?douard Philippe, un derechista con amigos en la izquierda

Adem¨¢s de cumplir con el gran requisito del presidente Emmanuel Macron de ser una cara nueva pero con experiencia legislativa, ?douard Philippe, el nuevo primer ministro de Francia, tiene una cualidad imprescindible en el proyecto de Gobierno macronista: ¡°Es amigo tanto de gente de izquierdas como de derechas¡±, confiaba a la revista Challenges un antiguo compa?ero de la Escuela Nacional de la Administraci¨®n (ENA), donde estudian las ¨¦lites francesas y donde tambi¨¦n se form¨® Macron.

Philippe, de 46 a?os, naci¨® en Rouen en el seno de una familia y un entorno ¡°m¨¢s bien de izquierdas, donde se votaba socialista¡±, recordaba en 2016 en un homenaje por la muerte de uno de sus grandes referentes y responsable de su entrada en la pol¨ªtica, el carism¨¢tico Michel Rocard, modelo para los socialistas reformistas. Fue por ¨¦l por el que ingres¨® en su juventud, en la ¨¦poca en la que estudiaba en otra de las f¨¢bricas de la ¨¦lite francesa, Sciences Po (en referencia a Ciencias Pol¨ªticas), en el Partido Socialista. La experiencia le dur¨® dos a?os, antes de dirigir su mirada hacia la derecha moderada.

Clave en este siguiente paso de su carrera pol¨ªtica fue su otro gran referente, el alcalde de Burdeos, Alain Jupp¨¦. Desde comienzos de la d¨¦cada de 2000, la carrera pol¨ªtica de Philippe, al igual que sus temporadas en el sector privado, va en paralelo con la del fracasado candidato de las primarias de Los Republicanos, de quien incluso fue portavoz. Philippe es alcalde de la ciudad portuaria de Le Havre, en el norte del pa¨ªs, desde 2010 y est¨¢ culminando su primer mandato como diputado por Seine-Maritime, experiencia que no ten¨ªa previsto repetir incluso antes de que su nombre empezara a sonar fuerte para ocupar Matignon, sede del primer ministro.

Una gran afinidad con Macron

La edad, la formaci¨®n y los referentes pol¨ªticos ¡ªde Rocard a Jacques Attali, mentor del nuevo presidente¡ª no es lo ¨²nico que acerca a Macron con su nuevo primer ministro. ¡°Me gusta mucho a t¨ªtulo personal, lo estimo por su inteligencia¡±, dec¨ªa Philippe en 2015, cuando ni siquiera se conoc¨ªan las ambiciones presidenciales del actual inquilino del El¨ªseo. Un a?o m¨¢s tarde, iba m¨¢s all¨¢ y afirmaba: ¡°Macron piensa en un 90% lo mismo que yo¡±.

Una afirmaci¨®n cierta en temas como pol¨ªticas sociales y hasta en la orientaci¨®n proeuropea, con una apuesta por reforzar el eje fracoalem¨¢n.?Philippe, hijo de profesores de franc¨¦s, estudi¨® parte de la secundaria en Bonn, adonde hab¨ªa sido destinado su padre. Entre ese 10% en el que no hay tanta afinidad est¨¢, sin embargo, el plano econ¨®mico, en el que, seg¨²n Aurore Berg¨¦, que acompa?¨® a Jupp¨¦ en las primarias antes de pasarse al equipo de En Marcha!, ¡°Macron es m¨¢s liberal¡± que Philippe.

Hay dos cosas que podr¨ªan complicar sus primeros pasos en un puesto clave ante las elecciones legislativas?de junio en las que Macron tiene que asegurarse una mayor¨ªa para poder llevar adelante sus promesas de campa?a. De un lado, el paso de Philippe por Areva, el gigante nuclear franc¨¦s, que puede crear recelos de la izquierda ecologista. Pero sobre todo le podr¨ªan acarrear su negativa a aclarar ciertas informaciones sobre su declaraci¨®n de la renta en 2014 a la Alta Autoridad para la transparencia de la vida p¨²blica, el organismo que controla el patrimonio de los funcionarios p¨²blicos en puestos de responsabilidad.

Por el momento, y pese a la tarea ingente y acuciante de organizar el nuevo Gobierno y coordinar las legislativas, el nuevo primer ministro, a quien algunos definen como ¡°fr¨ªo¡± y ¡°ambicioso¡±, podr¨¢ tomarse un momento para celebrar su nuevo desaf¨ªo pol¨ªtico con una cerveza Corona, su favorita, igual que lo era del expresidente Jacques Chirac. Boxeador aficionado, desde Matignon podr¨¢, en cierto modo, cumplir adem¨¢s un sue?o frustrado de su infancia, ser director de orquesta.