Bruselas da un apoyo categ¨®rico a Macron
El comisario Moscovici subraya que la segunda vuelta ser¨¢ "un refer¨¦ndum sobre Europa"
Europa ha recibido con alivio el resultado electoral franc¨¦s que abre las puertas del El¨ªseo a Emmanuel Macron. "La segunda vuelta es un refer¨¦ndum sobre Europa", ha resumido el comisario europeo Pierre Moscovici ante un grupo de corresponsales comunitarios en Bruselas. El responsable de Asuntos Econ¨®micos del Ejecutivo comunitario ha mostrado un apoyo rotundo, cerrado, categ¨®rico al centrista Macron para la segunda vuelta de las presidenciales francesas. "Hay un candidato proeuropeo, Macron, y una candidata que quiere salir del euro y romper la Uni¨®n Europea, Marine Le Pen", ha explicado el socialista franc¨¦s Moscovici; "Europa deber¨ªa hacer todo lo que est¨¦ en su mano para conseguir que Le Pen tenga los menores apoyos posibles en la segunda vuelta". "Votar¨¦ por Macron, por Europa y contra el Frente Nacional", ha destacado, despu¨¦s de que el presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker, haya dado tambi¨¦n su apoyo expl¨ªcito a la ¨²ltima esperanza del europe¨ªsmo continental.
Algunos suspiros pueden ser atronadores: el respiro de alivio en Bruselas ha sido como un redoble de tambor. Las presidenciales francesas eran una suerte de final¨ªsima para el populismo continental, despu¨¦s del Brexit, la elecci¨®n de Donald Trump en Estados Unidos y una primera derrota para los ultras en Holanda hace unas semanas. Todos los sondeos dan ahora la victoria por un amplio margen a Macron en la segunda vuelta; lo contrario, el triunfo de Le Pen, podr¨ªa provocar la salida de Francia del euro y la posterior ruptura de la eurozona. Con la derrota de Fran?ois Fillon queda fuera la agenda m¨¢s liberal (o pr¨¢cticamente neoliberal), una versi¨®n francesa del thatcherismo; con Jean-Luc M¨¦lenchon fuera de la segunda vuelta, se elimina tambi¨¦n la agenda de la izquierda, m¨¢s a¨²n con la peor derrota del Partido Socialista Franc¨¦s desde 1969 y la socialdemocracia tradicional en peligro de extinci¨®n en varios pa¨ªses de la Europa continental. Moscovici, sin embargo, ha alertado contra las voces que hablan del final de la ola populista. "La mala noticia de las elecciones es que Le Pen obtiene un resultado hist¨®ricamente elevado. El escenario catastr¨®fico de una presidenta del Frente Nacional no va a producirse, pero el resultado de la primera vuelta da cuenta de un pa¨ªs muy fragmentado, fracturado, y la obligaci¨®n de los franceses y de los europeos es estar vigilantes de cara a la segunda vuelta".
Tambi¨¦n en Berl¨ªn el paso de Macron la segunda vuelta ha supuesto un alivio que desde los despachos oficiales no se han preocupado demasiado en ocultar. Lo extraordinario de estas elecciones galas, convertidas casi en un plebiscito sobre el modelo de sociedad que quiere Francia y tambi¨¦n Europa, ha animado a los alemanes a dejar de lado el respeto y la no injerencia en el proceso electoral. Berl¨ªn no se cansa de repetir que necesita una Francia fuerte para reconstruir una Europa fuerte y esa fortaleza piensan solo puede venir de la mano del centrista Emmanuel Macron. Con Reino Unido de salida y las fuerzas eur¨®fobas galopando a buen paso por el continente, la sinton¨ªa y la complicidad entre Par¨ªs y Berl¨ªn se ha convertido en un factor crucial para la estabilidad del proyecto europeo. ¡°Estamos contentos y aliviados de que los franceses hayan votado a favor de Europa¡±, ha interpretado Georg Streiter, portavoz adjunto de la canciller Angela Merkel. Horas antes, Steffen Seibert, portavoz de la canciller, hab¨ªa elogiado el compromiso de Macron ¡°por un Europa fuerte y una econom¨ªa de mercado social".
Berl¨ªn y Bruselas respiran, pero las instituciones europeas siguen teniendo el miedo en el cuerpo. Macron consigue una victoria s¨®lida y los sondeos le dan la presidencia con claridad el 7 de mayo. Los europe¨ªstas interpretan como una gran victoria el 24% de Macron, pero los candidatos eur¨®fobos, euroesc¨¦pticos y eurorreticentes obtienen m¨¢s del doble de los sufragios. La primera vuelta no da para sacar conclusiones definitivas, m¨¢s all¨¢ de que se consolida el voto anti establishment (Le Pen y Macron son dos outsiders, aunque todos los grandes partidos apoyen ahora al segundo) y de que Francia deber¨¢ lidiar con la enfermedad holandesa: una enorme fragmentaci¨®n pol¨ªtica.
Le Pen sigue en liza y su victoria ser¨ªa una suerte de Stalingrado: ni siquiera los mercados le han puesto precio. En cambio, Macron tiene el viento a favor de los inversores, y de las instituciones europeas. En Bruselas gusta su perfil reformista. Sus propuestas incluyen un plan de inversi¨®n de 50.000 millones, propuestas para estimular la demanda privada y el empleo con una rebaja de los impuestos a las empresas y una reforma de la Seguridad Social que favorezca la redistribuci¨®n: menos protecci¨®n para los contratos fijos. Las ideas liberales del candidato de En Marcha suenan a m¨²sica celestial en Europa: Macron aspira a proponer un presupuesto com¨²n para la eurozona, y una mayor uni¨®n fiscal y pol¨ªtica. Nadie m¨¢s ¡ªcon la excepci¨®n de Mariano Rajoy¡ª apoya con claridad esa posici¨®n en el continente. Y sin embargo "tras las elecciones alemanas puede haber una ventana de oportunidad para esas propuestas", a juicio de Moscovici.
"Es una elecci¨®n muy clara: una Francia en el coraz¨®n de Europa o una Francia sin Europa: dos visiones sobre la sociedad, dos visiones opuestas sobre la econom¨ªa, valores y apertura frente a nacionalismo y hostilidad", ha enfatizado Moscovici. En Berl¨ªn, a cinco meses de las elecciones generales, el paso de Macron a una segunda vuelta en la que los partidos tradicionales har¨¢n pi?a para derrotar al Frente Nacional supone adem¨¢s para el establishment alem¨¢n una suerte de reivindicaci¨®n del centro frente al avance de los populismos. Peter Altmaier, jefe de Gabinete de Merkel lo ha expresado claramente: ¡°El resultado para Macron demuestra que Francia y Europa pueden ganar juntas. El centro es m¨¢s fuerte de lo que se creen los populistas¡±. "Yo votar¨¦ por Macron", ha sentenciado Moscovici en Bruselas.
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