Europa atisba la remontada con Macron
Bruselas ve la oportunidad de dar esquinazo a la crisis existencial de la UE si el candidato centrista lograr hacer reformas y recuperar el eje Par¨ªs-Berl¨ªn
Es dif¨ªcil exagerar las repercusiones de las elecciones francesas sobre la UE. Europa ha brindado un apoyo sin fisuras al exbanquero y reformista Emmanuel Macron contra el discurso ultra, antinmigraci¨®n y rabiosamente antieuropeo de Marine Le Pen. Bruselas teme el improbable triunfo de la extrema derecha francesa. Teme tanto a Le Pen como atisba con Macron una oportunidad de remontada, un pinchazo de la burbuja populista, un nuevo orden narrativo tras una d¨¦cada en estado de excepci¨®n permanente.
En la algarab¨ªa babil¨®nica de Bruselas, las elecciones francesas son una gran final. Europa ha encajado varios goles en los ¨²ltimos tiempos: a una gesti¨®n de la Gran Recesi¨®n insuperablemente vulgar le han seguido una crisis migratoria, una crisis de seguridad y una crisis existencial marcada por la marea de ultras de diverso pelaje que se aloja ya en varios Gobiernos del Este ¡ªPolonia, Hungr¨ªa¡ª y ha cristalizado en la primera deserci¨®n de la UE, el Brexit. Bruselas teme tanto como aguarda los resultados en Francia: si se confirman los sondeos, ve los comicios como una oportunidad para remontar, para cambiar el relato, para doblar definitivamente la esquina de la crisis si gana su candidato, Macron.
Los altos funcionarios de las instituciones son maestros del storytelling, el viejo arte de contar historias. Y la nueva narrativa es como sigue: Macron supone pasar al contraataque y darle la vuelta al europesimismo de los ¨²ltimos tiempos. Al cabo, la eurozona vuelve a crecer, vuelve a crear empleo, por primera vez en una d¨¦cada puede hablarse de una recuperaci¨®n que empieza a ser digna de ese nombre. Y Holanda y Francia pueden pinchar la burbuja populista: ¡°Si Le Pen sale derrotada, los riesgos pol¨ªticos se desvanecen¡±, asegura una alta fuente europea. Pero cuidado: ¡°Yo no me precipitar¨ªa al darle el alta del hospital a Europa; las fuentes del populismo ¡ªcrisis migratoria, bajo crecimiento, alto desempleo, inseguridad¡ª siguen ah¨ª, con apoyos del entorno del 30% en la mayor¨ªa de los pa¨ªses¡±, afirma Charles Kupchan, exasesor de Barack Obama.
¡°Macron debe conseguir en junio una mayor¨ªa suficiente para poder hacer las reformas prometidas. Si las hace, deber¨¢ enfrentarse a movilizaciones en la calle, con apoyo de la extrema derecha y la extrema izquierda: ese ser¨¢ su examen m¨¢s importante¡±, augura el soci¨®logo Norman Birnbaum. Y aun si consigue salir de esas dos encrucijadas, ¡°deber¨¢ sacar al Gobierno alem¨¢n del nein permanente para reformar la eurozona y conseguir algo parecido a los eurobonos, la capacidad fiscal anticrisis y el resto de arreglos que necesita imperiosamente el euro¡±, a?ade el jurista Jean-Claude Piris.
Francia lleva una d¨¦cada en una especie de depresi¨®n pol¨ªtica. Crece por norma medio punto menos que Alemania, lo que ha derivado en un complejo de inferioridad demoledor. Tiene un paro del 10% y un d¨¦ficit p¨²blico perenne, con un gasto p¨²blico del 57% del PIB, todo un r¨¦cord ol¨ªmpico. Pero la d¨¦gringolade, el hundimiento, es sobre todo un malestar psicol¨®gico: los franceses son campeones del mundo del pesimismo; ning¨²n otro pa¨ªs lo ve m¨¢s negro, seg¨²n las encuestas. ¡°Macron podr¨ªa activar un cambio de atm¨®sfera, pero est¨¢ por ver cu¨¢les ser¨¢n sus efectos reales¡±, afirma Olivier Blanchard, ex economista jefe del FMI.
Si gana Le Pen, se acab¨®; pero incluso si gana Macron ¡°est¨¢ obligado a sacarle brillo a su programa y obtener resultados; de lo contrario, veremos a una Le Pen crecida en las siguientes elecciones, y una nueva crisis del euro si Alemania pierde la paciencia con Francia por su incapacidad para reformarse¡±, atiza Wolfgang Munchau, de Eurointelligence. Es cierto que la recuperaci¨®n se asienta y la incertidumbre pol¨ªtica retrocede, pero el riesgo de accidente en Europa es alto: ¡°La brecha con Hungr¨ªa y Polonia ser¨¢ a¨²n m¨¢s acusada con Macron. La crisis migratoria no ha acabado. Y el gran riesgo es Italia, con su estancamiento que dura ya 15 a?os, sus bancos empachados de deuda t¨®xica y su precaria situaci¨®n pol¨ªtica, con cada vez m¨¢s partidos cr¨ªticos con el euro¡±, avisa el analista Philip Legrain.
A los an¨¢lisis apresurados les viene bien como cauci¨®n el adverbio de duda quiz¨¢: Macron no tiene partido y habr¨¢ que ver si las legislativas no hacen de ¨¦l un presidente colgado del aire y sin una mayor¨ªa bien articulada para gobernar. Y hablar del futuro de Europa es un asunto que solo tiene sentido cuando sopla viento en las velas: ahora no sopla, ¡°y quiz¨¢ poco m¨¢s quede por hacer desde Francia o desde cualquier otro pa¨ªs central que torear el Brexit y reparar los destrozos de la austeridad¡±, afirma el diplom¨¢tico y escritor Jos¨¦ Mar¨ªa Ridao. ¡°No es poco programa, y hoy la alternativa no es el viejo mantra de m¨¢s Europa, sino el entusiasmo populista por destruirla¡±, remacha.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.