El lugar donde la gente nunca gana

Las elecciones en el Estado de M¨¦xico han sido catalogadas como un mini-laboratorio de lo que se viene el pr¨®ximo a?o en las elecciones presidenciales. Mal augurio. El aspecto que m¨¢s resalta de las campa?as es la incompetencia de los candidatos y su desd¨¦n abierto por el electorado. La desgracia de M¨¦xico es que sus pol¨ªticos son los peores enemigos del desarrollo democr¨¢tico: m¨¢s que part¨ªcipes de una democracia, los electores acaban siendo c¨®mplices de un juego de simulaci¨®n pol¨ªtica en pos de cotos de poder individuales. Al final de cada proceso electoral, el sentimiento generalizado es el del enga?o. En M¨¦xico la democracia representativa funciona a la inversa: en lugar de permitir a los ciudadanos canalizar sus intereses a trav¨¦s de los pol¨ªticos, sirve para que los pol¨ªticos usen al electorado para mover sus intereses personales.

Esa ha sido la moraleja de la campa?a de este a?o; en M¨¦xico no hay evoluci¨®n pol¨ªtica. La pugna por el Edomex se lleva a cabo entre dos polos de la intrascendencia; la c¨®mplice continuidad y la irresponsable novedad. La elecci¨®n de Alfredo del Mazo como candidato al Estado de M¨¦xico es la prueba m¨¢s grande del desd¨¦n del mundo pol¨ªtico por la ciudadan¨ªa. En un entorno de graves acusaciones de corrupci¨®n hacia muchos de sus gobernadores, un fracaso absoluto de las administraciones priistas en la entidad y un presidente de la rep¨²blica con los niveles m¨¢s bajos de aprobaci¨®n de la historia reciente, el PRI se decidi¨® por el candidato que representa la continuidad de un modelo en decadencia. Alfredo del Mazo es la constataci¨®n de que la clase pol¨ªtica a¨²n no entiende que no entiende. Si del Mazo logra ganar es por la capacidad del PRI de ¡°operar su maquinaria pol¨ªtica¡±; un eufemismo para un serie de pr¨¢cticas antidemocr¨¢ticas y sin escr¨²pulos que el modelo priista ha hecho pasar por una ¡°normalidad¡± del sistema pol¨ªtico mexicano.

En el bando contrario est¨¢ Delfina G¨®mez. La maestra es el opuesto del candidato del PRI; si este ¨²ltimo demuestra el desprop¨®sito de un candidato que representa lo mismo, Delfina es la prueba de que ser distinta no te vuelve mejor. Los debates y entrevistas han confirmado lo que sus propuestas de trabajo ya dejaban entrever; la candidata de Morena tiene muchas limitaciones y el Estado de M¨¦xico demasiados problemas. Una mala combinaci¨®n; Delfina podr¨¢ ser el mal menor, pero en t¨¦rminos reales su llegada a la gubernatura no parecer¨ªa garantizar nada. En el actual escenario, s¨®lo queda una certeza; gane quien gane, no ser¨¢ la ciudadan¨ªa.

La campa?a misma es un ejemplo del poco inter¨¦s que los candidatos tienen por su entorno. Vac¨ªos de ideas; optan por la anacr¨®nica pol¨ªtica de la barda y el espectacular. En ese sentido, los candidatos mexiquenses pueden apuntar su primer logro en el Estado de M¨¦xico: lo han convertido en un basurero. El asunto no es menor, no solo porque el futuro de 17 millones de mexicanos depender¨¢ del pr¨®ximo gobernador sino porque justamente esta elecci¨®n se perfila como un pre¨¢mbulo de la presidencial: un proceso sucio, lejos de la ciudadan¨ªa en el que el debate de ideas y proyectos ser¨¢ la ¨²ltima de las prioridades.

Ciertamente el bot¨ªn pol¨ªtico que est¨¢ en juego es enorme. El estado m¨¢s poblado del pa¨ªs es tambi¨¦n el basti¨®n m¨¢s importante del priismo; de perderlo, el PRI quedar¨¢ sin un ¨¢rea de ¡°operaci¨®n¡± importante para su voto duro. Pero se equivocan quienes piensan que ganar el Edomex garantiza algo de cara al 2018; el Estado de M¨¦xico estar¨¢ bajo la lupa y la actuaci¨®n del pr¨®ximo gobernador -sea quien sea- ser¨¢ un blanco f¨¢cil en la contienda presidencial del 2018. Lo que es cierto es que la carrera presidencial empieza de manera contundente el pr¨®ximo domingo y ¨¦sta, su primera fase, deja poca esperanza para lo que sigue. Los partidos siguen contendiendo para ganar el pa¨ªs, pero el pa¨ªs nunca contiende para ganar.