El Papa recibe con frialdad a Trump
El Pont¨ªfice, con gesto muy serio, ha recordado al presidente de EE UU durante la entrega de regalos cuestiones como la necesidad de paz y la importancia del medio ambiente
A las 8.31 de la ma?ana, despu¨¦s de meses de declaraciones cruzadas y alusiones veladas el uno sobre el otro, el presidente de EE UU, Donald Trump, y el papa Francisco se han reunido en el Vaticano. El mandatario estadounidense ha llegado acompa?ado de una comitiva formada, entre otros, por su esposa, Melania, su hija, Ivanka, y el esposo de esta, Jared Kushner. No se esperaba gran sinton¨ªa, ambos se encuentran en las ant¨ªpodas ideol¨®gicas. La cara del Pont¨ªfice, siempre tan transparente, ha sido de extrema seriedad. Al final de la reuni¨®n, donde la ecolog¨ªa y la paz han estado muy presentes a trav¨¦s de lo regalos que se han intercambiado, el ambiente ha sido algo m¨¢s relajado. "No olvidar¨¦ su mensaje", le ha prometido Trump en su despedida.
Francisco le hab¨ªa recibido minutos antes con un ¡°encantado de conocerle¡± y excus¨¢ndose por no hablar correctamente ingl¨¦s. A las 8.35 se han sentado en la mesa de la biblioteca privada y ha comenzado una reuni¨®n a puerta cerrada que ha durado 27 minutos con la ayuda de un int¨¦rprete: el Papa, todo el tiempo en espa?ol, y Trump, en ingl¨¦s. Hab¨ªa cierta tensi¨®n. Discrepan en pr¨¢cticamente todas las grandes l¨ªneas de gesti¨®n emprendidas por el nuevo Gobierno estadounidense: medio ambiente, inmigraci¨®n, venta de armas, derivas del neoliberalismo... Y no ha sido un encuentro largo, especialmente si se compara con los m¨¢s de 50 minutos que Francisco dedic¨® al predecesor de Trump en la Casa Blanca, Barack Obama, con qui¨¦n manten¨ªa una gran sinton¨ªa. ¡°Es un gran honor para m¨ª¡±, ha dicho Trump. El Pont¨ªfice no ha respondido y la puerta se ha cerrado.
No ha trascendido el contenido de la conversaci¨®n, pero dada la gran distancia de pensamiento que existe entre ambos ¡ªel Papa, entre otras cosas, cuestion¨® la fe de Trump cuando anunci¨® que construir¨ªa un muro entre EE UU y M¨¦xico¡ª?y teniendo en cuenta el reciente atentado de M¨¢nchester, se supone que habr¨¢n intentado tender puentes a trav¨¦s de la idea de la paz y de la lucha contra el terrorismo. De hecho, entre los regalos que el Papa ha ofrecido a Trump al t¨¦rmino del encuentro, un momento que suele utilizar para subrayar cuestiones tratadas, se encuentra el mensaje que lanz¨® el ¨²ltimo d¨ªa de las Jornadas Mundiales para la Paz y un medall¨®n con una rama de olivo grabada. ¡°Es una medalla de un artista romano. Es el olivo, s¨ªmbolo de la paz¡±, le ha dicho el Papa al t¨¦rmino de la reuni¨®n. Segundos despu¨¦s, ha insistido: ¡°Se lo doy para que sea instrumento de la paz¡±. A lo que Trump ha contestado: ¡°Necesitamos paz¡±.
Adem¨¢s, el Pont¨ªfice le ha hecho entrega de los documentos que ha elaborado durante su papado. La exhortaci¨®n apost¨®lica, Amoris Laetiia, el texto Evangelii Gaudium, y su poderosa enc¨ªclica sobre la ecolog¨ªa, Laudato Si. ¡°Sobre la cura de nuestra casa com¨²n, el medioambiente¡±, ha subrayado Francisco. ¡°Lo leer¨¦¡±, le ha respondido Trump, que ha regalado al Pont¨ªfice una caja negra cerrada con libros de Martin Luther King en su interior. ¡°Es un regalo para usted, libros de Martin Luther King, pienso que le gustar¨¢¡ espero que s¨ª¡±, ha se?alado.
El final de la reuni¨®n, cuando ambos mandatarios se han visto con el resto de la comitiva, ha sido mucho m¨¢s distendido. El encuentro hab¨ªa comenzado con caras serias ¡ªcomo la que el Papa dedic¨® al presidente de Argentina, Mauricio Macri¡ª y un Trump algo inc¨®modo en los segundos finales de espera para ser recibido. Pero la entrada de Ivanka en la sala y, especialmente la de la esposa del presidente de EE UU, Melania Trump, ha aligerado la conversaci¨®n y el humor. Ella, eslovena de influencia cat¨®lica (no est¨¢ bautizada), que vivi¨® un tiempo en Mil¨¢n y habla algo de italiano, ha sido clave para ese distendimiento y ha pedido al Papa que le bendijese un rosario. Adem¨¢s, ha bromeado con el Pont¨ªfice sobre lo que come Trump: "?Qu¨¦ le da de comer? ?Potizza?", ha preguntado Francisco, en referencia a un dulce esloveno que le encanta y que pide siempre que encuentra a alguien de dicha nacionalidad.
Durante su breve visita al Vaticano, el presidente estadounidense tambi¨¦n se ha reunido con el n¨²mero dos de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, y con el secretario para las Relaciones con los Estados, una suerte de ministro de Relaciones Exteriores, monse?or Paul Gallagher. Esa reuni¨®n, en cambio, ha durado otros 50 minutos, m¨¢s de lo habitual. Un dato que invita a pensar que se ha proundizado y llegado al detelle t¨¦cnico de cuestiones tratadas con anteriormente con el Papa.
En el comunicado oficial del Vaticano, de forma absolutamente gen¨¦rica, se han rese?ado algunos de los asuntos abordados. "Se ha manifestado el deseo de una colaboraci¨®n serena entre el Estado y la Iglesia Cat¨®lica en los Estados Unidos, comprometida en el servicio a la poblaci¨®n en los campos de la salud, la educaci¨®n y la asistencia a los inmigrantes. Las conversaciones tambi¨¦n han permitido un intercambio de puntos de vista sobre algunos temas relacionados con la actualidad internacional y con la promoci¨®n de la paz en el mundo a trav¨¦s de la negociaci¨®n pol¨ªtica y el di¨¢logo interreligioso, con especial referencia a la situaci¨®n en Oriente Medio y a la tutela de las comunidades cristianas".
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