Los presupuestos de Trump chocan con los territorios que le catapultaron
Los fuertes recortes propuestos desatan cr¨ªticas entre los dem¨®crata y tambi¨¦n algunos republicanos
El fuego amigo cae y caer¨¢ sobre los primeros presupuestos de Donald Trump. No solo los dem¨®cratas han prometido batalla contra unas cuentas que revelan un giro radical por parte de la nueva Administraci¨®n estadounidense, sino que muchos de los congresistas conservadores los rechazan, ya que los recortes que plantea contra la Am¨¦rica rural, por ejemplo, perjudican a sus votantes. La bendici¨®n a los presupuestos federales se antoja complicada, pese a la mayor¨ªa republicana en las c¨¢maras, y el debate no ha hecho m¨¢s que empezar.
Nada m¨¢s presentar los presupuestos, el martes, varios analistas llamaron la atenci¨®n sobre el error de doble contabilidad que recorre las cuentas: se apunta un incremento de ingresos p¨²blicos de dos billones de d¨®lares gracias un mayor crecimiento econ¨®mico que estar¨ªa espoleado por la prometida rebaja de impuestos de Trump. El pero es que la Casa Blanca ya hab¨ªa argumentado que la rebaja fiscal que plantean no pasar¨ªa factura a las arcas p¨²blicas porque quedar¨ªa compensada por la mayor actividad econ¨®mica y sus consiguiente ingresos fiscales de m¨¢s. As¨ª que esos dos billones se cuentan dos veces.
Pero mientras economistas como Larry Summers (exsecretario del Tesoro estadounidense) clamaban al cielo por las matem¨¢ticas de Trump, en las c¨¢maras legislativas de Washington hab¨ªa otros c¨¢lculos que preocupaban m¨¢s: los c¨¢lculos electorales. Las elecciones legislativas de 2018 se ciernen sobre las negociaciones en torno al presupuesto federal de dicho a?o. Si salieran adelante tal y como est¨¢n ahora redactadas, las cuentas de la nueva Administraci¨®n americana se cebar¨ªan en una parte importante de la base de votantes que aup¨® a la presidencia a su autor.
La promesa menos impuestos y menos Estado son¨® a m¨²sica celestial en el tradicional votante conservador a lo largo de la campa?a electoral, pero aplicado con dureza y traducido en d¨®lares contantes y sonantes, puede causar un terremoto en los territorios m¨¢s trumpistas. Un buen ejemplo en Kentucky, donde el empresario neoyorquino aplast¨® a Hillary Clinton, sacando el doble de votos que la dem¨®crata. ¡°Los recortes que proponen son draconianos, no son simples ahorros, son recortes muy muy profundos¡±, dijo el republicano Harold Rogers, congresista por ese estado, quien advirti¨® de que ¡°a¨²n no hemos visto c¨®mo [los votantes de su distrito] reaccionar¨¢n a esas propuestas presupuestarias¡±.
Algunos distritos de Kentucky se ver¨ªan gravemente afectados por el tijeretazo del presidente republicano a muchos programas sociales (el plan calcula un ahorro de 4,09 billones de d¨®lares a lo largo de 10 a?os). La gran cifra tiene consecuencias muy concretas en el territorio, como un fondos de 146 millones de d¨®lares que se usaban para reciclar profesionalmente a mineros desempleados, entre otras medidas.
A este ejemplo de Kentucky, se suman otros estados que catapultaron a Trump ser¨ªan grandes damnificados de los presupuestos, por ejemplo, Georgia, Texas o Alabama en el cap¨ªtulo de ayudas a la alimentaci¨®n de los pobres. Ha habido m¨¢s cr¨ªtica conservadoras. Tambi¨¦n inquieta la repercusi¨®n de los ajustes en la atenci¨®n m¨¦dica a los desfavorecidos, que puede afectar a 10 millones de ciudadanos.
El senador republicano de Nevada Dean Heller calific¨® las cuentas de ¡°anti-Nevada¡± y el senador Lindsey Graham asegur¨® que "han ingresado cad¨¢ver" en la C¨¢mara. El l¨ªder de la mayor¨ªa republicana, Mitch McConnell, se mostr¨® fr¨ªo: ¡°Tendremos en cuentas las recomendaciones del presidente, pero no ser¨¢n determinantes¡±, dijo, aunque otros bendijeron la rebaja fiscal. Obama no pudo sacar adelante su presupuesto de 2017 como tal y se fueron pasando partidas. Nunca es f¨¢cil en EE UU. Los dem¨®cratas han ense?ado las u?as. Su l¨ªder, Chuck Schumer, les lanz¨® una puya especial: ¡°[A los republicanos] les disgusta casi tanto como a nosotros¡±.
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