Macron se enfrenta a Le Pen como favorito en la segunda vuelta
El candidato europe¨ªsta y liberal recibe el apoyo del conservador Fillon y el socialista Hamon
La elecci¨®n ser¨¢ di¨¢fana, sin riesgo de confusi¨®n ni puntos de conexi¨®n entre los aspirantes, dos propuestas antag¨®nicas para el futuro de Francia y de Europa. Emmanuel Macron, del nuevo partido En Marcha!, es el m¨¢s votado en la primera vuelta de las elecciones francesas del 23 de abril. Le sigue Marine Le Pen, candidata del Frente Nacional. Ambos se enfrentar¨¢n en la segunda vuelta, el 7 de mayo. El pr¨®ximo presidente ser¨¢ o bien un exbanquero con escasa experiencia y un mensaje europe¨ªsta y liberal, o la heredera de la ultraderecha, partidaria de salir de la Uni¨®n Europea. Macron parte como claro favorito para la segunda vuelta, seg¨²n los sondeos, y ha recibido el apoyo de sus rivales socialista y conservador. El izquierdista Jean-Luc M¨¦lenchon eludi¨® pronunciarse.
La clasificaci¨®n de Macron, de 39 a?os, y Le Pen, de 48 a?os, en la primera vuelta de las elecciones deja fuera a las dos grandes familias pol¨ªticas francesas ¡ªla socialista y la gaullista¡ª por primera vez desde que se fund¨® la V Rep¨²blica en 1958. Pone cara a cara a dos candidatos que reniegan de la etiqueta izquierda y derecha y aspiran a ser transversales. Aunque Le Pen est¨¦ gen¨¦tica y filos¨®ficamente adscrita a la tradici¨®n de la derecha extrema aut¨®ctona. Y aunque sea indisimulable la filiaci¨®n de Macron ¡ªcriado pol¨ªticamente en el El¨ªseo del presidente saliente Fran?ois Hollande¡ª con el centroizquierda socialista, una especie tercera v¨ªa a la francesa.
En los minutos posteriores al anuncio de los resultados, Macron recibi¨® una catarata de apoyos en vistas a la segunda vuelta, procedentes de la izquierda pero tambi¨¦n, significativamente, de Los Republicanos del conservador Fran?ois Fillon, el gran derrotado de la noche. El propio Fillon, los exprimeros ministros Alain Jupp¨¦ y Jean-Pierre Raffarin, o barones regionales de la derecha como Christian Estrosi declararon que votar¨ªan a Macron, adversario hasta esta misma noche, para frenar a Le Pen. La movilizaci¨®n en favor del candidato de En Marcha! hace presagiar la formaci¨®n de un frente republicano ¡ªuna amplia coalici¨®n de izquierdas, centro y derecha contra la extrema derecha¡ª para evitar la victoria del Frente Nacional.
La final Le Pen-Macron abre la inc¨®gnita sobre qu¨¦ mayor¨ªa parlamentaria dispondr¨¢ el pr¨®ximo presidente. Gane quien gane, no est¨¢ claro que sus partidos tengan la suficiente tracci¨®n para conseguir los diputados necesarios para gobernar en las elecciones legislativas de 11 y el 18 de junio.
Comienzan dos semanas de campa?a intensa en la que se chocar¨¢n dos visiones opuestas sobre el futuro de Francia, Europa y el mundo. El pulso reproduce el de junio de 2016 en Reino Unido entre los partidarios de continuar en la UE y los partidarios de abandonarla, y el de noviembre del mismo a?o en EE. UU. entre la candidata dem¨®crata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.
Es la misma fractura que atraviesa las sociedades occidentales en la complicada d¨¦cada posterior a la gran recesi¨®n. Seg¨²n el pa¨ªs, y seg¨²n el color ideol¨®gico de quien formula en an¨¢lisis, adopta una definici¨®n distinta, pero las l¨ªneas divisorias son las mismas. Pueblo contra ¨¦lites; perdedores contra ganadores de la globalizaci¨®n; campo contra ciudades; personas sin y con educaci¨®n superior; nacionalismo contra internacionalismo; repliegue y apertura; intervencionismo econ¨®mico y liberalizaci¨®n suave.
Los sondeos elaborados antes de la elecci¨®n de esta noche pronosticaban, en caso de un enfrentamiento de Le Pen y Macron en la segunda vuelta, una victoria amplia de Macron. Pero la clasificaci¨®n de ambos puede transformar la din¨¢mica de una campa?a en la que hasta ahora participaban once candidatos. Le Pen y Macron deber¨¢n esforzarse por ampliar el campo, seducir a votantes de otros candidatos para sumar el 50% de votos m¨¢s 1 necesarios para convertirse en el pr¨®ximo presidente de Francia. En los pr¨®ximos d¨ªas se espera que Hollande pida el voto por Macron y que los candidatos derrotados se pronuncien y eventualmente se sumen a la campa?a de uno de los finalistas.
Macron, por su posici¨®n central en el tablero, lo tiene m¨¢s f¨¢cil para atraer tanto a votantes de la izquierda como de la derecha
Le Pen parte de una posici¨®n de desventaja. Durante semanas los sondeos pronosticaban que ser¨ªa la m¨¢s votada. Si queda segunda, como apuntan las primeras proyecciones, ser¨¢ una peque?a derrota.
El FN, el partido que fund¨® su padre, Jean-Marie Le Pen, y que ella hered¨®, ha vivido durante d¨¦cadas estigmatizado en la vida p¨²blica francesa. Est¨¢ por ver si los esfuerzos por desdiabolizarlo desde que ella asumi¨® las riendas y rompi¨® con su padre dar¨¢n resultado.
El drama del FN en las elecciones recientes es que, por mucho que sea el partido m¨¢s votado en elecciones regionales o municipales, en la segunda vuelta el resto de votantes se une contra ¨¦l y lo elimina. Le ocurri¨® a la propia Le Pen en su feudo de la regi¨®n Norte-Paso de Calais cuando en la primera vuelta de las regionales de 2015 sac¨® un 40% de votos y sin embargo perdi¨® la segunda vuelta. El FN gan¨® en seis regiones en la primera vuelta de aquellas elecciones, pero no gobierna en ninguna. Pese a contar con el apoyo de un 20% de franceses como m¨ªnimo, s¨®lo tienen 2 diputados en la Asamblea Nacional. El sistema de dos vueltas, tambi¨¦n en las legislativas, le condena. Y este es su mayor obst¨¢culo ahora: romper el cerrojo del ¡®todos contra Le Pen¡¯ en la segunda vuelta de las presidenciales del 7 de mayo.
Un primer paso podr¨ªa ser suavizar las promesas menos populares de su programa, como la salida de la UE y del euro para regresar al franco franc¨¦s. La esperanza de Le Pen es seducir a una combinaci¨®n de votantes del sector m¨¢s duro de Los Republicanos de Fillon y de votantes de la extrema izquierda que quieran dar un golpe al sistema.
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Macron, por su posici¨®n central en el tablero, lo tiene m¨¢s f¨¢cil para atraer tanto a votantes de la izquierda como de la derecha. Contar¨¢ con el aval de buena parte del establishment econ¨®mico y pol¨ªtico, y del amplio espectro de votantes que ven al FN como a un partido apestado, de corte casi fascista. Si en 2002, cuando Jean-Marie Le Pen pas¨® por sorpresa a la segunda vuelta, millones de votantes de izquierda votaron al derechista Jacques Chirac y le dieron la victoria m¨¢s holgada en la historia de la V Rep¨²blica, esta vez podr¨ªa ocurrir algo similar.
La final Macron-Le Pen supone en todo caso una ruptura en el sistema, un rechazo, cada uno con una ¨®ptica distinta, a la clase pol¨ªtica que ha regido el pa¨ªs desde hace d¨¦cadas. Hace un a?o parec¨ªa que en estas elecciones se enfrentar¨ªan figuras como el presidente Hollande o su antecesor Nicolas Sarkozy. Finalmente ser¨¢n las del cambio de guardia en la V Rep¨²blica.
Macron, que fue banquero en Rotschild y ministro de Econom¨ªa con Hollande, es un reci¨¦n llegado en la escena pol¨ªtica, un desconocido hasta hace dos a?os por el gran p¨²blico que se ha saltado todas las etapas requeridas para un aspirante presidencial. Su victoria le convertir¨ªa en el presidente m¨¢s joven de la V Rep¨²blica. Supondr¨ªa una renovaci¨®n generacional, un nuevo estilo. La victoria de un exbanquero europe¨ªsta, favorable a la globalizaci¨®n, liberal y apoyado por el establishment de su pa¨ªs obligar¨ªa a revisar el relato sobre la ola populista en las sociedades occidentales.
Le Pen, aunque su apellido sea una presencia p¨²blica desde los a?os cincuenta y aunque cuenta con el respaldo de millones de franceses, ha sido excluida de los c¨ªrculos del poder. Si ganase, el cambio de guardia ser¨ªa lo menos significativo. Con un presidente favorable a la salida de la UE y del euro, al cierre de las fronteras a la inmigraci¨®n, Francia, y Europa, entrar¨ªan en territorio desconocido.
El sistema de grandes partidos, en crisis
Ni socialistas ni conservadores: la crisis de los grandes partidos ha llegado a Francia. Las dos grandes familias pol¨ªticas que han articulado la Francia de la V Rep¨²blica ¡ªla izquierda no comunista de la SFIO primero y el PS despu¨¦s, y la coalici¨®n del gaullismo y otras expresiones del centroderecha, hoy con el nombre de Los Republicanos¡ª quedaron fuera de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Es la primera vez que ninguna de estas dos familias logra disputar la presidencia de la Rep¨²blica. En dos ocasiones, 1969 y 2002, los socialistas faltaron a la cita. En 1969 su candidato, el alcalde de Marsella Gaston Defferre, sac¨® poco m¨¢s de un 5% de votos, por detr¨¢s de los candidatos gaullista, centrista y comunista. En 2002, el entonces primer ministro Lionel Jospin qued¨® fuera de la segunda vuelta, superado por el presidente Jacques Chirac y el candidato del Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen. Los conservadores han estado en todas las segundas vueltas, fuese con candidatos gaullistas o del centroderecha como Val¨¦ry Giscard D'Estaing en 1974 y 1981. Se abre ahora una crisis profunda, quiz¨¢ una refundaci¨®n o una escisi¨®n, para el PS de Beno?t Hamon, desgarrado por el flanco izquierdo por La Francia Insumisa de Jean-Luc M¨¦lenchon, y por la derecho por la empuje del centrista Emmanuel Macron. En Los Republicanos comienza otra batalla en la que desde viejas glorias como el expresidente Nicolas Sarkozy hasta valores emergentes como varios barones regionales reclamar¨¢n el derecho a influir. La derrota del PS y Los Republicanos es una victoria del 'd¨¦gagisme' (de d¨¦gager, largarse), la peculiar versi¨®n francesa --radical en el caso de Marine Le Pen, suavizada por la continuidad con el sistema en el de Macron-- del 'que se vayan todos', la voluntad de recambio del personal gobernante.
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