Aniquilar a la oposici¨®n

El anuncio de elecciones generales anticipadas en Reino Unido fue una gran sorpresa pero el resultado no lo ser¨¢. Hubo suspense antes del refer¨¦ndum sobre el Brexit el a?o pasado. Hay suspense en v¨ªsperas de las elecciones francesas. Habr¨¢ suspense en las elecciones alemanas. Pero no lo habr¨¢ en Reino Unido. El partido conservador de la primera ministra Theresa May ganar¨¢ el 8 de junio y lo har¨¢, seg¨²n todo indica hoy, por goleada.

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Salvando las obvias diferencias, como por ejemplo que en Reino Unido no hay 150 periodistas en la c¨¢rcel, May se ha decantado por la opci¨®n turca. Al estilo del presidente Erdogan, ganador hace dos d¨ªas de un refer¨¦ndum en Turqu¨ªa que le otorga enormes poderes, lo que busca May es aniquilar la oposici¨®n parlamentaria y concentrar la m¨¢xima autoridad posible en sus manos. En un sistema pol¨ªtico desde ya muy centralizado, su objetivo declarado es tener el m¨¢ximo de libertad de maniobra en las negociaciones que se aproximan con Bruselas sobre los t¨¦rminos de la salida de Reino Unido de la Uni¨®n Europea.

Esto no va a ser un segundo refer¨¦ndum sobre el Brexit. Lo podr¨ªa haber sido si el partido laborista, el principal partido de oposici¨®n, estuviese unido y, en particular, si su l¨ªder poseyera un m¨ªnimo de credibilidad. Pero ni el propio Jeremy Corbyn ni nadie creen seriamente que tiene madera para ser primer ministro; ni ¨¦l ni nadie tienen claro cu¨¢l es la posici¨®n laborista sobre Europa, como tampoco lo tuvieron claro durante la an¨¦mica campa?a que hicieron anterior al refer¨¦ndum del a?o pasado. Bajo el ambiguo y l¨²gubre mando de Corbyn, un viejo so?ador de la vieja izquierda, el tradicional partido de la izquierda brit¨¢nico est¨¢ condenado al harakiri parlamentario.

La ¨²nica noticia remotamente positiva para el laborismo es que su sector m¨¢s pragm¨¢tico, es decir, la gran mayor¨ªa de los diputados en Westminster, tendr¨¢ la oportunidad de elegir otro l¨ªder despu¨¦s del 8 de junio, uno¡ªo una¡ªcapaz un d¨ªa de presentar el partido al electorado como opci¨®n viable de gobierno.

La inc¨®gnita m¨¢s interesante de estas elecciones se centra en el partido Liberal Dem¨®crata. Fue casi aniquilado en las ¨²ltimas elecciones generales, hace dos a?os, despu¨¦s de haber estado en una coalici¨®n con los conservadores en el Gobierno de David Cameron. Pero hoy es el ¨²nico partido en Inglaterra que se opone sin tapujos al Brexit y que, como m¨ªnimo, aspira a que si no hay m¨¢s remedio que salir de la Uni¨®n Europea se haga de la manera m¨¢s suave y menos disruptiva posible, por ejemplo preservando el acceso al mercado ¨²nico europeo.

Tanto las encuestas como los resultados de elecciones parlamentarias en un par de circunscripciones inglesas despu¨¦s del refer¨¦ndum del Brexit hacen pensar que los liberal-dem¨®cratas s¨ª lograr¨¢n conquistar m¨¢s esca?os parlamentarios, especialmente en Londres, territorio mayoritariamente proeuropeo. Pero lo m¨¢s probable es que se los arrebatar¨¢n a los laboristas m¨¢s que a los conservadores que, aunque s¨ª tienen sus divisiones internas sobre el Brexit, tienen fama siempre de cerrar filas cuando llega la hora de la verdad, la de las elecciones.

Salvo una sorpresa mucho mayor incluso que la victoria electoral de Donald Trump, Santa Theresa, como algunos llaman a la hija ¨²nica de un pastor de la iglesia anglicana, reinar¨¢ en el firmamento pol¨ªtico brit¨¢nico para rato.