Merkel y Macron buscan una refundaci¨®n de la UE
La canciller alemana y el presidente franc¨¦s anuncian que van a formar un grupo de trabajo para trazar ¡°una hoja de ruta¡± para los Veintisiete
Emmanuel Macron eligi¨® viajar en su primer d¨ªa de trabajo a Berl¨ªn. El mensaje es meridiano. La nueva estrella de la pol¨ªtica europea aspira a resucitar la Uni¨®n Europea y sabe que eso solo es posible de la mano de Berl¨ªn. El presidente franc¨¦s lleg¨® puntual a su cita a media tarde, donde Angela Merkel le recibi¨® con honores militares a las puertas de la canciller¨ªa. ¡°Europa necesita una refundaci¨®n hist¨®rica¡±, dijo Macron despu¨¦s en una conferencia de prensa conjunta, en la que anunciaron que trazar¨¢n una hoja de ruta para construir una nueva Europa, que incluya una reforma de los tratados comunitarios si fuese necesario.
¡°Todo comienzo tiene su encanto¡±, dijo Merkel citando un poema de Hermann Hesse. ¡°Pero el encanto solo dura si produces resultados¡±, a?adi¨® ya con menos poes¨ªa y m¨¢s pragmatismo. Una Europa de resultados que desactive el gui¨®n populista y el eurocabreo es lo que Merkel y Par¨ªs se han propuesto construir a partir de hoy. Lo har¨¢n de la mano y con una sinton¨ªa que responde a la necesidad mutua que se profesan Par¨ªs y Berl¨ªn.
Par¨ªs y Berl¨ªn anunciaron que van a formar un grupo de trabajo para trazar ¡°una hoja de ruta¡± encargada de definir cu¨¢les son esos cambios. ¡°Si con la perspectiva de esa hoja de ruta, est¨¢ claro que tiene que haber cambios institucionales, nosotros estamos preparados. Para Francia no es un tab¨²¡±, ha dicho Macron en Berl¨ªn. En julio, anunciaron habr¨¢ adem¨¢s un consejo de ministros franco-alem¨¢n, para reforzar a¨²n m¨¢s la relaci¨®n entre ambos pa¨ªses.
Las palabras del presidente franc¨¦s buscaron el lunes en todo momento el reconocimiento y la confianza del aliado alem¨¢n. Dijo lo que Berl¨ªn necesitaba o¨ªr. Que la prioridad es que Francia haga sus deberes, poner en marcha sus reformas, no solo porque lo exija Berl¨ªn, sino porque el pa¨ªs lo necesita desde hace tiempo. ¡°Mi primera tarea es acometer las reformas, socioecon¨®micas y educativas. Francia lo necesita¡±. Alemania quiere comprobar que Macron es capaz de poner su ambicioso programa de reformas y que ¨¦ste funciona. Primero los deberes, luego las supuestas cesiones.
El gui?o definitivo vino despu¨¦s, cuando Macron dijo que nunca ha defendido los eurobonos, que no es partidario de ¡°mutualizar las deudas del pasado¡±. ¡°Los pa¨ªses que no hagan lo que tengan que hacer, deben responsabilizarse por ello¡±, dijo haci¨¦ndose eco del eterno argumento alem¨¢n. Berl¨ªn no quiere ni o¨ªr hablar de socializar deudas ajenas, que puedan acabar pasando factura al contribuyente alem¨¢n, y menos en v¨ªsperas de elecciones. Angela Merkel se juega su cuarto mandato en cuatro meses y sabe que hablar de trasvasar fondos a pa¨ªses del sur equivaldr¨ªa al suicidio pol¨ªtico.
Merkel tambi¨¦n dej¨® entrever que Alemania est¨¢ dispuesta a afrontar la necesidad de cambio, al mostrarse abierta a reformar el acervo comunitario, contradiciendo as¨ª a su poderoso ministro de Finanzas. Wolfgang Sch?uble no se ha cansado de repetir en los ¨²ltimos d¨ªas que hablar de un cambio de los tratados europeos no es realista. ¡°Desde el punto de vista alem¨¢n, los tratados podr¨ªan cambiarse, siempre que tenga sentido, pero antes hay que ponerse de acuerdo en qu¨¦ tipos de cambios queremos. La inercia no es una opci¨®n¡±, dijo Merkel ante su invitado franc¨¦s.
Macron quiere que los pa¨ªses del euro tengan una estructura capaz de tomar decisiones pol¨ªticas sobre los presupuestos. Que haya un Parlamento de la zona euro, un euro ministro de Finanzas y un presupuesto europeo que permita inversiones que impulsen el crecimiento en los pa¨ªses que lo necesiten. Algo parecido quiere Espa?a, que exige ¡°un verdadero gobierno econ¨®mico¡±, seg¨²n adelant¨® el lunes este diario, ante la constataci¨®n de que el euro es ¡°un proyecto inacabado¡±. Berl¨ªn coincide con parte del mensaje de Macron, pero hasta ahora no hab¨ªa estado de acuerdo en el c¨®mo; en que haya que crear nuevas superestructuras que cedan de forma permanente competencias a Bruselas y sobre todo que impliquen mutualizar la deuda.
Pero m¨¢s all¨¢ de posibles y futuras desavenencias sobre el dise?o arquitect¨®nico que deba regir la zona euro e impulsar un crecimiento econ¨®mico inclusivo, Berl¨ªn y Par¨ªs son conscientes de que la coyuntura hist¨®rica les obliga a formar t¨¢ndem irremediablemente. Saben que la eurozona corre peligro. Y saben que el fracaso de Macron supondr¨ªa el ¨¦xito de la ultraderecha de Marine Le Pen. Con Reino Unido de salida y Donald Trump al otro lado del Atl¨¢ntico no es momento de perderse en microdiferencias. Esa conciencia qued¨® clara, al menos en esta primera cita. ¡°Europa se encuentra en un punto de inflexi¨®n en su historia, como nos han ense?ado las elecciones francesas. Hay mucha gente, que siente que el progreso se reparte de manera desigual¡±, dijo Macron. ¡°Europa solo puede prosperar cuando Francia y Alemania prosperan¡±, dijo Merkel.?
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