?Ha habido alg¨²n l¨ªder m¨¢s rid¨ªculo en la historia?
Trump se reunir¨¢ esta semana con los l¨ªderes del G20 y ser¨¢ el m¨¢s bobo e irresponsable de la clase
Lo m¨¢s incre¨ªble no es que Donald Trump soltara otra tuitorreada de adolescente trastornado la semana pasada, escupiendo sangre y bilis contra una pareja de presentadores de televisi¨®n. Ni que este domingo el comandante en jefe de Estados Unidos recurriera a una ofensiva gorilesca en su guerra santa contra la CNN.
Lo m¨¢s incre¨ªble no es que Trump degrade la dignidad de su cargo, la de su pa¨ªs y la de su lengua cada vez que convierte sus impulsos en palabras.
Lo m¨¢s incre¨ªble no es, como detall¨® The New York Times la semana pasada, que haya dicho cien mentiras en los cinco meses pasados desde su investidura.
Lo m¨¢s incre¨ªble no es que sus extranjeros favoritos sean d¨¦spotas rusos, filipinos o saud¨ªes.
Lo m¨¢s incre¨ªble no es que el presidente de Estados Unidos sea el l¨ªder m¨¢s raro del planeta, con la posible excepci¨®n del de Corea del Norte.
Lo m¨¢s incre¨ªble no es que la totalidad de sus conocimientos del mundo cabr¨ªan c¨®modamente dentro de una lata de Coca-Cola.
Lo m¨¢s incre¨ªble no es que cuando el hombre m¨¢s poderoso del planeta se re¨²na esta semana con los l¨ªderes del G20 en Hamburgo ¨¦l sera, de lejos, el m¨¢s bobo y el m¨¢s irresponsable de la clase.
Todo esto lo saben perfectamente bien Angela Merkel, Emmanuel Macron, Vlad¨ªmir Putin y Xi Jinping. Lo saben ustedes, queridos lectores. Lo sabe la gran mayor¨ªa de los miembros del Congreso norteamericano, los jueces de la Corte Suprema, los gobernadores de los 50 Estados. Lo tienen que saber tambi¨¦n los miembros de su Gabinete, obligados todos a tratarle como un ni?o malcriado, o un perro rabioso, o un loco rey feudal.
Por eso lo que s¨ª es incre¨ªble, lo m¨¢s incre¨ªble y lo m¨¢s aberrante de la ¨¦poca en la que vivimos, es que el Congreso, el Tribunal Supremo, los gobernadores y los miembros del Gabinete presidencial de Estados Unidos aguanten que semejante energ¨²meno ocupe el cargo m¨¢s peligroso del planeta, que no le hayan destituido por el bien de su pa¨ªs y el de la humanidad; que no hayan recurrido a la Constituci¨®n o al sentido com¨²n o a lo que sea para forzar su salida; que no hayan seguido la l¨®gica del senador del partido republicano que dijo la semana pasada, como respuesta a aquel grotesco tuit presidencial contra los dos periodistas: ¡°Pare. Por favor, pare ya¡±.
Si fuese el gerente de un local de McDonald¡¯s le hubieran despedido hace tiempo. Pero no. Pasan los d¨ªas, uno se despierta por la ma?ana, y ah¨ª sigue Trump.
?Ha habido alguna vez en la historia alg¨²n l¨ªder en el que la discrepancia entre el alcance global de su poder y la ridiculez de su persona haya sido m¨¢s abismal? Quiz¨¢ alg¨²n emperador romano. Invito a los lectores a que hagan propuestas.
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