La oposici¨®n venezolana recobra el impulso con la protesta en la calle

Dos semanas despu¨¦s de las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que situaron a Venezuela al borde de la ruptura constitucional, las protestas no dejan de ganar en intensidad en las calles de Caracas y en otras ciudades del pa¨ªs. Aunque los fallos judiciales fueron rebajados para calmar las aguas, el efecto ha sido el contrario, y las manifestaciones han devuelto la iniciativa a la oposici¨®n contra el presidente Nicol¨¢s Maduro.?

Las decisiones de los magistrados de dejar sin inmunidad a los parlamentarios y retirar luego las competencias a la Asamblea Nacional fueron maquilladas para moderar sus aspectos m¨¢s controvertidos, pero sus efectos han sido exactamente los contrarios a los deseados: en lugar de darle m¨¢s poder al Ejecutivo de Nicol¨¢s Maduro, han devuelto la iniciativa a la oposici¨®n.

El sector opositor, aunque formalmente congregado en torno a la Mesa de la Unidad Democr¨¢tica (MUD), se muestra con frecuencia escindido entre un ala gradualista y otra maximalista. Las tensiones entre unos y otros se hicieron evidentes a prop¨®sito del proceso de di¨¢logo con el Gobierno que en 2016 patrocinaron el Vaticano y la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur), y en el que medi¨® una terna de expresidentes iberoamericanos, con el espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero a la cabeza.

El naufragio en diciembre pasado de las conversaciones, debido en primer lugar a la desconfianza insuperable que existe entre el Gobierno chavista y la oposici¨®n, no dej¨® otro camino que el reencuentro de los dirigentes opositores en la movilizaci¨®n callejera.

Sus principales l¨ªderes, entre ellos el gobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles, han sufrido con los manifestantes los efectos de los gases lacrim¨®genos lanzados por las fuerzas policiales durante las protestas de los ¨²ltimos d¨ªas. Mientras los dirigentes opositores recobran as¨ª cercan¨ªa con sus bases, las protestas se desarrollan en torno a una exigencia clara: la celebraci¨®n de elecciones ya.

Desde la semana pasada, los des¨®rdenes se han producido en Caracas cada vez que los manifestantes ponen rumbo al centro de la ciudad. Sin variaci¨®n, piquetes de los cuerpos de seguridad los disuaden con gases lacrim¨®genos y salvas de perdigones. Hasta el momento, se han producido cinco v¨ªctimas mortales, todas por heridas de bala en ciudades del interior del pa¨ªs.

Intento de agresi¨®n

En esta ocasi¨®n, los llamados colectivos o grupos de base armados del chavismo han participado activamente en las labores de control de los disturbios. A pesar de su car¨¢cter informal, grabaciones en v¨ªdeo en la ciudad de Barquisimeto, capital del Estado de Lara (noreste de Venezuela) han mostrado a esas agrupaciones saliendo en motocicletas desde los cuarteles de la Guardia Nacional (polic¨ªa militarizada).

Se trata de milicias que adquieren la forma de cooperativas empresariales que reciben apoyo financiero del Estado. Miembros de esos grupos fueron quienes supuestamente intentaron agredir el mi¨¦rcoles al arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, y pintaron grafitis contra la Iglesia por toda la ciudad de San Crist¨®bal, capital del Estado de T¨¢chira.

Las movilizaciones de los d¨ªas recientes, realizadas en medio de las vacaciones de Semana Santa, buscan servir como pre¨¢mbulo para la que la oposici¨®n ha llamado ¡°la madre de todas las marchas¡±, a la que convoca el 19 de abril, 207? aniversario del inicio de la lucha por la independencia del dominio espa?ol. Se prev¨¦ que la manifestaci¨®n intentar¨¢ alcanzar alguna sede del Estado en el c¨¦ntrico municipio Libertador.

Desde 2014, las autoridades nacionales han convertido en un asunto de honor impedir el paso hacia esa zona de Caracas, que aloja a la mayor¨ªa de las instituciones del Estado.