La familia ¡®real¡¯ de Singapur se enzarza en p¨²blico
Uno de los hermanos del primer ministro, Lee Hsien Loong, afirma que se marcha del pa¨ªs por los abusos de poder del dirigente
En un pa¨ªs que previene con recelo las cr¨ªticas a la clase gobernante, cualquier comentario acerbo hacia el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, sobresale por lo inusual. Pero si la invectiva proviene de su propia familia, el asunto adquiere otro cariz. ¡°Sentimos que nuestro hermano mayor es omnipresente. Tememos el uso de los ¨®rganos del Estado contra nosotros¡±, dicen en una extensa carta Lee Hsien Yang y Lee Wei Ling, los hermanos menores del dirigente e hijos del padre de la ciudad- Estado, Lee Kuan Yew.
La misiva, de seis p¨¢ginas y titulada ¡°?Qu¨¦ ha pasado con los valores de Lee Kuan Yew?¡±, fue publicada a trav¨¦s de las cuentas oficiales de ambos en Facebook. En ella los hermanos se despachan sin rodeos. ¡°Desde que muri¨® Lee Kuan Yew (¡), nos hemos sentido amenazados por el abuso de Hsien Loong de su posici¨®n e influencia sobre el Gobierno de Singapur para llevar a cabo su agenda personal¡±, afirman.
Tal es la presi¨®n, dicen, que Lee Hsien Yang, presidente de la Autoridad de Aviaci¨®n Civil de Singapur, a?ade que se ve ¡°compelido a abandonar el pa¨ªs¡± con su esposa. Su hijo, Li Shengwu, estudiante de Harvard, lo confirmaba despu¨¦s tambi¨¦n en Facebook. ¡°En los ¨²ltimos a?os, mi familia se ha ido preocupando cada vez m¨¢s por la falta de controles sobre los abusos de poder. La situaci¨®n ha llegado a un punto en que mis padres han hecho planes de marcharse a otro pa¨ªs, una decisi¨®n dif¨ªcil que no toman a la ligera¡±.
¡°Mi familia se preocupa cada vez m¨¢s por la falta de controles sobre los abusos de poder¡±, dice un sobrino del primer ministro
En el centro de la pol¨¦mica est¨¢ la residencia de Lee Kuan Yew en Singapur. El hist¨®rico mandatario, que convirti¨® lo que en los cincuenta era una isla de pescadores en una potencia econ¨®mica ¡ªaunque bajo un f¨¦rreo control pol¨ªtico¡ª, manifest¨® en su testamento el deseo de que la vivienda fuese demolida tras su muerte para evitar el desarrollo de cultos a su personalidad. Una voluntad que los hermanos del primer ministro (que asumi¨® la secretar¨ªa general del gobernante Partido de Acci¨®n Popular en 2004), le acusan de deso¨ªr.
¡°Hsien Loong y Ho Ching (la esposa del primer ministro) est¨¢n motivados por el ansia de heredar la reputaci¨®n de Lee Kuan Yew. Mientras nuestro padre construy¨® esta naci¨®n sobre la meritocracia, Hsien Loong (¡) se retrata como si fuera un arist¨®crata¡±, observan los hermanos.
Aunque la casa familiar ocupa la mayor parte de la diatriba, el quid de la cuesti¨®n es otro: los descendientes de Lee Kuan Yew mencionan aparentemente de pasada que el actual jefe de Estado ¡°alberga ambiciones pol¨ªticas para su hijo, Li Hongyi¡±, consultor de un organismo del Gobierno.
Se trata de la primera vez que alguien de la familia ha admitido que podr¨ªa haber una tercera generaci¨®n Lee al mando, lo que contrasta con las declaraciones del primer ministro, quien ha defendido en p¨²blico que su sucesor ser¨¢ elegido por sus m¨¦ritos y no por su consanguinidad.
Pese a que la convulsi¨®n ha sorprendido al primer ministro de viaje, este no tard¨® en responder a trav¨¦s de su Facebook, que la familia Lee ¡ªhete aqu¨ª el ejemplo¡ª utiliza con asiduidad.
¡°Estoy profundamente apenado por las desafortunadas alegaciones que han hecho (mis hermanos). (Mi esposa) Ho Ching y yo negamos las acusaciones, especialmente la absurda reclamaci¨®n de que tengo ambiciones pol¨ªticas para mi hijo. Aunque los hermanos puedan tener sus diferencias, creo que estas deben permanecer en la familia¡±.
Mientras ¡°todas las familias dichosas se parecen¡±, reza la primera frase de Anna Karenina, ¡°las infelices lo son cada una a su manera¡±. La de los Lee, al menos, ha quedado expuesta.
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