Las mujeres dan un paso al frente en Alhucemas
Un ama de casa con cuatro hijos llama a la movilizaci¨®n pac¨ªfica en las concentraciones de protesta
Lunes por la noche en Alhucemas. Cuarta jornada de protestas tras la orden de arresto de Nasser Zafzafi, el l¨ªder del Movimiento Popular, y de 40 activistas. Ahora, 27 contin¨²an detenidos, siete han sido puestos en libertad y otros siete permanecen en libertad con cargos. Todo el mundo sabe ya en esta ciudad de 56.000 habitantes que Zafzafi ha sido detenido junto a varios de sus m¨¢s ¨ªntimos amigos. La brigada de la polic¨ªa judicial se encarga de interrogarle en Casablanca, a unas nueve horas en coche desde Alhucemas. Circulan v¨ªdeos en los que supuestamente se le ve a ¨¦l, en manos de la polic¨ªa, con la cabeza tapada con una camiseta ensangrentada, conducido desde un helic¨®ptero a una furgoneta. No existe ninguna confirmaci¨®n oficial de que el hombre que aparece en el v¨ªdeo sea Zafzafi. Pero el comentario en las redes y en la calle es que est¨¢ siendo tratado como un terrorista. Y ahora resta saber c¨®mo van a reaccionar los j¨®venes en Alhucemas y qu¨¦ har¨¢ la polic¨ªa.
A las 22.30, las furgonetas antidisturbios se cuentan por decenas en la calle donde muri¨® el 28 de octubre el vendedor de pescado Mouhcine Fikri. Tambi¨¦n est¨¢ preparada una tanqueta de agua. Los agentes impiden que nadie se concentre en la plaza principal. Muchos j¨®venes cruzan delante de ellos sin decir nada, a paso r¨¢pido, hacia el lugar de concentraci¨®n previsto, en lo alto de una pendiente empinada en el barrio de Sidi Abed. Este martes hay casi el doble de j¨®venes que el d¨ªa anterior. Decenas de ellos llevan carteles con el lema?Todos somos Nasser.
El joven que cogi¨® el altavoz el d¨ªa anterior, el que areng¨®: ¡°el Movimiento es pac¨ªfico y as¨ª va a seguir. Si me detienen a m¨ª, otro me sustituir¨¢¡±, hoy no est¨¢. No lo han detenido. Simplemente, ¡°no contesta al tel¨¦fono ni aparece en Facebook¡±, explican sus compa?eros. Ahora es una mujer la que toma el altavoz. Es la misma que el domingo clam¨®: ¡°Las mujeres tambi¨¦n tienen que salir con nosotros, porque han detenido a nuestros hijos y nuestros maridos. Y no hemos hecho mal a nadie¡±.
Se llama Nawal Ben Aisa, tiene 36 a?os, es ama de casa, est¨¢ casada y tiene cuatro hijos. Los hombres siguen siendo mayor¨ªa en la concentraci¨®n, pero este lunes hay m¨¢s mujeres que nunca. ¡°Vamos a seguir saliendo a la calle igual que lo hemos hecho hoy. Todos los d¨ªas, hasta que liberen a los detenidos¡±, grita Ben Aisa. Durante toda la ma?ana, un grupo de unas 15 madres, hijas y hermanas de los detenidos permanecieron en silencio enfrente de la comisar¨ªa del Alhucemas. Ahora, en la concentraci¨®n del lunes, se ven tambi¨¦n mujeres que han acudido en grupo. Entre las de m¨¢s edad hay quienes se han cubierto todo el rostro con un pa?uelo y solo dejan ver los ojos. Otra joven llega con su beb¨¦ en un carrito. Desde la ventana de una casa otra mujer reparte garrafas de agua entre los manifestantes.
La gente que ocupaba las terceras filas del Movimiento hasta hace cuatro d¨ªas se encarga ahora de poner orden en las manifestaciones. El segundo hombre de Nasser Zafzafi, el que creaba los c¨¢nticos de las manifestaciones, Nabil Ahamyik, se encuentra en paradero desconocido. En la clandestinidad public¨® un comunicado este fin de semana en el que apelaba a que las protestas sigan siendo pac¨ªficas.
Ahora, cientos de j¨®venes, gritan en el barrio de Sidi Abed: ¡°Pac¨ªfica, pac¨ªfica, ni piedras ni navajas¡±. Y tambi¨¦n: ¡°Te debemos mucho, Nasser, con alma y sangre¡±; ¡°Todos estamos tristes, nos mata el Majz¨¦n [el poder del Palacio Real]; ¡°Una sola palabra: este Estado es corrupto¡±; ¡°Me han dicho qui¨¦n eres. Soy amazig. ?Cu¨¢nto cuestas? No estoy en venta¡±.
Faysal Ouassar, responsable local de la Asociaci¨®n Marroqu¨ª de Derechos Humanos (AMDH), sostiene que las causas que la originaron las protestas siguen sin resolverse. "Y por eso la gente seguir¨¢ saliendo a la calle". Cuando se le indica que hay otras zonas en Marruecos m¨¢s pobres que el Rif, con peores infraestructuras y menos centros educativos y de salud, donde la gente no se manifiesta durante siete meses, Ouassar se?ala: "Pero hay que conocer la historia del Rif. Aqu¨ª hay mucha rabia, mucha ira acumulada durante mucho tiempo, ante las injusticias sufridas".
Antes de que den las 12 de la noche Ben Aisa pide, como hizo la noche anterior, que cada uno se vuelva a su casa pac¨ªficamente. ¡°No podemos entrar en las provocaciones de la polic¨ªa¡±. Y llama a la huelga general para el martes. Los j¨®venes bajan la cuesta y la mayor¨ªa intenta pasar por calles donde no est¨¢n apostados los antidisturbios. Despu¨¦s, decenas de ellos se quedan en las aceras, mirando a los polic¨ªas y los polic¨ªas mir¨¢ndoles a ellos. Ese es el ambiente.
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