El oficio de calumniar (Twitter, Colombia)
El expresidente Uribe ha decidido llamar ¡°violador de ni?os¡± al columnista sat¨ªrico Daniel Samper Ospina para acabar con ¨¦l
Basta no re¨ªrse para criticar a un humorista. Si uno es el ridiculizado, y no es capaz de quedarse callado ante su propia caricatura ¨Cen una democracia la idea es soportar la burla con los pu?os apretados¨C, puede, si quiere, caer en la trampa de llamar ¡°vil¡± al parodiador. Pero, en vez de contestarle con el silencio que dignifica o de lanzarle un insulto de antolog¨ªa, el expresidente ?lvaro Uribe V¨¦lez ha decidido llamar ¡°violador de ni?os¡± al columnista sat¨ªrico Daniel Samper Ospina para acabar con ¨¦l de una buena vez: Samper Ospina, uno de los periodistas m¨¢s le¨ªdos de Colombia, no s¨®lo ha sido un corajudo cr¨ªtico del uribismo, sino que en el ¨²ltimo a?o, desde que abri¨® un exitos¨ªsimo canal de YouTube en el que se r¨ªe sin clemencia de todos los pol¨ªticos de ac¨¢, se ha vuelto una verdadera amenaza para el peligroso proyecto populista de Uribe V¨¦lez.
Samper Ospina es otra piedra en el zapato para el uribismo, s¨ª. Pero por qu¨¦ el expresidente Uribe V¨¦lez se ha atrevido a pasar de desde?ar al humorista a lanzarle en la cara la peor calumnia de todas ¨Cfrente a sus millones de seguidores de Twitter¨C como marc¨¢ndolo con mierda y con fuego.
Porque suele hacerlo. Porque ha podido calumniar y estigmatizar y perseguir a los periodistas colombianos sin mayores consecuencias para ¨¦l, como si su pa¨ªs fuera su pueblo sin Dios ni ley, desde que era un presidente que se negaba a ser expresidente. Por criticarlo e investigarlo, por traer a la memoria controversias de su pasado o pedirle cuentas sobre sus gobiernos, el poderoso Uribe V¨¦lez ha llamado a Daniel Coronell ¡°extraditable¡±, a Hollman Morris ¡°c¨®mplice del terrorismo¡±, a Yohir Akerman ¡°deste?ido militante del ELN¡±, a Juli¨¢n Mart¨ªnez ¡°periodista pro Farc¡± y al mismo Samper Ospina ¡°bandidito¡±, sin aportar las pruebas. Y, luego de enlodar sus nombres, luego de constatar que sus calumnias irreparables los han puesto en peligro, no s¨®lo no se ha retractado con gallard¨ªa, sino que ha gritado un poco m¨¢s duro cada vez.
Porque hoy, en plena campa?a para tomarse la presidencia, anda buscando un enemigo ac¨¦rrimo que le reemplace a las Farc: el periodismo, que, seg¨²n ¨¦l, est¨¢ ¡°condicionado por la d¨¢diva del Gobierno¡±.
Y siempre ha contado con una barra brava y un ej¨¦rcito de troles y una corte de pol¨ªticos de media tabla listos a celebrarle incluso que calumnie.
Uribe V¨¦lez ha justificado la calumnia record¨¢ndoles a sus fieles que Samper Ospina ha osado burlarse del nombre de la beb¨¦ de una senadora, de los defectos f¨ªsicos de los pol¨ªticos, de los afanes separatistas de ciertos antioque?os... El exvicepresidente Francisco Santos, refiri¨¦ndose a la carta abierta que firmamos 98 periodistas y columnistas pidi¨¦ndole a su jefe pol¨ªtico respeto por nuestro C¨®digo Penal, ha aparecido para citarle al humorista la frase ¡°respete si quiere que lo respeten¡±. Pero no: aqu¨ª no hay discusi¨®n. El l¨ªo aqu¨ª no es un humorista irrespetuoso de los poderosos ¨Cperd¨®n por la redundancia¨C, sino un expresidente que se permite a s¨ª mismo acusar a uno de sus cr¨ªticos de ser un ¡°violador de ni?os¡± sin aportar las pruebas porque jam¨¢s las habr¨¢: el l¨ªo aqu¨ª es un expresidente irrespetuoso de la ley.
Quiz¨¢s lo m¨¢s peligroso del asunto es que, como cualquier populista irredimible, Uribe V¨¦lez est¨¢ azuzando a una Colombia que considera m¨¢s grave la irreverencia que el delito. Quiz¨¢s lo m¨¢s deprimente es que cuenta con que una muchedumbre confunda ¡°queja¡± con ¡°calumnia¡± e ¡°irrespeto¡± con ¡°violaci¨®n¡±. Y quiz¨¢s lo m¨¢s decepcionante es que un pu?ado de ¡°neutrales¡± llamen a la cordura a ambas partes como si las hubiera.
Digo ¡°decepcionante¡± pero la palabra es ¡°grave¡±: yo los quiero ver ¡°neutrales¡± el d¨ªa que les llegue el turno de ser el calumniado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.