D¨¦bil pero suertudo
A Kuczynski le llegan las oportunidades sin haber hecho nada por lograrlas
En medio de la lucha admirable del pueblo venezolano por conquistar la democracia, los problemas peruanos parecen no solo leves sino hasta s¨ªntomas de una deseable normalidad. Pedro Pablo Kuczynski acaba de cumplir su primer a?o como presidente del Per¨² bajo el consenso (con el que hasta ¨¦l parece concordar) de que fue un a?o mediocre, de grises resultados en una econom¨ªa acostumbrada a rendir por encima del promedio latinoamericano.
El manejo de la econom¨ªa era presuntamente el lado fuerte de PPK (como, explicablemente, se lo conoce en Per¨²), pero result¨® uno m¨¢s en la colecci¨®n de sus puntos d¨¦biles.
Desde su inesperada victoria un a?o atr¨¢s, PPK enfrent¨® un problema central: c¨®mo administrar la debilidad. Como se sabe, la favorita para vencer en las elecciones era Keiko Fujimori y el favorito para perder, PPK. Su paso a la segunda vuelta fue incluso un golpe de suerte. Para agravar las cosas, las perversiones matem¨¢ticas (y no son pocas) de la ley electoral peruana convirtieron una votaci¨®n de alrededor del 30% al fujimorismo en una representaci¨®n parlamentaria de m¨¢s del 55%. Al final, PPK gan¨® gracias a la coalici¨®n de fuerzas democr¨¢ticas que hasta ahora han logrado frenar el retorno del fujimorismo (o de grupos no democr¨¢ticos) al poder.
Frustrado hasta el trauma por la derrota, el fujimorismo decidi¨® oponerse con encono a PPK. Un presidente d¨¦bil, pero con el alto grado de popularidad que PPK logr¨® luego de su elecci¨®n, tiene esencialmente dos estrategias ante s¨ª: la de la confrontaci¨®n en lo que permite la ley; y la de la sumisi¨®n. PPK escogi¨® en los hechos la segunda, y eso caracteriz¨® su primer a?o de Gobierno.
Parad¨®jicamente, el Gobierno tuvo su mejor hora luego de las desastrosas inundaciones del Ni?o Costero, en los primeros meses del a?o. Su reacci¨®n con acciones prontas e inteligentes devolvi¨® a PPK bastante de la popularidad perdida durante los meses en los que, luego de advertir que los defender¨ªa, entreg¨® las cabezas de algunos de sus mejores ministros a la prepotente oposici¨®n fujimorista.
Seg¨²n PPK, el Per¨² perdi¨® un punto porcentual de crecimiento del PBI por las inundaciones, lo cual es convincente. Pero, el presidente sostiene que se perdi¨® otro punto por el caso Lava Jato, lo cual es dif¨ªcil de creer que fuera por la repercusi¨®n del caso en s¨ª; pero m¨¢s explicable como resultado de la torpeza de las medidas tomadas por su r¨¦gimen para enfrentarlo.
La ¨²nica compa?¨ªa sancionada hasta ahora en el Per¨² es Odebrecht, que, a la vez, es la ¨²nica que ha confesado una parte importante (aunque ciertamente no todos) de sus delitos. Todas las acciones de la Fiscal¨ªa peruana, todas las acusaciones, todas las capturas han sido consecuencia directa de la colaboraci¨®n de Odebrecht ¡ªsea a trav¨¦s de los datos de su delaci¨®n premiada en Brasil, o de complementos a esa delaci¨®n en Per¨²¡ª. Sin embargo, para todo efecto pr¨¢ctico, Odebrecht ha sido la ¨²nica compa?¨ªa castigada con medidas que cortaron la cadena de pagos a proveedores y causaron la p¨¦rdida de miles de puestos de trabajo. Las otras, que no lideraron la corrupci¨®n como hizo Odebrecht pero participaron intensamente en ella, esperan ¡ªigual que muchos l¨ªderes pol¨ªticos corruptos que no han sido hasta ahora identificados¡ª que se encapsule la investigaci¨®n en Odebrecht, que se encarcele a los pol¨ªticos sin poder, que se expulse a aquella y que vuelva todo a la descompuesta normalidad anterior a las revelaciones.
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