Trump redobla su ataque al alcalde de Londres y le critica por su ¡°pat¨¦tica excusa¡± tras el atentado
El presidente enmienda a su propio Gobierno y exige ¡°una versi¨®n mucho m¨¢s dura¡± del veto migratorio
Los atentados de Londres han propiciado el retorno de una de las se?as de identidad de la campa?a electoral de Donald Trump: buscar r¨¦ditos pol¨ªticos en ataques terroristas en el extranjero. Desde que asumi¨® la presidencia de Estados Unidos, Trump se hab¨ªa resistido a hacerlo, pero, tras los atentados del s¨¢bado en la capital brit¨¢nica, ha hecho un alegato de su veto migratorio a seis pa¨ªses musulmanes ¡ªque est¨¢ paralizado por la justicia¡ª y ha arremetido contra el alcalde londinense. Los mensajes, en Twitter, pueden poner en aprietos al republicano.
Tras los atentados en Par¨ªs en noviembre de 2015, Trump sugiri¨® que el n¨²mero de v¨ªctimas habr¨ªa sido menor si Europa tuviera una pol¨ªtica menos restrictiva en la compra de armas de fuego porque habr¨ªa m¨¢s ciudadanos armados. En junio de 2016, tras un ataque en Estambul, Trump defendi¨® el uso de la t¨¦cnica ¡ªprohibida¡ª de tortura del waterboarding (ahogamiento simulado) a sospechosos de terrorismo.
La reacci¨®n inicial de Trump tras los atentados de la noche del s¨¢bado en Londres, en que murieron siete personas, fue la habitual de un presidente estadounidense: conden¨® los hechos y manifest¨® su solidaridad con el pueblo brit¨¢nico.
Pero Trump tard¨® poco en volver a exhibir por qu¨¦ es un mandatario incomparable con sus predecesores al que le cuesta controlar sus impulsos y al que parece asustarle muy poco inmiscuirse en asuntos de otros pa¨ªses: inici¨® una cascada de mensajes en Twitter sobre la necesidad de endurecer la entrada de musulmanes a EE UU y los peligros del yihadismo, y contra el alcalde de Londres, Sadiq Khan, el primer edil musulm¨¢n de una gran ciudad de Europa Occidental.
Lejos de amedrentarse, Trump redobl¨® este lunes su ofensiva contra Khan. ¡°Pat¨¦tica excusa del alcalde de Londres Sadiq Khan que ten¨ªa que pensar r¨¢pido en su declaraci¨®n de que ¡®no hab¨ªa razones para estar alarmado¡¯. ?Los MSM [acr¨®nimo de medios de comunicaci¨®n masivos] est¨¢n trabajando duro en venderla!¡±, escribi¨®.
La pol¨¦mica se origina en un mensaje de Trump el domingo: ¡°Al menos siete muertos y 48 heridos en ataque terrorista y el alcalde de Londres dice que ¡®?no hay raz¨®n para estar alarmados!'¡±.
Los portavoces de Khan, del Partido Laborista, acusaron a Trump de malinterpretar un comunicado del alcalde, en que condenaba el ataque e informaba de que se extremar¨ªa la vigilancia. ¡°No hay raz¨®n para estar alarmado. Una de las cosas que la polic¨ªa y todos nosotros tenemos que hacer es garantizar de que estemos lo m¨¢s seguros posibles¡±, afirmaba Khan. Trump, con un largo historial de afirmaciones falsas, decidi¨® obviar ese contexto al escribir su mensaje en Twitter.
La Casa Blanca neg¨® que Trump se haya embarcado en una ¡°pelea¡± con Kahn y enmarc¨® sus mensajes en su defensa de endurecer la seguridad ante la amenaza yihadista.
Pero, poco antes de volver a atacar al alcalde, el presidente dio una nueva muestra de su heterodoxia pol¨ªtica al criticar a su propio Gobierno. ¡°El Departamento de Justicia deber¨ªa haberse quedado con el veto migratorio original, no la versi¨®n suavizada y pol¨ªticamente correcta que mandaron al Tribunal Supremo¡±, escribi¨® Trump.
Escalada de la tensi¨®n con Reino Unido
La tensi¨®n entre Donald Trump y Sadiq Kahn no es nueva. El alcalde, que asumi¨® el cargo en mayo de 2016, critic¨® el a?o pasado la propuesta del candidato republicano de vetar temporalmente, alegando motivos de seguridad, la entrada a EE UU de todos los extranjeros musulmanes. "La ignorante visi¨®n del islam de Trump nos hace menos seguros, contribuye a alienar a los musulmanes y juega a favor de los extremistas", declar¨® entonces.
Es el en¨¦simo choque en pocas semanas entre el Gobierno de Trump y Reino Unido. Londres se quej¨® a Washington tras filtrarse a la prensa estadounidense datos de la investigaci¨®n al atentado de Manchester. Y tambi¨¦n critic¨® a la Casa Blanca por acusar, sin pruebas, de que los servicios de inteligencia brit¨¢nicos podr¨ªan haber espiado a Trump.
Justicia pidi¨® la semana pasada al Supremo que revise la constitucionalidad del segundo decreto migratorio no del primero, que era m¨¢s severo. El presidente tambi¨¦n inst¨® a sus abogados a solicitar una audiencia r¨¢pida sobre el segundo decreto en el Supremo para poder impulsar una ¡°versi¨®n mucho m¨¢s dura¡±.
A ¨²ltima hora del lunes, Trump culmin¨® su ofensiva: "As¨ª es, necesitamos un VETO MIGRATORIO desde determinados pa¨ªses PELIGROSOS, no un t¨¦rmino pol¨ªticamente correcto que no nos ayudar¨¢ a proteger a nuestra gente", escribi¨®.
Esos mensajes, sin embargo, pueden ser usados en su contra en las deliberaciones en el Alto Tribunal que definir¨¢ la suerte de su veto migratorio. Trump hizo de la islamofobia una ense?a de su campa?a, pero una vez en la Casa Blanca ha chocado con la realidad y su pasado le ha perseguido: los tribunales han frenado sus intenciones al considerar que su ret¨®rica antimusulmana como candidato es prueba suficiente de que sus vetos respond¨ªan m¨¢s a una finalidad de discriminaci¨®n religiosa, que es inconstitucional, que a un intento de reforzar la seguridad de EE UU.
En su primera semana como presidente, a finales de enero, Trump firm¨® con pompa un decreto que prohib¨ªa la entrada de ciudadanos de siete pa¨ªses de mayor¨ªa musulmana (Irak, Ir¨¢n, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sud¨¢n) durante 90 d¨ªas y suspend¨ªa el programa de acogida de refugiados durante 120 d¨ªas (para los ciudadanos sirios de forma indefinida).
La implementaci¨®n del veto fue ca¨®tica sin que los agentes fronterizos supieran exactamente a qui¨¦n afectaba. En su primera semana en vigor, un tribunal lo suspendi¨® y las restricciones se levantaron.
Trump firm¨® en marzo, en un acto a puerta cerrada, un nuevo decreto m¨¢s suavizado ¡ªexclu¨ªa a Irak y eliminaba el veto indefinido a refugiados sirios¡ª para tratar de sortear los indicios de inconstitucionalidad por discriminaci¨®n religiosa que se?alaron los tribunales. Pero un d¨ªa antes de entrar en vigor, fue suspendido de nuevo por la justicia. Ahora, Trump parece arrepentirse de esa estrategia.
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