Una soga y unos cabellos alimentan el misterio del desaparecido que apoyaba a los mapuches en Argentina
Organizaciones de Derechos Humanos marchan en Buenos Aires para pedir la aparici¨®n con vida de Santiago Maldonado
La desaparici¨®n de Santiago Maldonado desde el 1 de agosto, en la Patagonia andina argentina, se ha convertido en un misterio. La justicia orden¨® el jueves allanar dependencias de la Gendarmer¨ªa en busca de pruebas que ratifiquen o no si se lo llevaron los gendarmes tras detenerlo durante una protesta de la comunidad mapuche por el control de sus tierras. El Gobierno insiste en que no se lo llev¨® la Gendarmer¨ªa. Los mapuches presenten aseguran que s¨ª. El hombre no aparece y nadie tiene pistas claras. Esta tarde, asociaciones de Derechos Humanos como Madres?y Abuelas de Plaza de Mayo?marchar¨¢n en Buenos Aires para exigir a la aparici¨®n con vida de Maldonado.
La polic¨ªa inspeccion¨® con perros dos cuarteles de la Gendarmer¨ªa en Esquel y El Bols¨®n, una localidad ubicada m¨¢s al norte. Seg¨²n inform¨® el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), una respetada organizaci¨®n de derechos humanos, en el escuadr¨®n 35 de El Bols¨®n, los peritos encontraron cinco muestras de pelo en un cami¨®n militar del tipo Unimog y una soga que fueron enviadas a un laboratorio para su an¨¢lisis.
Los testigos que participaron de la protesta mapuche apuntaron desde el primer momento a la gendarmer¨ªa como responsable de la desaparici¨®n de Maldonado y las pruebas sobre los cabellos podr¨¢n determinar al menos si fue detenido y trasladado, como aseguran, en un veh¨ªculo de esa fuerza. El Gobierno lo niega.
La repercusi¨®n del caso alcanz¨® r¨¢pidamente dimensi¨®n nacional, sobre todo porque la protesta mapuche est¨¢ a la espera de que Argentina decida si extradita o no al l¨ªder de la comunidad Cushamen, Facundo Jones Huala, a Chile, pa¨ªs que quiere juzgarlo por ¡°terrorismo¡±. Desde el ministerio de Seguridad rechazaron que Maldonado se encuentre desparecido, una figura que en Argentina tiene fuertes resonancias pol¨ªticas por la memoria de la dictadura. ¡°Nosotros hemos hecho una tarea con cada uno de los gendarmes, analizando la conducta y no tenemos ning¨²n indicio de que Gendarmer¨ªa Nacional se lo haya llevado. Estamos busc¨¢ndolo y le pedimos a la comunidad Cushamen que deje entrar a las fuerzas de seguridad¡±, dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Gast¨®n Chillier, director ejecutivo del CELS, estuvo presente en las pericias realizadas en Gendarmer¨ªa. ¡°Hay muchas anomal¨ªas¡±, se?al¨® a EL PA?S, ¡°empezando que desde el primer d¨ªa hay una declaraci¨®n de una miembro de la comunidad donde dice que hay un desaparecido, incluso con el nombre. Pero el allanamiento se realiz¨® nueve d¨ªas despu¨¦s¡±. ¡°Cuando hablaron pusieron en cuesti¨®n que la v¨ªctima haya estado en el lugar y tambi¨¦n la voluntad de la comunidad en cooperar. Dar¨ªa la sensaci¨®n de que el Gobierno, en vez de asumir la investigaci¨®n y la responsabilidad como jefe de la fuerza policial sospechada, trata de cargar sobre la comunidad¡±, afirm¨®.
Los integrantes de la comunidad de Cushamen, el lugar en el que pas¨® algunos d¨ªas Santiago, dicen que no dan testimonio al juez por temor a la Gendarmer¨ªa. Su versi¨®n es que Maldonado efectivamente los acompa?¨® desde que lleg¨® de Buenos Aires, de donde es oriundo, y que particip¨® luego del reclamo que impulsan sobre tierras que consideran de propiedad ancestral. El d¨ªa de la protesta, dicen, efectivos de la gendarmer¨ªa lo subieron detenido a bordo de un cami¨®n, una versi¨®n que el Gobierno nacional rechaza de plano.
Movilizaci¨®n
Llueve sobre mojado. Casi como si se tratara de un penoso ciclo en constante repetici¨®n, el pueblo argentino volvi¨® a encontrarse en la Plaza de Mayo para reclamar la aparici¨®n de una persona. Ya no importa si el gobierno es militar o democr¨¢tico. Tampoco el partido que gobierne. Ayer fue Julio L¨®pez, hoy es Santiago Maldonado. A Ambas desapariciones las une la pol¨ªtica, aunque se trate de contextos y actores diferentes. El caso ya motiv¨® un reclamo al gobierno argentino por parte del grupo de trabajo sobre la desaparici¨®n forzada de las Naciones Unidas y marca fuertemente la agenda de cara a las elecciones legislativas de este domingo.
Mientras tanto, miles de personas hicieron frente a la lluvia y montaron otra imagen conmovedora. Esta vez no fueron los tradicionales pa?uelo de las madres sino carteles con el rostro de Santiago Maldonado, que se levantaron de cara al escenario, sobre todo, cuando habl¨® uno de los hermanos del desaparecido, Sergio, quien ley¨® una vieja carta escrita por su hermano.
¡°Es ins¨®lito que hoy tengamos que estar en nuestra querida e hist¨®rica Plaza de Mayo para exigir, gritar, aparici¨®n con vida y castigo a los culpables por Santiago Maldonado. Tenemos un detenido desaparecido, algo que grit¨¢bamos hace 40 a?os atr¨¢s. Con vida lo llevaron, con vida lo queremos, aparici¨®n con vida y castigo a los culpables, hoy lo tenemos que repetir. El Estado es el ¨²nico responsable de la desaparici¨®n de Santiago.
¡°Esto es una emergencia social y pol¨ªtica¡±, advirti¨® a este diario el premio Nobel de la Paz, Adolfo P¨¦rez Esquivel, ¡°Hay una fuerte represi¨®n a la comunidad mapuche, no solo con este gobierno, ya viene de antes. Hoy hay un desaparecido que no es mapuche, es Santiago Maldonado, de quien tenemos que ver donde est¨¢ y no hay respuesta del gobierno. Hasta el momento est¨¢n tratando de hacer evasivas¡±. En la misma l¨ªnea fue el exJuez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni: ¡°Hay algo que me hace sospechar lo peor y es la actitud del oficialismo. A cualquiera le puede aparecer un accidente. En tal caso, la actitud correcta y honesta de un gobierno es poner las cartas sobre la mesa e investigar. Pero veo una t¨¢ctica de encubrimiento y distracci¨®n, que me hace acordar mucho a la metodolog¨ªa de la dictadura, sobre todo, con la estigmatizaci¨®n como terrorista del pueblo mapuche, de los cuales solo le falta decir que son aliados del estado isl¨¢mico¡±.
Los hombres tambi¨¦n apuntaron al desempe?o del juez Otranto. P¨¦rez Esquivel advirti¨® que ¡°El juez Otranto fue amenazado, incluso de muerte, entonces este hombre tiene tambi¨¦n sus temores. Ni siquiera quiso ir a la comunidad a tomar testimonios¡±. Zaffaroni, por su parte, explic¨® que ¡°en un habeas corpus lo primero que se hace es tomar la declaraci¨®n de los testigos. Si el juez tiene dificultad para tomar las declaraciones, puede delegar eso en el Ministerio P¨²blico de la Defensa. Tambi¨¦n los organismos de Derechos Humanos tendr¨ªan que ir con un escribano y tomar declaraciones aunque sea en un acta notarial. En ¨²ltimo termino, el juez deber¨ªa excusarse, y que venga otro juez para que siga adelante la investigaci¨®n¡±.
"Santiago te quiero ver, estoy orgulloso de vos. La voy a pelear hasta el final y no me importa un carajo lo que me pase. Quiero a Santiago con vida", grit¨® sobre el final del acto Sergio Maldonado.
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