Janet Murgu¨ªa: ¡°Este es el peor momento en las relaciones entre el Gobierno de EE UU y los latinos¡±

Janet Murgu¨ªa asegura que, hoy por hoy, no tiene ning¨²n interlocutor en el Gobierno de Donald Trump. Para la presidenta del lobby hispano m¨¢s importante de Estados Unidos, el Consejo Nacional de La Raza, se trata de una situaci¨®n sin precedentes en el medio siglo historia de la organizaci¨®n, que ha trabajado siempre con presidentes de los dos partidos. La Administraci¨®n Trump ¡°marca el punto m¨¢s bajo en las relaciones entre el Gobierno y la comunidad latina¡±, asegura, ¡°un punto hist¨®rico¡±.

¡°No pens¨¢bamos que nos encontrar¨ªamos aqu¨ª, francamente¡±, dice Murgu¨ªa, como cualquiera a quien se le pregunte si esperaba la victoria de Trump. ¡°Nadie lo pensaba. Pero aqu¨ª estamos. Nos sentimos ante un desaf¨ªo. En muchos sentidos, este es un momento oscuro para nuestra comunidad al ver a alguien que tiene el cargo m¨¢s alto del pa¨ªs y no solo no ha sido un aliado, sino que se ha enfrentado a nuestra comunidad y trata de dividirnos y enfrentarnos con otros. Nos encontramos en un ambiente muy hostil. Este es el momento de mayor desaf¨ªo para nuestra comunidad¡±.

No hay interlocuci¨®n, ni el m¨¢s m¨ªnimo acercamiento a organizaciones que representan los intereses latinos en Washington. ¡°Es preocupante. Cuando ves la composici¨®n demogr¨¢fica de este pa¨ªs no tiene sentido que un presidente ni siquiera intente beneficiar a una comunidad que es parte del ¨¦xito econ¨®mico del pa¨ªs. Lo ¨²nico que vemos es un ataque detr¨¢s de otro¡±.

Murgu¨ªa afirma que Alex Acosta, el secretario de Trabajo y ¨²nico latino en la Administraci¨®n es ¡°alguien con quien s¨ª hemos tenido relaci¨®n y hemos apreciado su trabajo en un Gobierno republicano anterior (con Bush)¡±. Pero ¡°todav¨ªa hay que ver qu¨¦ propone en esta Administraci¨®n¡±.

Sin embargo, de sus palabras se deduce que las esperanzas de interlocuci¨®n con este Gobierno son m¨ªnimas. ¡°El presidente ha llevado su campa?a y su presidencia de una manera hostil hacia los latinos. La gente se siente atacada por el Gobierno. Obviamente, si hubiera alg¨²n punto en com¨²n, lo intentamos encontrar. No lo hemos visto hasta ahora. Pero si alguien viene a nosotros con una idea que creemos que ser¨ªa beneficiosa para nuestra comunidad, hablaremos. Pero hasta ahora solo hemos visto lo contrario. O nos ignora o nos ataca¡±.

En este sentido, la victoria de Trump ha supuesto un golpe a la idea de que en Estados Unidos no se puede ganar una elecci¨®n sin el voto de los latinos. Hace menos de un a?o esa era una convenci¨®n pol¨ªtica asumida por todo el espectro, tanto que era la principal preocupaci¨®n de los republicanos con su candidato. Trump gan¨®, no solamente ignorando a los latinos, sin insult¨¢ndoles y atizando su movilizaci¨®n.

¡°Mira a qui¨¦n votaron los latinos¡±, responde Murgu¨ªa. ¡°Trump recibi¨® entre el 17% y 19% del voto latino. No lo eligieron los latinos. Creo que la mayor¨ªa estamos de acuerdo en que es casi imposible ganar una elecci¨®n sin el voto latino¡±. Murgu¨ªa levanta el dedo para hacer ¨¦nfasis en la palabra ¡°casi¡±. ¡°Trump desafi¨® muchas convenciones en esta elecci¨®n¡±.

El riesgo, entonces, es que los partidos saquen una conclusi¨®n inesperada de la campa?a de 2016: que cortejar a los latinos no es tan importante. ¡°Existe ese riesgo¡±, admite Murgu¨ªa. ¡°Pero te digo que con el tiempo, esto no va a terminar bien para el Partido Republicano. No es sostenible¡±. En 2016 ¡°pens¨¢bamos que est¨¢bamos listos y el pa¨ªs tambi¨¦n. No ocurri¨®. Pero ese cambio es inevitable. Nadie sabe cu¨¢ndo se va a producir. Solo podemos seguir creciendo¡±.

Murgu¨ªa atiende a EL PA?S en Phoenix, Arizona, donde el NCLR ha celebrado su conferencia nacional anual este fin de semana. Hace pocos a?os, esta organizaci¨®n ten¨ªa vetado Arizona, y lider¨® un boicot nacional contra este Estado, por la ley SB1070, la que permiti¨® al sheriff Joe Arpaio lanzar una campa?a de caza al inmigrante. La ley fue declarada inconstitucional y los votantes echaron a Arpaio el pasado noviembre. La celebraci¨®n del evento en s¨ª mismo es tomado por la organizaci¨®n como un ejemplo de las consecuencias que tienen las pol¨ªticas abiertamente racistas. Murgu¨ªa se?ala que esa lecci¨®n tiene ahora resonancia nacional con Trump.

¡°Podemos ver Arizona como un ejemplo. Aquel era un momento oscuro como el que est¨¢ viviendo ahora el pa¨ªs. La gente se moviliz¨® despu¨¦s de que promovi¨¦ramos un boicot¡±, recuerda. ¡°No nos rendimos. Registramos a 250.000 nuevos electores latinos en Arizona y elegimos a 32 nuevos cargos latinos en el Estado¡±. A trav¨¦s del boicot, en Arizona ¡°se dieron cuenta de que no quer¨ªan ser la bandera del racismo y la intolerancia en Estados Unidos. Esa lecci¨®n se tiene que aplicar¡±. Eso es lo que Murgu¨ªa ve que le puede pasar al Partido Republicano a nivel nacional despu¨¦s de haber elegido a Trump.

Si algo ha demostrado la elecci¨®n de Trump, admite, es que ¡°el cambio para nuestra comunidad no pasa de la noche a la ma?ana. Nos hemos quedado cerca, tenemos que seguir¡±.