Javier Duarte rechaza entregarse a M¨¦xico e iniciar¨¢ el proceso de extradici¨®n en Guatemala
El exgobernador comenzar¨¢ en los tribunales guatemaltecos un tr¨¢mite que puede durar entre cuatro meses y un a?o
189 d¨ªas de silencio llegaron a su fin este mi¨¦rcoles. Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz, ha encarado a un tribunal por primera vez desde que se dio a la fuga en octubre pasado. El pol¨ªtico expulsado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) escuch¨® de la voz de los fiscales guatemaltecos los delitos por los que M¨¦xico lo reclama: delincuencia organizada y lavado de dinero. ¡°Durante su mandato realiz¨® un complejo esquema de desv¨ªo de recursos y pretendi¨® otorgarle apariencia de licitud¡±, ley¨® Jos¨¦ Antonio Galdam¨¦s, uno de los fiscales. El ministerio p¨²blico cit¨® la acusaci¨®n formulada por la Fiscal¨ªa mexicana, que responsabiliza a Duarte de encabezar y girar instrucciones a una red de testaferros que ¡°compr¨® propiedades con recursos que proven¨ªan de las arcas de Veracruz¡±.
El exmandatario neg¨® entregarse a las autoridades mexicanas en su primera audiencia, pero dej¨® la puerta abierta para hacerlo durante el tr¨¢mite legal, que inicia hoy y puede extenderse de cuatro meses hasta un a?o. ¡°No puedo allanarme hasta que llegue la solicitud formal de extradici¨®n y que sea evaluada por mi defensor¨ªa. Esto no quiere decir que no lo vaya a hacer¡±, dijo Duarte. El Gobierno de Enrique Pe?a Nieto tiene 60 d¨ªas desde hoy para presentar su solicitud formal y reclamar al pr¨®fugo.
Duarte lleg¨® al mediod¨ªa a las instalaciones del Quinto Tribunal de sentencia penal. Recorri¨® cuatro cuadras desde el Fuerte San Rafael de Matamoros en un veh¨ªculo blindado hasta la Torre de Tribunales. Fue hasta que se abrieron las puertas de la camioneta que el pol¨ªtico se dio cuenta de la expectativa que su caso ha despertado en M¨¦xico. Un enjambre de periodistas lo rode¨® inmediatamente y no lo dej¨® un solo segundo hasta que entr¨® a la sala de audiencias. La nube de reporteros le gritaba preguntas que cualquier mexicano pudo haberle hecho a quien se ha convertido en emblema de la corrupci¨®n pol¨ªtica:
-¡°?Tienes remordimientos?¡±
-¡°?Sabes lo que te espera?¡±
-¡°?Qu¨¦ tienes que decirle a los veracruzanos?¡±
El exgobernador se mantuvo en silencio ante las increpaciones. Camin¨® en el centro de la turba con el rostro serio, duro. El acusado, rodeado por polic¨ªas guatemaltecos, iba vestido con una camisa a cuadros y con un chaleco de Kevlar. Estaba esposado. Al sentarse frente a los tres jueces confirm¨® llamarse Javier Duarte de Ochoa, tener 43 a?os, ser exfuncionario p¨²blico y ostentar un doctorado en Econom¨ªa.
El proceso que sigui¨® a este formalismo dibuj¨® el camino que le espera a Duarte una vez que sea entregado a M¨¦xico. El acusado estaba sentado en una silla, encarando a los jueces del tribunal. A su izquierda dos abogados de oficio y su defensor privado, Pablo Campuzano. A su derecha, los fiscales. Galdam¨¦s ley¨® la minuciosa descripci¨®n que el Gobierno mexicano ha hecho de la red de lavado de dinero que Duarte construy¨® para desviar dinero p¨²blico.
La trama de desv¨ªo de dinero inici¨® a finales de 2010, cuando Duarte lleg¨® al Gobierno de Veracruz. ¡°Invit¨® a varios de sus amigos a colaborar con ¨¦l para hacer negocios¡±, cit¨® el fiscal Galdam¨¦s de la causa penal 97/2016, de la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica. Esos amigos reclutados --algunos de los cuales han declarado ante las autoridades-- son: Alfonso Ortega, Mois¨¦s Manzur, Mario Rosales, Jos¨¦ Juan Janeiro Rodr¨ªguez y Rafael Rosas Bocardo.
Cada uno ten¨ªa una funci¨®n espec¨ªfica en la red, pero todos sirvieron de testaferros para las propiedades que Duarte acumul¨® a lo largo de su mandato. Alfonso Ortega se ocupaba de buscar oportunidades para inversiones. Romero de la estructura, Manzur de los aspectos financieros. Rosas Bocardo dar¨ªa su nombre para adquirir inmuebles y Rosales har¨ªa parecer todo legal desde una notar¨ªa.
La Fiscal¨ªa mexicana utiliz¨® el testimonio de Ortega para construir el relato. Duarte le pidi¨® en una fiesta de fin de a?o en 2010, celebrada en Ixtapa (Guerrero), recibir recursos y destinarlos a varias inversiones. Esa noche, seg¨²n Ortega, se enter¨® que Duarte era propietario de tres departamentos en el complejo Finestre de la costa. Cada propiedad fue comprada en mayo de ese a?o, meses antes de que Duarte llegara al poder, por 1.5 millones de d¨®lares cada uno. La vista de este mi¨¦rcoles tambi¨¦n ha revelado que Duarte tiene, al menos, otra casa en C¨®rdoba (Veracruz), un departamento en Boca del R¨ªo (Veracruz) y otro apartamento en la exclusiva zona de Campos El¨ªseos, en Polanco (Ciudad de M¨¦xico). Este ¨²ltimo a nombre de Manzur.?
En febrero de 2011 el grupo cre¨® una inmobiliaria. Tres meses despu¨¦s, la compa?¨ªa fue utilizada para comprar dos casas en la exclusiva zona de Las Lomas, en la Ciudad de M¨¦xico, por 47 millones de pesos (2.4 millones de d¨®lares). ¡°Duarte dijo a Ortega que pretend¨ªa construir ah¨ª su casa de retiro¡±, ley¨® el ministerio p¨²blico.
La audiencia revel¨® con otro caso c¨®mo funcionaba la red. El grupo compr¨® 21 parcelas en un ejido del estado de Campeche por 20 millones de pesos. Ortega, Janeiros, Rosas Bocardo y Manzur falsificaron documentos para comprobar que hab¨ªan vivido un a?o en la comunidad. Despu¨¦s, vendieron los terrenos a empresas fantasmas creadas por ellos a un precio otorgado por un tasador favorable. Las autoridades calculan que unos 350 millones de pesos (18.5 millones de d¨®lares) de recursos de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n fueron desviados con este esquema para comprar propiedades. La Auditor¨ªa Superior de la Federaci¨®n asegura que el Gobierno de Duarte no pudo comprobar el destino de 1.700 millones de d¨®lares ejercidos en cuatro a?os.?
El boquete financiero provocado por los continuos desv¨ªos comenz¨® a dar problemas a finales de 2015. El gobernador ten¨ªa problemas con el gasto corriente y solicit¨® a Janeiro facilitarle un cr¨¦dito para cubrir n¨®minas y aguinaldos. Desde entonces, Duarte y su grupo de testaferros se enfocaron en ocultar sus huellas. En septiembre de 2016, Janeiro dijo a Duarte que no hab¨ªa podido ¡°regularizar la sustracci¨®n¡± y que el asunto ¡°era francamente complicado¡±. El operador explic¨® al gobernador que en el sistema bancario hab¨ªa evidencias del dinero que se llev¨® de la Secretar¨ªa de Educaci¨®n a las empresas fantasmas.
Duarte huy¨® menos de un mes despu¨¦s de esa reuni¨®n. Vivi¨® seis meses a salto de mata hasta que la polic¨ªa mexicana lo caz¨® el s¨¢bado pasado en un balneario del lago de Atitl¨¢n. Duarte comienza hoy otro camino, rumbo al norte, que lo llevar¨¢ hasta los tribunales mexicanos. Su juicio, una vez extraditado, ser¨¢ como el de hoy. P¨²blico y oral. Algo nunca antes visto en M¨¦xico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.