La verdadera elecci¨®n
El 23 de septiembre deber¨¢n ser elegidos los miembros del tribunal de Justicia Especial para la Paz y de la Comisi¨®n de la Verdad
La elecci¨®n m¨¢s importante en Colombia se est¨¢ produciendo en estos momentos. No es la de los candidatos presidenciales que llenan nuestros medios con sus encuentros y desencuentros, sus cada vez m¨¢s frecuentes decisiones de abandonar los partidos pol¨ªticos para privilegiar el apoyo por la v¨ªa de las costosas firmas ciudadanas, no es la elecci¨®n que busca por estos d¨ªas el eslogan para llegarles a los potenciales votantes, tampoco la elecci¨®n que divide en terroristas a quienes apoyan la paz y los que los acusan.
Es una elecci¨®n mucho m¨¢s importante. De la que depende precisamente el futuro de Colombia y que sin duda marcar¨¢ esa s¨ª, las elecciones no solo de 2018, sino las siguientes. El 23 de septiembre, en un mes largo, deber¨¢n estar elegidos los hombres y mujeres sobre los que estar¨¢ la m¨¢xima responsabilidad en Colombia por los pr¨®ximos 15 a?os, en el caso de la JEP (Justicia Especial para la Paz), y por 3 a?os prorrogables, en la Comisi¨®n de la Verdad.
Un total de 51 personas conformaran la JEP para formar parte de las salas de reconocimiento de verdad, de amnist¨ªas e indultos y de definici¨®n de situaciones jur¨ªdicas por las que deber¨¢n pasar los miembros de la guerrilla de las FARC, los militares y los terceros involucrados en el conflicto armado en Colombia y que hayan cometido delitos como genocidio, tortura o violencia sexual. Se except¨²a a quienes hayan sido obligados a financiar la guerra, por decirlo de alguna manera.
Se han postulado 2.253 personas para esos para 51 cargos, desde donde se juzgar¨¢ en el est¨¢ndar transicional a quienes all¨ª digan la verdad, asuman su responsabilidad, se comprometan con la no repetici¨®n y especialmente reparen a sus v¨ªctimas, adem¨¢s de contribuir con la unidad de b¨²squeda de desaparecidos
Yesid Reyes, en buena hora el ministro de Justicia durante el proceso de negociaci¨®n con las FARC, y uno de los aspirantes a conformar la JEP, ha pedido a los colombianos entender que quien mienta, quien diga que no reconoce responsabilidades, pierde los beneficios y debe enfrentar a la justicia ordinaria. Pero aun quien los reconozca, sabe que tendr¨¢ m¨ªnimo una restricci¨®n de su libertad de entre 3 y 5 a?os.
Y en este punto creo que Colombia tiene una apuesta inmensa, y es que a partir de la JEP, la verdad vuelve a ser un valor superior, mentir, enga?ar se va a pagar. A partir de ese tribunal, mentir es perder y si eso forma parte de la educaci¨®n, de lo que en los hogares se ense?e a los hijos, habremos ganado mucho m¨¢s de lo que imaginamos. Cuando decir la verdad, no hacer trampa, se premia, posiblemente la obsesi¨®n punitiva o al menos el debate sobre la impunidad que ha alimentado nuestras violencias hist¨®ricas ser¨ªa menos necesario. La urgencia de castigar la mentira sobre la se cocinan todos los conflictos humanos sin excepci¨®n har¨¢ una gran diferencia.
Por eso la Comisi¨®n de la Verdad se constituye en una oportunidad sin igual, la definitiva para la construcci¨®n de una narrativa que nos permita sanar, pero sobre todo proyectar c¨®mo las nuevas generaciones, van a leer, a comprender y a aproximarse a la historia que dej¨® en Colombia millones de v¨ªctimas.
Recibir¨¢n los magistrados de esa comisi¨®n ¡°la verdad de la JEP¡±, pero tambi¨¦n la que recojan en los territorios colombianos. Esa Comisi¨®n de la Verdad tiene adem¨¢s un valor que destaca Reyes, y es el enfoque territorial, porque territorial ha sido nuestro conflicto, y territorial son las amenazas a la paz a¨²n. Y que es extrajudicial. No podr¨¢ lo que all¨ª se diga ser usado por autoridades judiciales.
De Chile, Salvador, Per¨², Alemania y Sud¨¢frica, que han tenido comisiones de la verdad dentro de los procesos de transici¨®n de dictaduras a democracias y en procesos hacia el posconflicto, quiz¨¢ los dos ¨²ltimos tienen las experiencias m¨¢s interesantes para mirar c¨®mo se da hoy la convivencia en esas naciones y c¨®mo generaron recomendaciones asumidas para el ejercicio p¨²blico, pol¨ªtico y electoral que nos ocupa por estos d¨ªas.
Ser¨¢n 11, once personas las que conformar¨¢n la Comisi¨®n para el esclarecimiento de la verdad, la convivencia y la no repetici¨®n en Colombia. La elecci¨®n que nos deber¨ªa estar ocupando como naci¨®n y sociedad. Podemos dejar hasta octubre de lado las tramas de la pol¨ªtica electoral y concentrarnos en vigilar la elecci¨®n de quienes elaborar¨¢n el tejido de la sociedad del futuro en Colombia.
Y no solo esa elecci¨®n, sino lo que se requiere para que funcionen tanto la JEP como la comisi¨®n. Garantizar las cuatro patas de la mesa, porque sin ley estatutaria y el entramado administrativo y log¨ªstico no se podr¨¢ instalar la columna vertebral de los acuerdos de paz con las FARC.
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