Dimite la ministra de Defensa japonesa en plena crisis del Gobierno de Shinzo Abe
Tomomi Inada deja el cargo tras la ocultaci¨®n de datos sobre la participaci¨®n de tropas niponas en las misiones de paz de la ONU
Los varios esc¨¢ndalos pol¨ªticos que afectan a la administraci¨®n del primer ministro japon¨¦s, el conservador Shinzo Abe, se han cobrado su primera v¨ªctima. La ministra de Defensa, Tomomi Inada, present¨® este viernes su dimisi¨®n despu¨¦s de demostrarse que el departamento que dirigi¨® ocult¨® informaci¨®n sobre las actividades de las tropas de las Fuerzas de Autodefensa desplegadas en la misi¨®n de paz de la ONU en Sud¨¢n del Sur. Aunque el relevo se daba por descontado, su salida supone un golpe para Abe porque Inada formaba parte del n¨²cleo duro de su Gobierno.
Los resultados de una investigaci¨®n interna del Ministerio de Defensa mostraron que varios altos cargos violaron las normas vigentes al esconder datos que evidenciaban un empeoramiento de las condiciones de seguridad de los militares nipones en el pa¨ªs africano. Si bien el informe exime a Inada de haber ordenado ocultar estas informaciones, la ya exministra explic¨® que dejaba el cargo "por responsabilidad". "Las conclusiones de esta investigaci¨®n interna son muy graves", afirm¨® en una rueda de prensa, informa France Presse.
Inada fue nombrada en agosto del a?o pasado y se la consideraba una ultraconservadora muy pr¨®xima al ideario de Abe. La cartera que ocup¨® era de especial relevancia teniendo en cuenta la voluntad del Ejecutivo de ampliar las competencias del Ej¨¦rcito, que tras reinterpretar la Constituci¨®n Pacifista en 2014 ha aprobado nuevas leyes que permiten a las tropas acudir en ayuda de un aliado que se encuentre en peligro o participar en misiones de paz internacionales. Antes, el Ej¨¦rcito nip¨®n solamente pod¨ªa actuar dentro de sus fronteras. A finales de 2016, 350 efectivos llegaban a Sud¨¢n del Sur para unirse a los cascos azules, el primer despliegue en el extranjero desde la Segunda Guerra Mundial.
Una de las condiciones para que las tropas puedan participar en las misiones de paz internacionales es que en la zona de actuaci¨®n no haya un conflicto armado en curso, por las limitaciones que impone a carta magna nipona. Despu¨¦s de desplegar los militares y ante las preguntas sobre el empeoramiento de la seguridad en el ¨¢rea, el Ministerio de Defensa rechaz¨® dar informaci¨®n sobre la situaci¨®n del contingente alegando que los registros hab¨ªan sido destruidos. Dos meses despu¨¦s Inada asegur¨®, en cambio, que se hab¨ªan encontrado "partes" de estos documentos en un ordenador, lo que desat¨® la sospecha de que la informaci¨®n se estaba ocultando al p¨²blico. Finalmente, se conoci¨® que estos registros no solamente no fueron destruidos, sino que revelan algunos episodios de tensi¨®n para las Fuerzas de Autodefensa.
La oposici¨®n cree que el Gobierno no comunic¨® estas circunstancias a su debido tiempo porque en ese momento se estaba tramitando un cambio legislativo que daba m¨¢s poderes al Ej¨¦rcito y que suscit¨® una enorme divisi¨®n entre la opini¨®n p¨²blica.
Abe, que acept¨® la renuncia de Inada y pidi¨® perd¨®n a los japoneses, asegur¨® que la cartera de Defensa la asumir¨¢ temporalmente Fumio Kishida, titular de Exteriores, hasta que nombre a un nuevo ministro. Se espera que esto ocurra la semana que viene, cuando el primer ministro podr¨ªa anunciar una remodelaci¨®n m¨¢s amplia de su gabinete para atajar este y otros esc¨¢ndalos que han hundido la popularidad de su figura y la de su Ejecutivo. Abe tambi¨¦n est¨¢ acusado de tr¨¢fico de influencias para beneficiar a sus amigos y aliados, algo que ha negado rotundamente.
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