Las mujeres sentadas y los hombres de pie, la estrategia para reducir el acoso en el transporte de Bogot¨¢
La propuesta avanza en el Concejo municipal, pese a las cr¨ªticas que la se?alan de discriminatoria
M¨¢s mujeres sentadas, m¨¢s mujeres seguras. Eso cree el concejal de Bogot¨¢ Marco Fidel Ram¨ªrez, autor del proyecto que obliga a los hombres a cederle las sillas a las mujeres en los buses de TransMilenio (el transporte masivo de la capital colombiana). Seg¨²n su propuesta si las mujeres viajan sentadas y los hombres de pie se reducir¨¢n los acosos sexuales. La idea, que ha sido duramente criticada por los ciudadanos al considerarla discriminatoria y poco efectiva si lo que se quiere es disminuir la violencia sexual, ya ha sido aprobada en un primer debate en el Concejo.
En TransMilenio diariamente viajan cerca de 2 millones de personas y hasta ahora, las ¨²nicas que tienen preferencia para el uso de sillas especiales son las mujeres embarazadas, discapacitados, ancianos y ni?os. Ram¨ªrez, f¨¦rreo opositor al aborto y a las decisiones progresistas que ha tomado la Corte Constitucional a favor de la diversidad, argumenta su propuesta en el caos diario que viven los que se movilizan en este medio de transporte. ¡°En la competencia por una silla se presentan agresiones y maltratos f¨ªsicos hacia la mujer y en este ambiente de caos, se facilitan los manoseos y abusos a trav¨¦s de roces o fricciones, que son acosos sexuales. Es un hecho que diariamente, al menos un mill¨®n de mujeres que van de pie en los buses, est¨¢n en inminente y contin¨²o riesgo de ser v¨ªctimas de acoso sexual o hurto¡±, dice el pol¨ªtico, que se autodenomina ¡®el concejal de la familia¡¯.
Durante el a?o 2016, Medicina Legal practic¨® m¨¢s de 17.000 ex¨¢menes a mujeres tras una denuncia por abuso sexual. La mayor¨ªa de casos se presentaron en la casa de la v¨ªctima, 12.817. En el transporte p¨²blico hubo 392. ¡°Podemos aprobar el proyecto ordenando que las sillas rojas se les dejen a las mujeres, pero eso no soluciona los problemas de agresi¨®n. Lo que s¨ª soluciona el tema es mejorar la calidad del servicio y la infraestructura. Aqu¨ª, en el fondo, lo que tenemos es que seguir trabajando en el tema de cultura ciudadana. Ese tipo de medidas no segregacionistas funcionan mejor¡±, ha dicho Luc¨ªa Bastidas, concejal.
Para Mar Candela, vocera del movimiento feminista artesanal, la medida es un error social, pol¨ªtico y humanitario. ¡°Queremos una ciudad donde las mujeres podamos estar en la calle con la tranquilidad de que nadie va a responsabilizarnos de ser v¨ªctimas sin importar nuestra ropa, la hora en que estemos en la calle, nuestra personalidad, si vamos de pie o sentadas en el transporte p¨²blico o cualquier otra excusa para justificar la violencia machista¡±, dice en un texto de opini¨®n que se ha sumado a otras voces, de hombres y mujeres, que rechazan la propuesta.
La activista ha sido clara en los efectos negativos que podr¨ªa tener el proyecto si, como avanza, pasa su segundo debate en el Concejo. ¡°A nosotras las feministas nos han acusado falsamente de odiar a los hombres. De suponer que todo hombre es un abusador, acosador y violador per se. Y cuando se postulan estas leyes se refuerza esa mentira¡±, dice Mar Candela, en una afirmaci¨®n que ha sido apoyada por los ciudadanos que creen que el problema del acoso va m¨¢s all¨¢. En Bogot¨¢, con el mayor n¨²mero de denuncias por violencia sexual el a?o pasado (3.518), lo que se necesita es una pol¨ªtica integral y que la justicia, cuando una mujer denuncia, sea efectiva.
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