La pol¨ªtica de inmigraci¨®n de Trump provoca respuestas extremas en Texas y California
Texas aprueba la ley m¨¢s dura contra los indocumentados de Estados Unidos mientras California planea convertirse en 'Estado santuario'
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Donald Trump quer¨ªa poner la pol¨ªtica de inmigraci¨®n en el centro del debate en Estados Unidos y lo ha conseguido. En pocos meses, la pol¨ªtica local y estatal por todo el pa¨ªs est¨¢ siendo empujada hacia los extremos y ahondando las divisiones pol¨ªticas. El ejemplo m¨¢s grave hasta el momento es la ley antisantuario de Texas que obliga a todas las fuerzas locales a colaborar con la polic¨ªa de inmigraci¨®n y da amplios poderes para detener a inmigrantes sin papeles. La ley es un antes y despu¨¦s en la pol¨ªtica de Texas.

El gobernador Greg Abbott firm¨® la llamada SB4 el domingo por la noche. Es la ley m¨¢s extrema contra los inmigrantes ilegales en todo Estados Unidos. El texto quiere castigar a las ciudades definidas como santuario, es decir, que no entregan a la polic¨ªa de inmigraci¨®n a detenidos solo por raz¨®n de su estatus migratorio. Hay distintos niveles de esta pol¨ªtica, pero en general cientos de ciudades aplican la pol¨ªtica de no preguntar a sus ciudadanos, ni siquiera a los detenidos, si tienen papeles o no. En algunos sitios eso se llama santuario, una palabra que utiliz¨® San Francisco para definir su pol¨ªtica en este sentido pero que muchos rechazan.
Eso se ha acabado en Texas. La nueva ley, que entra en vigor el 1 de septiembre, impone multas a polic¨ªas que rechacen cumplir con las peticiones de la polic¨ªa federal de inmigraci¨®n (ICE) de retener a detenidos sin papeles para que puedan pasar a manos federales y ser deportados. Adem¨¢s, permite la pol¨ªtica de ens¨¦?ame los papeles, que permite a la polic¨ªa parar a cualquiera por la calle para pedirle prueba de que se encuentra legalmente en Estados Unidos. Esa pol¨ªtica abre la puerta a la discriminaci¨®n racial, pues el color de la piel es la ¨²nica manera en la que alguien puede ser sospechoso de no tener papeles. Una ley similar en Arizona fue declarada inconstitucional.
El mes pasado, varios jefes de polic¨ªa locales, incluyendo los de Houston y Dallas, publicaron una carta en el Dallas Morning News, el principal peri¨®dico conservador del norte de Texas, oponi¨¦ndose a la medida con los mismos argumentos que las polic¨ªas de todas las grandes ciudades de Estados Unidos. La ley ¡°har¨¢ nuestras comunidades m¨¢s peligrosas¡±, dec¨ªan, porque deriva recursos de seguridad local para dedicarlos a una competencia federal. Y adem¨¢s, porque ahonda la desconfianza de la polic¨ªa por parte de grandes sectores de las ciudades.
Los ¨²ltimos datos del Pew Research Center (2014) indican que las ciudades de Houston y Dallas son la tercera y cuarta con m¨¢s inmigrantes indocumentados (casi un mill¨®n entre las dos) de Estados Unidos, tras Nueva York y Los ?ngeles. Son ciudades en las que hace a?os la polic¨ªa lleg¨® a la conclusi¨®n de que tener a m¨¢s de medio mill¨®n de vecinos aterrorizados y sin hablar con la polic¨ªa local por miedo a ser deportados era, en general, una mala pol¨ªtica de seguridad.
La nueva ley est¨¢ directamente inspirada por el extremismo del Gobierno federal sobre este asunto. Las ¨®rdenes ejecutivas del presidente Trump sobre inmigraci¨®n indicaban que ICE deb¨ªa buscar la colaboraci¨®n de las polic¨ªas locales en la detenci¨®n de indocumentados y amenazaba a las ciudades que no lo hagan con retirarles fondos federales. Se trata de un mero desider¨¢tum, pues Trump no tiene jurisdicci¨®n para obligar a las polic¨ªas locales a hacer nada. Pero Texas ha decidido ponerse a la cabeza de las pol¨ªticas extremas de Trump.
Al mismo tiempo, la embestida de Trump ha encontrado en California el efecto contrario. El presidente del Senado californiano, Kevin de Le¨®n, propuso en diciembre la llamada SB54, o Ley de los Valores de California. Se trata de una ley que hace exactamente lo contrario: convierte a todo el Estado en santuario y proh¨ªbe a todos los cuerpos de seguridad colaborar con ICE. La ley ha sido aprobada en el Senado y est¨¢ en discusi¨®n en la Asamblea. No est¨¢ claro que el gobernador, Jerry Brown, sea partidario de la misma. California se convertir¨ªa en el extremo de Estados Unidos en la protecci¨®n de indocumentados. Tambi¨¦n ha tenido sus cr¨ªticas. La SB54 est¨¢ vigorizando la peque?a oposici¨®n republicana en el Estado y ha sido criticada por los sheriffs, que consideran que es mejor para su trabajo conservar cierto margen de actuaci¨®n contra los indocumentados.
Texas y California son dos estados espejo en pol¨ªtica. Ambos tienen alrededor de un 40% de poblaci¨®n hispana y son los dos estados con m¨¢s frontera con M¨¦xico y con las econom¨ªas m¨¢s integradas con el pa¨ªs vecino (60.000 millones de comercio al a?o California-M¨¦xico y 200.000 millones de comercio Texas-M¨¦xico). Ambos son estados monocolor en pol¨ªtica. En California, los dem¨®cratas tienen mayor¨ªa reforzada en las dos C¨¢maras y el gobernador. En Texas, los republicanos tienen mayor¨ªa en las dos C¨¢maras y el gobernador.
Pero hay una diferencia. Mientras en California el Partido Republicano no deja de menguar (ya hay m¨¢s californianos registrados como independientes que como republicanos), en Texas el Partido Dem¨®crata controla las grandes ciudades y va creciendo poco a poco. En California, una pol¨ªtica estatal extrema de los republicanos contra los inmigrantes indocumentados, a principios de los noventa, provoc¨® la movilizaci¨®n definitiva del electorado latino que unos a?os despu¨¦s hundi¨® al Partido Republicano.
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