¡°Los j¨®venes son los grandes ausentes del escenario pol¨ªtico mexicano¡±
El pensador califica a M¨¦xico de "pa¨ªs en 'shock" por "la impunidad, la violencia y la corrupci¨®n"
Escritor, historiador, analista, Enrique Krauze (Ciudad de M¨¦xico, 1947) es uno de los referentes intelectuales de M¨¦xico. Parte de su vasta obra ha quedado recopilada en seis vol¨²menes bajo el prisma de Ensayista liberal (Debate), el t¨ªtulo que acompa?a a cada tomo, dos de los cuales ya se encuentran a la venta en Espa?a.
Pregunta. ?Qu¨¦ es ser liberal en M¨¦xico?
Respuesta. Mi maestro Daniel Cos¨ªo Villegas se defin¨ªa a s¨ª mismo como un liberal de museo, puro y anacr¨®nico. Lo dec¨ªa en los a?os 70. En ese momento se entend¨ªa. En los a?os 80 y 90 pens¨¦ que ese liberalismo colocado en el centro del tiempo era el futuro claro de Occidente y de buena parte del orbe. Ahora, con todo lo que ha pasado en el mundo y en M¨¦xico, he pensado tambi¨¦n yo soy un liberal de museo, puro y anacr¨®nico. En M¨¦xico, hay muchas personas que compartir¨ªan con orgullo esa identidad, si cabe llamar al sustantivo liberal una identidad, pues el liberalismo es la pluralidad de identidades. Pero s¨ª creo que estamos en minor¨ªa ante el resurgimiento o la permanencia de muchas corrientes pol¨ªticas e ideol¨®gicas que representan lo contrario.
P. ?Cu¨¢l es la que m¨¢s le inquieta?
R. Cualquiera que hojee los tomos de ¡®Ensayista liberal¡¯ se dar¨¢ cuenta de que lo que m¨¢s me preocupaba era el autoritarismo camale¨®nico del PRI. Ahora, lo m¨¢s preocupante es el fen¨®meno del populismo, que tiene distintas caras en los diversos pa¨ªses y continentes, pero tiene una misma esencia.
P. ?Cu¨¢l ha sido el mayor logro de M¨¦xico estos 35 a?os?
R. Es un lugar com¨²n decir que la libertad, como el aire, no se aprecia sino cuando se pierde. Pero es verdad. En M¨¦xico las libertades estaban ahogadas, reprimidas por el r¨¦gimen del PRI. Ahora tenemos mayores libertades, aunque acotadas por poderes brutales del crimen y los gobiernos locales corruptos que se al¨ªan con ellos para asesinar periodistas. Otra conquista es la democracia fr¨¢gil e imperfecta que tenemos y que es naturalmente no se aprecia como se deber¨ªa porque las generaciones j¨®venes no tienen memoria hist¨®rica de lo que fue la antidemocracia del PRI. Por supuesto, est¨¢ llena de taras, pero no se puede culpar a la democracia del mal uso que hacen de ella los pol¨ªticos.
P. ?Est¨¢ en riesgo la democracia en M¨¦xico?
R. S¨ª, claro. Est¨¢ en riesgo en varios frentes. El avance del crimen organizado ha hecho que en varias entidades no s¨®lo no exista ya democracia, que no exista Estado de derecho elemental, orden p¨²blico. M¨¦xico ya no es M¨¦xico en buena parte del pa¨ªs. Es una situaci¨®n terrible, in¨¦dita desde la revoluci¨®n mexicana, pero muy compleja. Las personas no quieren detenerse en las explicaciones complicadas ni hacer distinciones, lo que quieren es condenar. La prioridad nacional es combatir la violencia e instaurar el estado de derecho. ?Qu¨¦ f¨¢cil es decir que ¡°fue el Estado¡±!. No es exacto. Los culpables son los criminales, coludidos con gobiernos locales, que es distinto. El Estado ha sido incapaz de instaurar la legalidad pero por razones complejas. Cualquiera que tenga un m¨ªnimo de conocimiento hist¨®rico se da cuenta de que M¨¦xico estaba muy mal preparado para constituir un Estado de derecho en el siglo XXI. Pero culpar a la democracia de eso es un desprop¨®sito. Implicar¨ªa decir algo como que si la democracia es el problema, ?qu¨¦ prefieres, una dictadura? Debemos buscar una soluci¨®n que ser¨¢ larga y ardua, que llevar¨¢ dos generaciones. Como vivimos con la desaz¨®n, el desaliento y la decepci¨®n por los casos de corrupci¨®n e impunidad, pensamos que todo est¨¢ podrido, todo est¨¢ mal, lo m¨¢s f¨¢cil es tirarlo por la borda. La democracia mexicana es un edificio en obra negra, no tiene sentido tirar ese edificio.
P. Habla mucho del papel de los j¨®venes. ?Qu¨¦ siente m¨¢s entre ellos? ?Hartazgo, desaliento, apat¨ªa?
R. Los j¨®venes son una categor¨ªa demasiado amplia, porque en M¨¦xico tambi¨¦n est¨¢n los llamados mirreyes, clase detestable que me recuerda a los se?oritos satisfechos de Ortega y Gasset. Viven enamorados de s¨ª mismos y borrachos de una vida de excesos cargados a la American Express de sus pap¨¢s. Pero es cierto, en muchos j¨®venes responsables encuentro hartazgo, asco con respecto a la corrupci¨®n, incertidumbre. Todas esas actitudes tienen sentido y son explicables. Pero ganas de destrucci¨®n, en el sentido de tomar una pistola e irse a la sierra, ¨¢nimos revolucionarios, no los veo. Pero s¨ª percibo ganas de tirar todo por la borda, en el sentido de desinteresarse, de no participar, de no creer que tienen un papel que jugar. Y m¨¢s vale que lo hagan pronto.
P. ?Siente que no tienen ganas de organizarse?
R. Sobre todo de construir algo vertebrado. Cuando apareci¨® el movimiento Yo soy 132, lo primero que dije es: ¡°Organ¨ªcense, hagan que esto dure¡±. Pero se sintieron felices porque el nombre dio la vuelta al mundo, parec¨ªan que eran la vanguardia de la primavera ¨¢rabe en M¨¦xico. Fue una llamarada ¨²nicamente. Lo que cuesta es el trabajo d¨ªa a d¨ªa, eso es lo que no veo. La generaci¨®n joven es la gran ausente del escenario pol¨ªtico mexicano.
P. ?Ha colapsado el sistema mexicano?
R. No, no, no. Colapso, en Venezuela. Venezuela es un Tlatelolco cotidiano. M¨¦xico no est¨¢ en esa situaci¨®n, pero todos los infiernos son distintos. M¨¦xico tiene un dinamismo econ¨®mico que envidiar¨ªan muchos pa¨ªses no solo de Am¨¦rica Latina, dir¨ªa que del mundo. M¨¢s all¨¢ de que no crezca a la tasa necesaria. Con todas las deficiencias at¨¢vicas, M¨¦xico es un pa¨ªs m¨¢s democr¨¢tico y libre. Pero, ?por qu¨¦ estamos tan espantosamente enojados? M¨¦xico es un pa¨ªs en shock y la raz¨®n es la impunidad, la violencia y la corrupci¨®n. Para ninguno de esos tres factores existe una sola explicaci¨®n ni una sola salida. M¨¦xico no es un Estado fallido, como han dicho algunos demag¨®gicamente, estamos en una situaci¨®n delicada. El shock necesita un tratamiento, pero primero un diagn¨®stico, que es complejo
P. ?Hay una crisis de liderazgo?
R. No me cabe la menor duda. Mi generaci¨®n despert¨® con el bautismo de fuego del 68, est¨¢bamos en la calle con 20 a?os, conscientes de vivir en un pa¨ªs autoritario y que nuestro sue?o era cambiar las reglas pol¨ªticas. Pasaron varias generaciones hasta llegar a los millennial. Simplemente, no los veo organiz¨¢ndose, aunque son una masa activa indignada, justamente indignada. Me imagino la escena, y no me burlo, de un muchacho que vive en la casa de sus padres y se dedica a tener un inmenso activismo en Internet. Se entiende, pero eso no construye institucionalidad. Es un pa¨ªs con vitalidad pero hay una postergaci¨®n del compromiso y la organizaci¨®n pol¨ªtica.
P. ?Est¨¢ siendo L¨®pez Obrador el ¨²nico de canalizar el apoyo de los j¨®venes?
R. No conozco la composici¨®n de los millones de personas que tienen ya intenci¨®n de votar por ¨¦l, que se ha mantenido en 2006, 2012 y se mantendr¨¢ en 2018, pero no me sorprender¨ªa que algunos de sus votantes fuesen j¨®venes. Pero hay que aclarar que muchos de los valores que mueven a la juventud, su libertad sexual o el tema del aborto, no son temas que comparta L¨®pez Obrador. No s¨¦ qu¨¦ tanto su imagen de hombre anticuado en sus ideas, conceptos o el M¨¦xico del pasado que evoca, apele a la gente joven. Pero el caso es que es el ¨²nico candidato que hay. Los otros partidos est¨¢n especulando.
P. ?Cree que esa especulaci¨®n puede pasar factura al resto de partidos?
R. Yo estoy muy preocupado porque creo que los partidos o los grupos que proponen candidaturas independientes, deber¨ªan adelantar los tiempos y proponer ya sus candidatos. M¨¢s all¨¢ de los tiempos de campa?a, la gente necesita claras las opciones.
P. ?C¨®mo va afectar al pa¨ªs las elecciones del pr¨®ximo 4 de junio en el Estado de M¨¦xico?
R. Cualquier cosa que ocurra va a afectarnos. Lo que creo es que va a haber una judicializaci¨®n del proceso que se va a prolongar hasta julio o agosto. La campa?a presidencial de 2018 empezar¨¢ el d¨ªa despu¨¦s de la decisi¨®n del Estado de M¨¦xico con la batalla jur¨ªdica que se desatar¨¢, a menos de que los resultados sean abrumadores para algunas de las fuerzas. Pero no lo veo as¨ª.
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