El hijo ¡°derrochador¡± y ¡°desagradecido¡± que quiso vivir toda la vida de pap¨¢
Un hijo denuncia a sus padres, ganadores de 117 millones, para que le paguen de por vida su ritmo de vida
Unos padres millonarios no tienen ninguna obligaci¨®n de apoyar econ¨®micamente a sus hijos de por vida si estos son manirrotos, despilfarradores y desagradecidos. Un juez de Londres acaba de dictaminar que?Dave y Angela Dawes ¨Cun modesto matrimonio de Cambridgeshire (Reino Unido) al que el Euromill¨®n hizo inmensamente rico¨C no tienen por qu¨¦ seguir d¨¢ndole dinero a su hijo Michael cada vez que lo pida, porque este y su novio se fundieron en menos de dos a?os 1,86 millones que hab¨ªan recibido de regalo, en la confianza de que pap¨¢ nunca lo dejar¨ªa tirado.?
La historia de esta familia es de esas que hace pensar que el dinero no da la felicidad e incluso que siempre trae problemas. Y que recuerda a la par¨¢bola del hijo pr¨®digo, aunque de lejos.
Dave, supervisor en una f¨¢brica, y Angela,?voluntaria en la fundaci¨®n British Heart,?descorcharon sonrientes botellas de champ¨¢n el d¨ªa que supieron que hab¨ªan ganado casi 118 millones de euros al Euromill¨®n (exactamente 117.846.317,32 libras). "Es una locura", declar¨® ella, aquel mes de octubre de 2011, cuando ten¨ªa 43 a?os (su marido ten¨ªa 47). Una de las primeras cosas que hicieron fue llamar a su hijo Michael, que entonces, con 27 a?os, serv¨ªa como infante de marina en Afganist¨¢n. Angela es su madrastra. Se acabaron nuestros problemas, se dijeron.
Lo primero que hizo la pareja ganadora, residente en Wisbech,?fue repartir dinero entre sus allegados. A su hijo le regalaron un mill¨®n de libras (1,16 millones de euros al cambio de hoy). Un dinero que le hubiera permitido "vivir c¨®modamente toda su vida", seg¨²n el juez. Michael Dawes, ahora profesor universitario, y su pareja de hecho, James Beedle, se compraron entonces una casa en?Portsmouth por casi 600.000 euros y gastaron otros 300.000 euros en celebrar su suerte con amigos y familiares (sobre todo de Beedle).
Adem¨¢s, dispararon su tren de vida: despilfarraban entre 23.000 y 34.000 euros mensuales, unas cantidades que?Nigel Gerald, juez del Tribunal Central del Condado de Londres, ha calificado en su sentencia de "asombrosas" y "totalmente fuera de sus posibilidades".
Dave y Angela siguieron inyectando dinero a su hijo con normalidad, aunque les desconcert¨® que Michael les volviera a pedir fondos en abril de 2012, seis meses despu¨¦s de recibir el mill¨®n de libras. Se lo dieron. "Michael pens¨® entonces que esto era la demostraci¨®n de que su padre le financiar¨ªa cada vez que ¨¦l se lo pidiera, lo que reforz¨® su extra?a conclusi¨®n de que su pap¨¢ lo apoyar¨ªa financieramente durante el resto de su vida", seg¨²n el juez. Y le pidi¨® otros cinco millones.
Pero, tras una discusi¨®n con su hijo durante una fiesta, en la que ambos estaban totalmente borrachos, Dave dijo 'hasta aqu¨ª hemos llegado'. As¨ª que, en marzo de 2013, a la vista de que el ritmo de gastos no frenaba, le dio un ultim¨¢tum a Michael: "Te pago las deudas que tienes ahora mismo, pero ya no habr¨¢ m¨¢s dinero". Y el hijo lo llev¨® a juicio para conseguir una sentencia que le asegurara vivir de por vida con los millones que le quedaban a sus padres.?
La sentencia est¨¢ clara: los padres fueron "generosos", pero?Michael y James "no han pagado con gratitud la generosidad" de la que se beneficiaron."El padre no tiene porque continuar financiando a su hijo derrochador. No hay una base racional o de sentido com¨²n que pueda concluir que ¨¦l puede venir a pedir dinero cada vez que se le acaba", ha dicho el juez.
Por lo tanto, no tienen obligaci¨®n alguna de seguir d¨¢ndole dinero, de "rescatarlo", como escribe Nigel Gerald.?El juez ha destacado que los afortunados ganadores de la loter¨ªa repartieron 34 millones de euros entre familiares y amigos necesitados. La relaci¨®n paterno-filial ha quedado rota.
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