Trump considera que ha llegado la hora de ¡°trabajar constructivamente con Rusia¡±
El presidente de EE UU afirma que discuti¨® con Putin crear una Unidad de Ciberinteligencia para evitar casos como el jaqueo electoral y luego dice que no es posible
Las tensiones con Rusia son para Donald Trump un cap¨ªtulo del pasado. Terminado un G-20 que mostr¨® su distancia con Europa, el presidente de EE UU exhibi¨® ayer al mundo su nueva relaci¨®n. Poco import¨® la investigaci¨®n abierta por la injerencia electoral del Kremlin o los modos desp¨®ticos de Vlad¨ªmir Putin.
I strongly pressed President Putin twice about Russian meddling in our election. He vehemently denied it. I've already given my opinion.....
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 9, 2017
¡°Ha llegado el momento de trabajar constructivamente con Rusia¡±, afirm¨® en una serie de tuits en los que, para desaz¨®n de sus servicios de inteligencia, lleg¨® a propugnar la creaci¨®n con Mosc¨² de una ¡°impenetrable Unidad de Ciberseguridad¡± para protegerse precisamente ¡°del jaqueo electoral¡±.
...We negotiated a ceasefire in parts of Syria which will save lives. Now it is time to move forward in working constructively with Russia!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 9, 2017
Putin & I discussed forming an impenetrable Cyber Security unit so that election hacking, & many other negative things, will be guarded..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 9, 2017
Sin embargo, horas despu¨¦s ha dicho este domingo que "no cree que sea posible" crear dicha unidad conjunta de seguridad inform¨¢tica con Rusia.?"El hecho de que el presidente Putin y yo discuti¨¦ramos una unidad de ciberseguridad no significa que crea que pueda pasar. No puede", ha indicado, en un mensaje publicado en Twitter.
The fact that President Putin and I discussed a Cyber Security unit doesn't mean I think it can happen. It can't-but a ceasefire can,& did!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 10, 2017
Trump llev¨® al G-20 de Hamburgo la bandera de su aislacionismo. Se qued¨® orgullosamente solo en la ruptura del Acuerdo de Par¨ªs y dio carta de naturaleza a un nuevo equilibrio internacional. Para Washington, muchos de los acuerdos internacionales firmados por EE UU son ¡°malos¡± y deben ser renegociados bajo un solo denominador com¨²n: el propio inter¨¦s. Guiado por esta m¨¢xima, el presidente de la naci¨®n m¨¢s poderosa del mundo se alej¨® de las grandes escenificaciones, aguant¨® el chaparr¨®n de cr¨ªticas y se lanz¨® a una intensa diplomacia bilateral. Reuniones cara a cara, como la de China o M¨¦xico, que en Hamburgo no dieron mayores frutos y se quedaron en vagas promesas. Excepto con Vlad¨ªmir Putin. En su encuentro con el presidente ruso, Trump acord¨® un alto el fuego en el suroeste de Siria y, como han demostrado los tuits del domingo, inaugur¨® una relaci¨®n privilegiada.
Este acercamiento habr¨ªa entrado en el juego diplom¨¢tico habitual entre potencias si sobre Mosc¨² no pesase la acusaci¨®n, lanzada por la CIA, el FBI y la NSA, de haber interferido en los comicios. ¡°Vlad¨ªmir Putin orden¨® una campa?a en 2016 contra las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe p¨²blica en el proceso democr¨¢tico, denigrar a la secretaria Clinton y da?ar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Trump¡±, sostuvieron en un informe conjunto las tres agencias de inteligencia.
La operaci¨®n fue dirigida por el servicio secreto ruso e incluy¨® la infiltraci¨®n desde julio de 2015 hasta junio de 2016 de los ordenadores del Comit¨¦ Dem¨®crata Nacional, as¨ª como el saqueo de las cuentas de altos cargos pr¨®ximos a Clinton, entre ellos su jefe de campa?a, John Podesta. Fue, seg¨²n el informe de inteligencia, la ¡°mayor operaci¨®n conocida hasta la fecha para interferir¡± en la vida pol¨ªtica de Estados Unidos.
Este es el punto de partida de la trama rusa. Un esc¨¢ndalo que ya alcanza al propio presidente. Tanto un fiscal especial como el FBI tratan de determinar si hubo coordinaci¨®n entre el equipo de campa?a de Trump y el Kremlin, y si posteriormente el republicano, ya en la Casa Blanca, intent¨® obstruir las pesquisas con decisiones tan pol¨¦micas como la destituci¨®n del director del FBI, James Comey.
En sus tuits, Trump intenta escapar de la sospecha y recuerda que las sanciones a Rusia permanecen intactas. ¡°?Nada se har¨¢ hasta que el problema ucranio y sirio sea resuelto!¡±, afirma. En esta l¨ªnea, busca evitar la acusaci¨®n de connivencia con un toque de firmeza ante Putin: ¡°Le presion¨¦ fuertemente dos veces sobre la injerencia de Rusia en las elecciones. ?l lo neg¨® vehemente¡±. Y ah¨ª acaba su petici¨®n de cuentas al l¨ªder ruso.
Pese a la inmensa tormenta desatada en Washington por la intromisi¨®n electoral y las sospechas que a¨²n rodean a la Casa Blanca, el presidente no s¨®lo da por zanjado el asunto sino que, en un paso destinado a la pol¨¦mica, anuncia que est¨¢ dispuesto a crear una Unidad de Ciberinteligencia contra el jaqueo electoral con el mismo pa¨ªs que enlod¨® los comicios de Estados Unidos. Esta parad¨®jica propuesta refrenda a quienes han sostenido que en Hamburgo el presidente de EE UU dio por buena la posici¨®n de Putin o que al menos la encapsul¨® como parte del pasado.
El paso es arriesgado. El esc¨¢ndalo de la trama rusa no ha dejado de crecer en los ¨²ltimos meses. Los intentos de Trump por volverlo en contra de Barack Obama y los dem¨®cratas han fracasado una y otra vez. Y su propio empecinamiento en restarle importancia, no hacen sino alimentar la sospecha de connivencia.
En una apuesta de alto voltaje. Trump ha puesto por encima del esc¨¢ndalo nacional su relaci¨®n por el l¨ªder ruso. Sin atender a sus asesores, le han bastado dos horas de conversaci¨®n para olvidarse de los desmanes de Putin y mostrarle mucha m¨¢s cercan¨ªa personal que a la canciller alemana, Angela Merkel, o al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron. El alcance de esta nueva relaci¨®n y sus implicaciones estrat¨¦gicas a¨²n est¨¢n por ver. Pero de momento, Rusia, tras haber atacado el proceso electoral estadounidense, ha logrado de un solo golpe remontar a?os de fricciones. Putin puede sonre¨ªr.
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