Wikileaks pese a Julian Assange
Una d¨¦cada despu¨¦s de sus primeras grandes filtraciones (Kenia, Islandia, Irak, etc.), la plataforma mantiene su pulso informativo contra el poder a la sombra de su pol¨¦mico fundador
"Causa de la muerte", dec¨ªa el documento filtrado, "estrangulaci¨®n manual con evidencias de tortura". El papel fue publicado por la plataforma de filtraciones Wikileaks el 1 de noviembre de 2008. Formaba parte de un reporte de la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos de Kenia sobre las muertes extrajudiciales tras las sangrientas elecciones de 2007, en las que venci¨® Mwai Kibaki frente a Raila Odinga. El informe estaba en la mesa del Gobierno keniano, pero no hab¨ªa visto la luz. Hablaba de hasta 500 muertes y desapariciones de j¨®venes en circunstancias que requer¨ªan una investigaci¨®n. Y fue uno de los primeros grandes ¨¦xitos de Wikileaks, proyecto nacido en 2006 de la cabeza del hacker australiano Julian Assange. Su excentricidad, sin embargo, ha logrado ensombrecer el fin mismo de su gran idea: destapar las confidencias del poder en favor de una mayor transparencia para los ciudadanos.
M¨¢s ejemplos como el de Kenia: en el verano de 2009, Wikileaks filtr¨® un documento de 210 p¨¢ginas que dejaba al descubierto la brutal exposici¨®n crediticia del Kaupthing Bank, una de las entidades financieras insigne en Islandia. La bola de nieve en la peque?a isla europea, que ya corr¨ªa, creci¨® a trav¨¦s del eco medi¨¢tico de esta filtraci¨®n. La difusi¨®n de los abusos del Kaupthing, que otros bancos del pa¨ªs hab¨ªan imitado, enardecieron m¨¢s si cabe a los algo m¨¢s de 300.000 islandeses, que con su presi¨®n tiraron el Gobierno abajo. La banca fue nacionalizada.
Precisamente una islandesa, Birgitta J¨®nsd¨®ttir, l¨ªder del Partido Pirata, colabor¨® con Assange y su socio en aquella ¨¦poca, Daniel Domscheit-Berg -conocido entonces como Daniel Schmitt- para difundir en abril de 2010 el v¨ªdeo Collateral Murder, una grabaci¨®n que fue tomada desde un helic¨®ptero Apache norteamericano durante una operaci¨®n en las afueras de Bagdad. El metraje, que dio la vuelta al mundo, muestra c¨®mo el aparato dispara y mata a una docena de personas, entre ellas, dos empleados de la agencia Reuters.
Unos meses m¨¢s tarde, en noviembre de 2010, Wikileaks, aupado por donaciones privadas, llev¨® a cabo la mayor filtraci¨®n hasta la ¨¦poca de documentos confidenciales, hasta 250.000, que decenas de periodistas de cinco medios (The New York Times, Le Monde, Der Spiegel, The Guardian y EL PA?S) desentra?aron para su publicaci¨®n. La filtraci¨®n masiva, de la que fue culpada la entonces analista militar Chelsea Manning, abri¨® de par en par la correspondencia diplom¨¢tica norteamericana. Fue la gota que colm¨® el vaso de Washington, que desde entonces busca el cauce legal para procesar a Assange.
El gran ¨¦xito de los Cables diplom¨¢ticos o cablegate, sin embargo, condujo a una ¨¦poca m¨¢s sombr¨ªa para la plataforma Wikileaks, arrastrada por la personalidad de Assange. Sirva de ejemplo, ni la islandesa?J¨®nsd¨®ttir ni el alem¨¢n Domscheit-Berg mantuvieron relaci¨®n con el australiano, que vir¨® su proyecto con un objetivo m¨¢s concreto y ambicioso: Estados Unidos. La filosof¨ªa de la filtraci¨®n y el trabajo de los whistleblowers online (soplones de la Red), que compart¨ªan muchos ciberanarquistas, pas¨® a ser capitalizada por el veterano hacker australiano. Y algunos colaboradores de Assange se bajaron del carro.
Wikileaks, sin embargo y pese a que Assange lleva cinco a?os recluido en la Embajada de Ecuador en Londres, ha mantenido el pulso y 11 a?os despu¨¦s de su nacimiento ha revelado ya m¨¢s de 10 millones de documentos. La campa?a de Donald Trump contra Hillary Clinton ha servido de una suerte de renacimiento para la plataforma. Durante el pasado verano y en plena disputa pol¨ªtica entre aspirantes a la Casa Blanca, el site de Assange difundi¨® los mails internos del Partido Dem¨®crata, un arma arrojadiza que sin duda utiliz¨® el equipo de Trump para atacar a Clinton.
El pasado mes de marzo y tras un goteo constante en los ¨²ltimos a?os de filtraciones sobre el espionaje llevado a cabo por la inteligencia norteamericana (NSA), el portal de Wikileaks filtr¨® informaci¨®n confidencial -y muy t¨¦cnica- sobre los m¨¦todos de ciberespionaje atribuidos a la CIA, entre ellos, los que sirven para desencriptar plataformas como Whatsapp, Telegram, Signal, Confide y Cloackman.
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