Los ni?os no van al colegio en Colombia desde hace m¨¢s de un mes

Los ni?os y las ni?as de Colombia que acuden a colegios p¨²blicos llevan m¨¢s de un mes sin ir a clase. Sus profesores decidieron convocar un paro el pasado 11 de mayo que no se levantar¨¢, dicen, hasta que el Gobierno de Juan Manuel Santos mejore las condiciones econ¨®micas de 322.473 maestros, invierta en infraestructuras para las instituciones educativas y garantice el transporte y la alimentaci¨®n de 8.500.000 estudiantes.

Con las aulas vac¨ªas, el Ejecutivo y Fecode, el principal gremio que representa a los profesores colombianos, negocian en dos mesas. Sobre la oficial hay un pliego de demandas que mantiene en una gran distancia a las dos partes. Los maestros reclaman una nivelaci¨®n salarial hasta 2021 que el Ministerio de Educaci¨®n no acepta. "Ya les hemos dicho que no nos vamos a comprometer con recursos que le corresponden al siguiente gobierno¡±, ha asegurado Yaneth Giha, titular de la cartera. "La pregunta es por qu¨¦ hacen concesiones a 15 y 20 a?os, por ejemplo, con la construcci¨®n de v¨ªas y no con la educaci¨®n", ha respondido Carlos Rivas, presidente del gremio, en una entrevista en la revista Semana.

"Hasta el momento se ha cumplido el acuerdo alcanzado en el anterior paro de 2015. Anualmente se han subido los puntos salariales pactados", explican desde Educaci¨®n. Este a?o, todos los funcionarios colombianos tendr¨¢n un aumento del 6,75% en sus n¨®minas, un 8,75% para los profesores. Una medida que no satisface los reclamos del sector educativo. Un profesor en Colombia gana entre 260 d¨®lares (para aquellos que acaban de empezar) y 1.570, en el caso de profesionales con m¨¢s de 15 a?os de experiencia, un m¨¢ster, una especializaci¨®n y un doctorado, seg¨²n datos de Fecode. "Nuestra brecha salarial es del 28,3% respecto al resto de trabajadores", asegura Carlos Rivas, presidente del gremio. Para intentar compensar esta situaci¨®n, no solo demandan subidas directas, tambi¨¦n bonificaciones de las que ya disfrutan otros funcionarios. "El Gobierno nos ofrecen un 15% adicional con independencia del salario cuando otros empleados p¨²blicos reciben el 35% si cobran m¨¢s de 500 d¨®lares y un 50% si est¨¢n por debajo de esa cifra".

El Ministerio usa el mismo argumento que el Gobierno para justificar sus propuestas sobre la mesa: "Hay que ajustarse el cintur¨®n". Las previsiones econ¨®micas para Colombia auguran un crecimiento que no llegar¨¢ al 3%, lastrado por el precio del petr¨®leo y la desaceleraci¨®n en toda la regi¨®n. "No podemos decirles mentiras, mal har¨ªamos en ofrecerles algo que la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs no puede cumplir", les ha contestado Santos. El Ejecutivo recuerda constantemente que el presupuesto de Educaci¨®n es el m¨¢s alto de la historia: 33,5 billones de pesos, el 29% de las cuentas generales del pa¨ªs, por encima, por primera vez, del dinero que se invierte en Defensa. "El presidente no nos puede salir con la disculpa de que no hay plata. Este a?o se est¨¢n ahorrando 28 billones de pesos de la guerra, acaban de hacer una reforma tributaria y un incremento del IVA del 16% al 19%, ?y dicen que no hay recursos para la educaci¨®n?", contesta Rivas en Semana.

Adem¨¢s de los salarios, el sector educativo reclama mejoras en los colegios, en los servicios de alimentaci¨®n y transportes para as¨ª conseguir la meta de la que presume Santos: "Colombia ser¨¢ el pa¨ªs m¨¢s educado de la regi¨®n en lo urbano en 2025, en lo rural en 2030". Hasta que ese d¨ªa llegue, los ni?os colombianos van al colegio dependiendo de las condiciones del territorio en el que viven. En este pa¨ªs no hay una jornada escolar ¨²nica por el momento: de los m¨¢s de ocho millones de estudiantes, solo medio mill¨®n tienen este horario. El resto va a clase por la ma?ana, por la tarde y por la noche porque las capacidades de las instituciones no dan abasto. "Queremos pactar un Estatuto ¨²nico de los docentes para que entre otras cuestiones se establezca cu¨¢ntos alumnos debe haber por docente", relata el representante gremial. "La OCDE establece 12, en Colombia tenemos m¨¢s de 26 por cada maestro. Por tanto, se necesita contratar m¨¢s y mejorar las instalaciones para bajar esta media".?

Algunos ni?os pueden comer en sus escuelas, otros no. Son constantes las corruptelas que roban los presupuestos de alimentaci¨®n en los colegios de las ciudades y los pueblos de Colombia. Cuando no es la inseguridad el problema en un territorio en el que se ha terminado la guerra con las FARC, pero que aun lidia una batalla contra la guerrilla del ELN, el narco y otras bandas criminales.

En la otra mesa, la extraoficial, los maestros salen a las calles de las principales ciudades de Colombia casi semanalmente para que su lucha no se quede en los pasillos administrativos. Cortan las principales v¨ªas provocando el colapso de las urbes. Realizan caceroladas, pitazos, organizan caravanas desde las regiones hasta la capital. El plazo legal de 40 d¨ªas para dialogar se ha cumplido. Las partes intentan pactar un negociador que destrabe la situaci¨®n. Si tampoco se ponen de acuerdo en este punto, el Ministerio de Trabajo tendr¨¢ que designar uno. En caso de que esta mediaci¨®n fracase, organismos de control p¨²blicos como la Procuradur¨ªa pueden intervenir con sanciones.

Por el momento, Santos ha anunciado que cada maestro tendr¨¢ que reponer los d¨ªas no trabajados si quiere cobrar su sueldo. El Ministerio, por otra parte, usa los medios de comunicaci¨®n para intentar contraatacar: ¡°No hay necesidad de un paro cuando las puertas al di¨¢logo est¨¢n abiertas. Las posibilidades de llegar a un acuerdo se crean en una mesa¡±.