La oposici¨®n brasile?a se moviliza para pedir nuevas elecciones

Un grito de enormes resonancias hist¨®ricas en Brasil se vuelve a extender ahora por algunas ciudades del pa¨ªs. Diretas, j¨¢?fue el gran lema que en 1984 moviliz¨® a decenas de miles de brasile?os para forzar la ca¨ªda de la dictadura que hab¨ªa gobernado el pa¨ªs durante las dos d¨¦cadas anteriores y reclamar la convocatoria de elecciones presidenciales directas. El eco de esa consigna lleg¨® a todos los rincones de Brasil. Alcanz¨® incluso el c¨¦sped de los campos de f¨²tbol llevada bajo el liderazgo del m¨ªtico jugador, ya fallecido, S¨®crates Brasileiro, que hizo inscribir el lema en las camisetas de uno de los clubes m¨¢s famosos del pa¨ªs, el Corinthians. Y el Diretas, j¨¢?vuelve a ser el grito y la pancarta que enarbolan algunos de los manifestantes que se han echado a la calle nada m¨¢s conocer las acusaciones contra Temer y de algunas de las fuerzas pol¨ªticas de la oposici¨®n, incluidas las de sus dos l¨ªderes m¨¢s conocidos, el Partido de los Trabajadores del expresidente Luiz In¨¢cio Lula da Silva y la Rede de la frustrada candidata presidencial en 2014 Marina Silva.

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La consigna reclama que la soluci¨®n a la crisis pol¨ªtica en el pa¨ªs pase por la renuncia del presidente Temer y la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales, previstas oficialmente para octubre de 2018. Pero la soluci¨®n no es tan f¨¢cil ya que requerir¨ªa un cambio constitucional.

Seg¨²n la Constituci¨®n brasile?a, la renuncia de un presidente puede resolverse con la convocatoria de nuevas elecciones si as¨ª lo decide el Congreso y se produce en los dos primeros a?os del periodo de cuatro que media entre cada cita ordinaria con las urnas. Agotado ese plazo, como ocurre en este caso, la vacante se cubrir¨ªa con un candidato votado por el propio Congreso, la llamada elecci¨®n indirecta. La mayor¨ªa de la oposici¨®n, situada en l¨ªneas generales a la izquierda, se opone a esa soluci¨®n porque entiende que abunda en el problema de d¨¦ficit de legitimidad que ya arrastra el actual Gobierno, cuyo presidente era el n¨²mero dos de Rousseff y logr¨® desplazar a esta por una maniobra parlamentaria sin pasar por las urnas. Desde hace meses en el Congreso est¨¢ registrada una propuesta del diputado de Rede Miro Teixeira para aprobar una enmienda constitucional que permita la convocatoria de elecciones. Incluso hay una comisi¨®n creada al respecto, que apenas ha tenido actividad pero se podr¨ªa revitalizar en cualquier momento si hubiese acuerdo pol¨ªtico al respecto. La propuesta que est¨¢ sobre la mesa contempla que las elecciones se convocar¨ªan 90 d¨ªas despu¨¦s de que quedase vacante el cargo de presidente. Antes ser¨ªa preciso aprobar la reforma constitucional, un tr¨¢mite que, incluso con un pacto para hacerlo lo m¨¢s r¨¢pidamente posible, parece dif¨ªcil que estuviese listo en menos de dos meses.

Uno de los problemas para lograr consenso pol¨ªtico sobre esa propuesta es que unas elecciones inmediatas favorecer¨ªan enormemente las opciones de Lula, el candidato favorito en las encuestas. Sobre Lula pesa la amenaza de cinco procesos judiciales por corrupci¨®n, pero, con unos comicios en poco tiempo, las hipot¨¦ticas condenas ¨Cque conllevar¨ªan inhabilitaci¨®n pol¨ªtica- dif¨ªcilmente llegar¨ªan antes de conocer el veredicto de las urnas. Incluso aunque el juez m¨¢s conocido de la Operaci¨®n Lava Jato, S¨¦rgio Moro, convertido en la n¨¦mesis de Lula, lo condenase por el m¨¢s avanzado de esos procesos ¨Cel que le acusa de recibir un apartamento tr¨ªplex como regalo de una constructora- el expresidente no quedar¨ªa inhabilitado inmediatamente. Para dejar a Lula fuera de juego se requerir¨ªa que una segunda instancia judicial ratificase la eventual condena de Moro lo que, en la m¨¢s r¨¢pida de las hip¨®tesis, a¨²n demorar¨ªa muchos meses, probablemente un a?o.

Unas elecciones a corto plazo sorprender¨ªan a los partidos opuestos a Lula sin un candidato claro, ya que algunos de los posibles aspirantes han quedado pol¨ªticamente invalidados por las acusaciones de corrupci¨®n, como el ¨²ltimo rival de Dilma Rousseff, el a¨²n l¨ªder del Partido Social Dem¨®crata Brasile?o, A¨¦cio Neves. El nombre por el que m¨¢s vienen apostando sectores econ¨®micos y pol¨ªticos, el alcalde de S?o Paulo, Jo?o D¨®ria, tambi¨¦n del PSDB, lleva solo cuatro meses en el cargo, tras llegar a ¨¦l sin ninguna experiencia pol¨ªtica anterior, y necesitar¨ªa m¨¢s tiempo para darse a conocer en todo el pa¨ªs.

Una vez que Temer ha anunciado que no renuncia, hay varias posibilidades para destituirle. Una es el impeachment, que requiere el apoyo de dos tercios de la C¨¢mara de Diputados y del Senado. El proceso es muy largo. El de Dilma Rousseff, por ejemplo, comenz¨® en diciembre y no logr¨® apartarla del cargo hasta mayo. Otra opci¨®n es que la investigaci¨®n del Tribunal Supremo encuentre indicios de criminalidad en el presidente y decida pedir autorizaci¨®n al Congreso para actuar contra ¨¦l y apartarle del cargo. En ese caso necesitar¨ªa tambi¨¦n el voto favorable de dos tercios de la C¨¢mara y del Senado. La Constituci¨®n brasile?a protege al presidente de ser juzgado por actos cometidos antes del ejercicio de su cargo. Pero la acusaci¨®n que pesa ahora contra Temer proviene de una conversaci¨®n con un empresario mantenida el pasado marzo, por lo que queda fuera del derecho de inmunidad.

Hay una tercera posibilidad, tal vez la m¨¢s r¨¢pida y la que m¨¢s vienen comentando en las ¨²ltimas horas analistas pol¨ªticos brasile?os. El pr¨®ximo 6 de junio, el Tribunal Superior Electoral comienza una vista en la que debe decidir si inhabilita a Rousseff y a Temer por supuestamente haber financiado de forma ilegal la campa?a de 2014 en la que ambos comparecieron juntos. Todo apunta a que esa ser¨¢ la solicitud del magistrado que ha instruido el caso. La decisi¨®n la tiene que tomar el pleno del tribunal, presidido por otro magistrado con mucha cercan¨ªa personal a Temer.

Si Temer fuese inhabilitado, en el escalaf¨®n para asumir la presidencia provisional est¨¢n, por este orden, los presidentes de la C¨¢mara, del Senado y del Tribunal Supremo. Los dos primeros tambi¨¦n est¨¢n sometidos a investigaci¨®n en el caso Lava Jato. De todos modos, pr¨¢cticamente la ¨²nica funci¨®n del presidente provisional ser¨ªa convocar la elecci¨®n de un sustituto, para lo que, si se mantuviese el sistema de elecci¨®n indirecta, tendr¨ªa un plazo de 30 d¨ªas.