La pol¨¦mica ley de ciberseguridad entra en vigor en China
La medida puede perjudicar a las firmas extranjeras, seg¨²n advierten expertos y empresarios for¨¢neos
Este jueves entra en vigor la nueva y pol¨¦mica ley sobre ciberseguridad en China, entre quejas de las empresas extranjeras acerca de posibles limitaciones a su capacidad de negocio en el pa¨ªs y promesas de Pek¨ªn de que no trata de restringir la libre competencia. La medida, que el Legislativo aprob¨® el pasado noviembre, busca, seg¨²n las autoridades del pa¨ªs, proteger la privacidad de los datos e y reducir la vulnerabilidad a ataques como el del virus WannaCry que afect¨® a centenares de miles de sistemas inform¨¢ticos en todo el mundo.
¡°No hay seguridad nacional sin ciberseguridad¡±, ha dicho el presidente chino, Xi Jinping, en una muestra de la importancia que Pek¨ªn atribuye a la medida. Desde la llegada de Xi al poder, el r¨¦gimen chino ha incrementado la censura y el control sobre Internet, ha reclamado la soberan¨ªa nacional en el ciberespacio y ha puesto en marcha una serie de regulaciones sobre las empresas tecnol¨®gicas.
El objetivo de la nueva ley es, seg¨²n la Administraci¨®n del Ciberespacio de China (CAC), ¡°salvaguardar la soberan¨ªa en el ciberespacio, la seguridad nacional y el inter¨¦s p¨²blico, as¨ª como los derechos y los intereses de los ciudadanos¡±. Una meta que la hace tan amplia como vaga, y por tanto complicada de cumplir, se?alan sus cr¨ªticos. Aunque oficialmente entrar¨¢ en vigor este jueves, Pek¨ªn tiene dos a?os para ir poniendo en marcha sus distintos elementos clave.
Entre otros aspectos positivos, la nueva ley regula la protecci¨®n de datos, hasta ahora una zona gris en China. Los proveedores de servicios de Internet no podr¨¢n recabar y vender sin autorizaci¨®n la informaci¨®n personal de sus usuarios, y sus clientes podr¨¢n exigir que se borren sus datos en caso de abuso.
Pero tambi¨¦n proh¨ªbe que los usuarios de Internet puedan publicar contenido que perjudique ¡°el honor nacional¡± o del que se sospeche que pueda intentar ¡°deponer el sistema socialista¡± o la alteraci¨®n del orden social y econ¨®mico vigente.
Otras provisiones han suscitado tambi¨¦n el escepticismo, o directamente la preocupaci¨®n de analistas y empresas extranjeras que hab¨ªan solicitado el aplazamiento de la entrada en vigor de la medida hasta que se aclarasen algunos de sus puntos m¨¢s pol¨¦micos. En su opini¨®n, partes de la ley amenazan con excluir a firmas for¨¢neas de sectores que Pek¨ªn define como ¡°clave¡± pero que no est¨¢n claramente delimitados.
"La ley deber¨ªa ser proporcional, consistente, no discriminatoria y transparente, y no vemos que cumpla esos requisitos, al menos desde fuera¡±, sosten¨ªa este mi¨¦rcoles en un acto p¨²blico Mats Harborn, presidente de la C¨¢mara de Comercio Europea en China, una de las organizaciones que ha criticado la norma con mayor dureza. Michael Chang, el n¨²mero dos de esta entidad, ha advertido por su parte del "enorme coste y dificultad de cumplimiento" para las empresas.
Las cl¨¢usulas de la ley prev¨¦n revisiones de seguridad peri¨®dicas para los productos de aquellas empresas autorizadas a operar en sectores ¡°clave¡±. Entre estos, se enumeran espec¨ªficamente ¨¢reas como la energ¨ªa, las finanzas o los servicios p¨²blicos, pero tambi¨¦n ¡°cualquier otra infraestructura de informaci¨®n clave que pueda causar graves da?os a la seguridad nacional, la econom¨ªa o el inter¨¦s p¨²blico si se destruyeran, quedaran inutilizadas o se filtraran¡±. Es decir, casi cualquier sector puede entenderse como ¡°clave¡±.
No est¨¢ claro si, en estas revisiones de seguridad, las empresas tendr¨¢n que revelar a las autoridades chinas los c¨®digos fuente de sus programas u otros datos altamente confidenciales, algo que ha hecho saltar las alarmas sobre la posibilidad de espionaje industrial o de robo de la propiedad intelectual.
Adem¨¢s, las empresas ¡ªtanto nacionales como extranjeras¡ª tendr¨¢n que almacenar los datos obtenidos en China en servidores que se encuentren en territorio de este pa¨ªs. Para trasladar al exterior datos que impliquen a m¨¢s de un mill¨®n y medio de personas ser¨¢ necesario someterse a una revisi¨®n de seguridad.
Paul Triolo, especialista en ciberseguridad de la consultor¨ªa Eurasia Group, ha indicado en una nota que la nueva legislaci¨®n introducir¨¢ ¡°nuevos obst¨¢culos para las operaciones y el cumplimiento de las normas de las empresas extranjeras¡± en sectores como el almacenamiento de datos en la ¡°nube¡±, donde China quiere posicionarse como l¨ªder. Por ejemplo, empresas for¨¢neas presentes en China y ¡°que cuenten con rivales pol¨ªticamente bien conectados pueden verse m¨¢s susceptibles a ser sometidas a cosas como una revisi¨®n de ciberseguridad¡±, ya que las empresas chinas pueden solicitar controles de este tipo a productos extranjeros.
La CAC replica que la medida ¡°no restringe la entrada de empresas extranjeras o su tecnolog¨ªa y productos en el mercado chino, ni limita el flujo libre y ordenado de datos de acuerdo con la ley¡±.?China, alega este organismo, es una v¨ªctima frecuente de ciberataques y necesita instrumentos para defenderse de ellos. M¨¢s de 10.000 sitios web chinos, seg¨²n sus cifras, se ven manipulados cada mes y cerca de un 80% de los sitios gubernamentales han sufrido ataques, ¡°muchos de ellos originados en Estados Unidos¡±, seg¨²n la agencia de noticias estatal Xinhua.
La relaci¨®n que establece Xi entre la seguridad nacional y la ciberseguridad ¡°refleja una visi¨®n ampliamente aceptada en China¡±, ha apuntado en un reciente an¨¢lisis Nabil Alsabah, del centro de estudios alem¨¢n MERICS. ¡°La direcci¨®n que est¨¢n adoptando los l¨ªderes chinos est¨¢ clara: regular estrictamente tecnolog¨ªas extranjeras en las que no se puede confiar y esforzarse por desarrollar sustitutos nacionales¡±.
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