos recientes, el veterano izquierdista Jean-Luc M¨¦lenchon es el nuevo invitado sorpresa, el ¨²ltimo en sacudir inesperadamente los pron¨®sticos. A menos de dos semanas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, M¨¦lenchon se ha colocado en el grupo de los favoritos. La posibilidad de que M¨¦lenchon y Marine Le Pen, la candidata del Frente Nacional, acaben disput¨¢ndose la presidencia ser¨ªa una sacudida al sistema. ¡°Esta campa?a huele mal¡±, ha dicho el presidente Fran?ois Hollande.
La hip¨®tesis de una segunda vuelta entre M¨¦lenchon y Le Pen ¡ªla elecci¨®n entre la expresi¨®n izquierdista y derechista de la ola populista transatl¨¢ntica¡ª es una entre varias, y no la m¨¢s probable, pero tampoco imposible. Ser¨ªa la versi¨®n francesa, y multiplicada por dos, del choque del Brexit o de la victoria de Trump, la disyuntiva, no como en Reino Unido o en EE UU, entre la ruptura y el continuismo, sino entre dos versiones, procedentes de los m¨¢rgenes ideol¨®gicos del sistema de partidos, de la ruptura con el orden establecido. Esta semana los mercados han empezado a mostrar signos de nerviosismo con un aumento de la prima de riesgo de la deuda francesa respecto a la alemana.
M¨¦lenchon y Le Pen coinciden en algunos aspectos del programa econ¨®mico ¡ªambos coquetean con la salida de la UE, promueven un mayor intervencionismo estatal y una rebaja de la edad de jubilaci¨®n¡ª pero mantienen posiciones diametralmente opuestas en materia de inmigraci¨®n.
M¨¦lenchon, un orador vigoroso que fue socialista y ministro en el gobierno de Lionel Jospin y se presenta con la etiqueta de La Francia Insumisa, propugna una Francia abierta a los inmigrantes. Le Pen, la hija del viejo caudillo ultra Jean-Marie Le Pen, promete cerrar a las fronteras a la inmigraci¨®n ¡°legal e ilegal¡±.
Francia elige a su presidente cada cinco a?os con un sistema por dos vueltas. En la primera concurren esta vez once candidatos. De ellos, y a menos que uno supere en la primera vuelta del 23 abril un improbable 50% de votos, se clasificar¨¢n para la segunda los dos primeros. La segunda vuelta se celebra el 7 de mayo.
Le Pen y el candidato centrista Emmanuel Macron, por el nuevo partido En Marcha, encabezan los sondeos, pero en las ¨²ltimas semanas su dominio se ha erosionado. Ambos obtendr¨ªan entre el 23 y 25%. A continuaci¨®n, con un 18 o 19%, llegan el conservador Fran?ois Fillon, por el partido de la derecha tradicional, Los Republicanos, y M¨¦lenchon. Teniendo en cuenta el margen de error de los sondeos, y las oscilaciones que puedan ocurrir en los ¨²ltimos d¨ªas de la campa?a, los cuatro aparecen hoy como los candidatos que se disputar¨¢n las dos primeras plazas.
Prueba de la alarma que suscita la hip¨®tesis M¨¦lenchon, Le Figaro, el gran diario de la derecha francesa, le dedicaba ayer la portada con un titular de impacto: ¡°M¨¦lenchon: el delirante proyecto del Ch¨¢vez franc¨¦s¡±. M¨¦lenchon est¨¢ en sinton¨ªa con la nueva izquierda europea, de Podemos en Espa?a al laborista brit¨¢nico Jeremy Corbyn, pero tambi¨¦n ha reconocido su inspiraci¨®n en la izquierda latinoamericana. ¡®Le Figaro¡¯ destaca que con ocasi¨®n de la muerte de Hugo Ch¨¢vez y de Fidel Castro visit¨® la estatua de Sim¨®n Bol¨ªvar, a orillas del Sena, junto al puente de Alejandro III.
En declaraciones recogidas por Le Monde, y en una entrevista con el semanario Le Point, el socialista Hollande rompe el silencio autoimpuesto sobre la campa?a. En las pasadas semanas expres¨® su temor a que los sondeos infravalorasen el potencial de Le Pen. Ahora ataca, sin citarlo, a M¨¦lenchon. ¡°Existe un peligro con las simplificaciones, que hace que miremos m¨¢s el espect¨¢culo del tribuno que el contenido de su texto¡±, dice Hollande a Le Point.
M¨¦lenchon propone entre otras medidas poner fin a la V Rep¨²blica para restar poder al presidente ante el parlamento, facilitar la participaci¨®n ciudadana por medio de refer¨¦ndums, aumentar el gasto p¨²blico y subir los impuestos, salir de la OTAN, renegociar los tratados europeos o abandonarlos, reforzar el control p¨²blico sobre la ¡°calidad¡± de los medios de comunicaci¨®n y limitar los salarios de los directivos empresariales.
El ascenso de M¨¦lenchon es paralelo al derrumbe del candidato socialista Beno?t Hamon. Ambos peleaban por el voto que va entre la izquierda socialista y la izquierda alternativa. M¨¦lenchon parece haberse convertido en el voto ¨²til de este segmento.
Al mismo tiempo recoge el descontento con las clases dirigentes. El descontento explica la derrota en las primarias del PS y de Los Republicanos de los candidatos favoritos y pr¨®ximos al aparato de los respectivos partidos, as¨ª como la renuncia de Hollande a presentarse a la reelecci¨®n o el ascenso de Macron, un exbanquero y exministro de 39 a?os sin experiencia electoral.
M¨¦lenchon import¨® a la pol¨ªtica francesa la palabra d¨¦gagisme [de d¨¦gager, largarse], inspirada por la primavera tunecina pero con ecos del eslogan que se vayan todos en la Argentina de 2001. Si este es efectivamente el humor de la Francia de 2017, si el hartazgo a izquierda y derecha es la nota dominante, si esta es la campa?a la c¨®lera contra las ¨¦lites y el sistema, la hip¨®tesis de una segunda vuelta M¨¦lenchon-Le Pen no suena descabellada.
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