La muerte de dos adolescentes holandesas reaviva el debate sobre las redes sociales
Ambas manten¨ªan contacto con los presuntos autores del crimen a trav¨¦s de Internet
A final de curso, las banderas nacionales suelen ondear en Holanda en balcones y ventanas junto a las mochilas de los estudiantes que han aprobado la secundaria. La combinaci¨®n forma parte del paisaje urbano y arranca la sonrisa del transe¨²nte, que recuerda el esfuerzo escolar de su propia adolescencia. En la localidad de Bunschoten, un municipio de la provincia de Utrecht de apenas 20.000 habitantes, las han puesto a media asta en recuerdo de Savannah Dekker: una chica de 14 a?os cuyo cad¨¢ver apareci¨® el pasado domingo en una zanja de un terreno industrial de la zona. La hab¨ªan violado y la polic¨ªa ha detenido a un chico de 16 a?os por su posible relaci¨®n con los hechos. Solo dos d¨ªas antes, el viernes, un paseante hab¨ªa encontrado el cuerpo sin vida de Romy Nieuwburg, tambi¨¦n de 14 a?os, y asimismo violada. Estaba en el campo, en una reserva natural de Amersfoort, a unos 20 kil¨®metros de Bunschoten. Un chico de 14 a?os ha confesado los hechos. Ambos cr¨ªmenes han producido horror y gran alarma. No solo por la juventud de las v¨ªctimas y sus presuntos agresores, sino porque "todos manten¨ªan contacto a trav¨¦s de las redes sociales",?seg¨²n los investigadores.?
Al principio, y dada la cercan¨ªa y similitud, la polic¨ªa pens¨® que podr¨ªa tratarse de un trastornado o incluso un asesino en serie. Luego vieron que los casos no estaban relacionados y ni las chicas ni sus familias se conoc¨ªan. Este jueves, unos 6.000 vecinos de Savannah han recorrido el pueblo en una marcha silenciosa portando flores de muchos colores, sus favoritas. Visiblemente afectado, el alcalde Melis van de Groep asegur¨® ¡°que todo Bunschoten llora y nuestra uni¨®n es como un c¨¢lido manto de cari?o¡±. La caminata se cerr¨® frente a las puertas de la escuela de la chica, Oostwende College, donde una pancarta resum¨ªa el sentir general. Dec¨ªa: ¡°Te echaremos de menos, Savannah; estar¨¢s siempre en nuestros corazones¡±. La fiscal¨ªa ha calificado este viernes el caso de ¡°complicado¡±, y no descarta ¡°nuevas detenciones porque pensamos que puede haber m¨¢s gente involucrada¡±.
De momento, se sabe que el adolescente detenido es de Den Bosch, vive con su madre en un piso alquilado, y llevaba semanas sin acudir al centro de formaci¨®n profesional donde estudiaba. La ciudad est¨¢ a unos 80 kil¨®metros de Bunschoten, la residencia de Savannah, y ¨¦l no constaba en los archivos policiales ni en los expedientes de los servicios sociales, seg¨²n portavoces de ambas instancias. En medio del dolor, padres y educadores se preguntan si es posible regular, o bien controlar, los contactos de los menores en unas redes sociales cada vez m¨¢s amplias y refinadas.
En principio, el caso de Romy, hallada muerta poco despu¨¦s de salir de clase al mediod¨ªa, es menos complejo. El adolescente que ha confesado el crimen fue detenido por los agentes en la granja de sus padres, situada a 27 kil¨®metros de Amersfoort. La polic¨ªa ha interrogado a varios escolares del centro de educaci¨®n especial donde ella estaba inscrita. El colegio, por su parte, admite su dolor en una nota colgada en su p¨¢gina web. ¡°La fiscal¨ªa nos ha dicho que ambos se conoc¨ªan de aqu¨ª. ?l era tambi¨¦n uno de los nuestros. La noticia a?ade a¨²n m¨¢s dolor al golpe recibido por la muerte de Romy¡±, dice.?
Las leyes holandesas imponen un m¨¢ximo de dos a?os de reclusi¨®n en una instituci¨®n especializada, para los menores delincuentes entre 16 y 17 a?os. El juez puede aumentar la pena en casos excepcionales. Para los de 14, la detenci¨®n es de un a?o.?
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