El amigo del rey de Marruecos que dobl¨® el brazo a los islamistas
El multimillonario ministro de Agricultura y Pesca se ha convertido en el hombre clave en un Gobierno de seis partidos
El magnate petrolero Aziz Ajanuch (Akhannouch, en su transcripci¨®n francesa) es desde hace una d¨¦cada uno de los hombres m¨¢s poderosos de Marruecos. Pero hace dos semanas, con la formaci¨®n del nuevo Gobierno de alianza de seis partidos y el debilitamiento de los islamistas del PJD, su influencia se ha vuelto m¨¢s patente. Este empresario due?o de m¨¢s de 500 estaciones de servicio, de 56 a?os, casado y con tres hijos, propietario del grupo Akwa, est¨¢ considerado por la revista Forbes como el tercer hombre m¨¢s rico de Marruecos, con un capital valorado en 1.400 millones de euros, despu¨¦s del rey Mohamed VI (5.300 millones) y del banquero Othman Benjelloun (1.700).
Ajanuch es tambi¨¦n, desde 2007, ministro de Agricultura y Pesca, organismo clave en Marruecos y en las relaciones con Espa?a y la Uni¨®n Europea. Desde el a?o pasado es presidente del partido liberal Reagrupamiento Nacional Independiente (RNI). Es due?o del grupo de comunicaci¨®n Caract¨¨res, que a su vez posee el semanario econ¨®mico La Vie ?co. Y, sobre todo, es amigo ¨ªntimo de Mohamed VI, como qued¨® reflejado en 2013, al agasajar en su mansi¨®n de Casablanca al rey y su esposa, con la cena correspondiente al fin de una jornada de ramad¨¢n. Muy pocas personas en Marruecos, y probablemente ning¨²n otro pol¨ªtico, comparten como ha hecho ¨¦l algunas vacaciones con el rey.
Fue su padre, Ahmed Oulhaj Ajanuch, muerto a finales de los ochentas, quien fund¨® el grupo Akwa. Pero fue el hijo, tras haber estudiado mercadotecnia en Canad¨¢, quien volvi¨® a Marruecos y ensanch¨® el horizonte del imperio econ¨®mico familiar. Tanto su padre como ¨¦l manten¨ªan excelentes relaciones con los ministros m¨¢s poderosos -y temidos- de Hassan II (1961-1999).
Muy pocas personas en Marruecos, y tal vez ning¨²n otro pol¨ªtico, comparten como ha hecho ¨¦l algunas vacaciones con el rey
Ajanuch habla poco, pero cuando lo hace sabe hacerse escuchar, a sabiendas de que raramente dir¨¢ algo con lo que el rey no est¨¦ de acuerdo. Se le escuch¨® muy bien en febrero, a ra¨ªz de una respuesta parlamentaria por escrito del comisario europeo de Acci¨®n por el Clima y Energ¨ªa, Miguel Arias Ca?ete, donde este afirm¨® que el S¨¢hara Occidental es un territorio de condici¨®n jur¨ªdica y separada de Marruecos, algo que acababa de sentenciar en diciembre la Corte de Luxemburgo, m¨¢ximo ¨®rgano de justicia europea. Ajanuch amenaz¨® entonces con aflojar el control sobre la inmigraci¨®n ilegal. Se?al¨® ante la Agencia EFE: ¡°?C¨®mo quer¨¦is (los europeos) que hagamos el trabajo de bloquear la emigraci¨®n africana y hasta la marroqu¨ª si hoy Europa no quiere trabajar con nosotros? ?Por qu¨¦ vamos a seguir haciendo de gendarmes y darles empleo (a los africanos establecidos en Marruecos)?¡±.
No obstante, las relaciones con Espa?a siempre fueron buenas. En abril de 2016 el Gobierno espa?ol le premi¨® con la Gran Cruz de la Orden Civil del M¨¦rito Agrario y Pesquero, la condecoraci¨®n m¨¢s importante en el sector agroalimentario. La ministra de Agricultura, Isabel Garc¨ªa Tejerina, destac¨® la ¡°decisiva contribuci¨®n¡± de Ajanuch para culminar en 2012 la firma del Acuerdo de Pesca entre la Uni¨®n Europea y Marruecos. Esta semana, Garc¨ªa Tejerina visit¨® Marruecos y recalc¨® que mantiene con Ajanuch una excelente relaci¨®n.
Ajanuch nunca fue un hombre de carisma que atrajera a las masas. Precisamente, ese capital pol¨ªtico es lo que siempre tuvo el secretario general del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), Abdelil¨¢ Benkir¨¢n, el ¨²nico dirigente marroqu¨ª capaz de concentrar a 20.000 personas en sus m¨ªtines. Durante cinco meses Ajanuch libr¨® contra el llamado Messi de los islamistas un pulso donde no se hablaba de programas pol¨ªticos, ni de ideolog¨ªa, sino de cuotas de poder.
En las legislativas de 2011, el partido de Ajanuch, claramente en sinton¨ªa con el palacio real, qued¨® en el tercer puesto, con solo 52 esca?os de los 395 que tiene el Parlamento, mientras Benkir¨¢n consegu¨ªa la victoria con 107 diputados. El a?o pasado los resultados en las legislativas del RNI fueron a¨²n peores. La formaci¨®n de Ajanuch qued¨® en cuarto puesto, con solo 37 diputados, muy por detr¨¢s de los islamistas, que obtuvieron 125. Pero Benkir¨¢n necesitaba pactar con Ajanuch y otros l¨ªderes pol¨ªticos para gobernar. Y Ajanuch le exigi¨® la incorporaci¨®n al Gobierno de dos partidos que Benkir¨¢n no estaba dispuesto a aceptar.
El pulso entre ambos dur¨® m¨¢s de cinco meses. Cinco meses en los que no hubo Gobierno electo en Marruecos. No es dif¨ªcil adivinar qui¨¦n gan¨®. Mohamed VI, haciendo uso de las prerrogativas que le otorgan la Constituci¨®n, destituy¨® a Benkir¨¢n. Nombr¨® como nuevo jefe de Gobierno al n¨²mero dos del PJD, Saeded¨ªn El Otmani, y este acept¨® en apenas cinco d¨ªas todo lo que Benkir¨¢n rechaz¨® en cinco meses. El resultado fue la formaci¨®n de un Gobierno de alianza de seis partidos en el que los islamistas ven su poder diluido (solo consiguen 11 de las 36 carteras). Ajanuch, sin embargo, a?ade a su ministerio las competencias de Desarrollo Rural, Aguas y Bosques, de gran relevancia en las grandes obras de infraestructuras previstas. Adem¨¢s, su partido consigue hacerse con los principales ministerios econ¨®micos.
El viernes 7 de abril la directora del semanario marroqu¨ª Telquel, A?cha Akalay, describ¨ªa en una columna a Ajanuch como el hombre que ¡°no comunica jam¨¢s, que no explica nada a la opini¨®n p¨²blica y se protege detr¨¢s de sus lugartenientes¡±. Ese hombre, dec¨ªa, ¡°ha ganado un privilegio normalmente reservado a quienes ganan unas elecciones¡±.
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